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DONDE EL TIEMPO SE HACE MAR, ARENA Y SAL… LA COSTA DE LA LUZ

¿Preparado para perderte (y encontrarte) en sus playas, sus pueblos y sus atardeceres de leyenda? La Costa de la Luz onubense no se visita: se siente, se saborea, se vive.

 

 

Hay lugares donde el horizonte se funde en un abrazo infinito entre el océano y la tierra. Donde la luz dorada del atardecer tiñe de miel las fachadas blancas y el aire huele a salitre, a pescado fresco, a romero silvestre. Así es la costa de Huelva: un sueño despierto de playas vírgenes, pueblos con alma marinera y atardeceres que arden como brasas. Esta no es una costa cualquiera. Es la Costa de la Luz, la que acaricia el Atlántico con manos suaves y guarda secretos entre sus dunas. Aquí, cada pueblo es un mundo, cada calle una historia, cada muelle un verso escrito por el mar.

Isla Cristina: La Esencia Marinera

Pescadores, redes tendidas al sol, barcas que mecen sueños… Isla Cristina es la esencia viva de Huelva. Un lugar donde el tiempo se mide por las mareas y la vida huele a sal y a almajos. Sus playas —Punta del Caimán, Islantilla— son lienzos de arena dorada donde el mar dibuja espumas efímeras. Y su gastronomía, un himno al pescado fresco, a las gambas que saben a mar recién pescado, a los atardeceres que se brindan con vino de la tierra.

Cartaya: Donde la Naturaleza Escribe Poemas

El Rompido, ese rincón que parece sacado de un cuadro, con su faro vigilante y sus casitas blancas reflejadas en el agua. Aquí, la Flecha —una lengua de arena pura— se adentra en el mar como un suspiro, protegida por las marismas del Río Piedras. Cruzar en barco hasta ella es viajar a un mundo sin prisas, donde solo importan el vuelo de las gaviotas y el rumor de las olas. Y si el hambre llama, su pescaíto frito y su marisco son pura magia entre los labios.

Punta Umbría: La Playa con Acento Británico

Desde que los ingleses llegaron en el siglo XIX, Punta Umbría se convirtió en el refugio playero por excelencia. Sus chiringuitos vibran con el sonido de las risas y las tapas de pescaíto frito. Pero más allá del bullicio estival, hay un tesoro escondido: Los Enebrales, un paraje donde las dunas se visten de pinos y romero, y el mar besa una playa salvaje, intacta.

Moguer y Palos de la Frontera: Entre Acantilados y Leyendas

Mazagón es la joya que comparten estos pueblos llenos de historia. Aquí, los acantilados vigilan playas de arena fina, como la del Parador, donde el sol calienta la piel y la brisa trae ecos de los viajes de Colón. Y a un paso, Doñana extiende su manto de dunas móviles, un espectáculo natural que quita el aliento.

Almonte: Matalascañas y el Llamado de Doñana

En Matalascañas, el verano sabe a sal, a pescado a la plancha, a noches estrelladas. La Torre La Higuera, solitaria en la playa, es testigo de atardeceres que incendian el cielo. Pero el verdadero hechizo está en su puerta trasera: Doñana, ese reino de linces y dunas donde la naturaleza escribe sus propias reglas.

Ayamonte: Donde el Guadiana Besa al Atlántico

Frontera con Portugal, Ayamonte es un pueblo de dos almas: la marinera, con sus barcas pintadas de colores, y la artística, que se respira en sus galerías y en sus fiestas llenas de flamenco. Sus playas —Punta del Moral, Isla Canela— son paraísos de aguas tranquilas y arenas cálidas. Pero su mayor tesoro son sus atardeceres, esos que pintan el río Guadiana de oro líquido.

Lepe: La Antilla y el Arte de Vivir Descalzo

En La Antilla, el verano se vive con los pies en la arena y una caña en la mano. Sus chiringuitos son templos de la buena vida, donde el pescado llega del barco al plato y las risas no tienen horario. Y si algo define a Lepe, es la calidez de su gente, esa que te hace sentir en casa desde el primer minuto.

 

Más información:
www.destinohuelva.org

CEE, DESCUBRE LA PRIMERA VENTANA AL MAR

Cee es una joya escondida en pleno corazón de la Costa da Morte. Un lugar donde el visitante respira paz en la tempestad de sus salvajes playas y disfruta con sus rincones por descubrir.

 

 

En pleno corazón de la Costa da Morte, Cee emerge como un destino que cautiva por su belleza salvaje, su profundo legado histórico y su conexión con el Camino de Santiago. Este enclave, punto de paso para los peregrinos que avanzan hacia Finisterre, representa la perfecta combinación entre naturaleza virgen y patrimonio cultural, civil y religioso. Sin olvidar sus maravillosos espacios para el avistamiento de cielo nocturno como destino Starlight.

 

 

En la provincia de A Coruña, a medio camino entre Coruña y Santiago de Compostela se ubica el municipio de Cee. En pleno corazón de la Costa da Morte, una zona conocida por su belleza viva, salvaje y sorprendente, se encuentra un destino que embelesa a los visitantes.

 

 

Este territorio se adentra en el mar por tres fragmentos de costa ubicados en las rías de Lires y Cee-Corcubión. Su geografía se distribuye en seis parroquias: A Ameixenda, Brens, Cee, Lires, A Pereiriña y Toba, cada una con su propio encanto y particularidades.

 

 

Cee es una joya escondida cuya naturaleza se encuentra marcada por la Ría de Corcubión, que baña en forma de arco la localidad, y la Ría de Lires, siendo la más pequeña de Galicia y cuya playa pertenece a la Red Natura 2000 por su valor ecológico. Sus playas, de diferente tipología repartidas entre sus seis parroquias, regalan al viajero una infinidad de posibilidades. A Concha destaca por ser una playa urbana situada en la Villa de Cee.

 

 

En la parroquia de A Ameixenda se encuentran la Playa de Gures, un arenal de belleza virgen y aguas cristalinas, la Playa de Caneliñas un rincón escondido que sorprenden por su belleza, en un entorno marinero que conecta con la autenticidad del destino. Además, de la Playa As Leiriñas, de arena blanca y piedra cerca del Castillo del Príncipe.

 

 

Por otro lado, en la parroquia de Tobe, límite entre los Ayuntamientos de Corcubión y Fisterra, está la playa de Estorde. Un paraíso de arena fina y blanca, en cuyo contorno semiurbano las aguas son tranquilas. Entre sus elementos naturales destacan también el Monte de la Armada y el Monte de Banle junto con el río Castro y Miñons.

 

 

Cee es la primera vista al mar para los peregrinos que viajan de Santiago a Finisterre, pero su atractivo va más allá de su entorno natural. Su patrimonio cultural es igualmente destacable por sus construcciones civiles como el Antiguo Castillo del Príncipe, el Instituto Fernando Blanco de Lema o numerosas casonas de piedra. Su legado etnográfico, donde destacan molinos, hórreos y cruceros de gran envergadura, mientras que su patrimonio religioso brilla con templos como la Iglesia de San Xián de Pereiriña o el Santuario de Nuestra Señora da Xunqueira.

 

 

Más que un destino, Cee es una experiencia. Un refugio para quienes buscan naturaleza, historia y autenticidad en un solo lugar.

Para más información: https://www.turismodecee.es/es/

 

MERCADILLOS, UNA CURIOSA FORMA DE CONOCER AÚN MÁS FORMENTERA

En mayo arranca la temporada de mercadillos en la isla. Productos locales, muestras artísticas y alguna que otra rareza que descubrir en la más pequeña de las Pitiusas…

 

 

Quien ha tenido la suerte de visitar Formentera por estas fechas, siempre se ha vuelto a su casa hablando de los mercadillos. Es algo tan de la isla que los formenterenses presumen con orgullo desde hace mucho tiempo. La Mola, Sant Francesc, Es Pujols y Sant Ferran se convierten durante los próximos meses en epicentros de la artesanía local. Los mercadillos de Formentera son sitios ideales para aquellos que andan en busca de alguna rareza, un detallito curioso o, sencillamente, ese presente que compartir con una persona especial al volver de una escapada mágica en una de las islas más singulares.

 

 

Mercadillo de Sant Francesc, del 1 de mayo al 31 de octubre. Las principales calles peatonales del centro de la capital de la isla (Santa María, Jaume I, Ibiza) acogen todos los días de la semana diversos tenderetes de ropa y complementos. El horario es solo matinal, de 10:00 a 14:00 horas, aunque los martes de julio y agosto también abrirán en horario de 20:00 a 00:00.

 

 

Mercadillo de Es Pujols, del 1 de mayo al 30 de septiembre. El municipio, que acapara la mayor parte de la oferta hotelera, de ocio y restauración, también tiene un mercadillo vespertino en la Avenida de Miramar, con sus tenderetes de moda y complementos. Está abierto de lunes a viernes, de 19:00 a 00:00.

 

 

Mercadillo artesanal de La Mola. Del 1 de mayo al 9 de octubre. Sin lugar a dudas el más icónico de la isla. El ‘Hippy market’ nació a partir de una iniciativa privada de diversos artistas y artesanos de la isla, y sigue manteniendo prácticamente inamovibles sus señas de identidad: mostrar, vender y promover la artesanía, demostrando que es perfectamente viable un estilo de vida y trabajo alternativos a la industrialización. Pasear por el ‘Hippy market’ de La Mola te permitirá sumergirte en el ambiente y espíritu de aquellos hippies que llegaron a Formentera en los años 60 y que, seducidos por la libertad y paz de la isla, nunca más se fueron. Sus puestos, donde el ambiente es inmejorable, en ocasiones son amenizados con música en directo y el jolgorio de las terrazas de los bares. Todos los miércoles y domingos de 16:30 a 22:00.

 

 

 

En el caso de Sant Ferran de Ses Roques, la dicha es doble. Dos son los mercados que ofrece esta localidad desde el 30 de mayo al 28 de septiembre, los jueves, viernes y sábados de 20:00 a 00:00. El mercado artístico es una pasada. Al caer la tarde, los mejores artistas plásticos de la isla exponen sus obras en la calle Mayor de la localidad, convirtiendo esta vía en una gran galería de arte al aire libre por la que es un auténtico placer pasear y perderse mientras se disfruta del arte en estado puro. A su vez, también hay un mercado dedicado a la artesanía local, con varios puestos en los que los mejores creadores de la isla muestran a turistas y residentes sus piezas de bisutería, moda y marroquinería.

 

 

 

Anímate a conocer Formentera a través de sus mercadillos, recorriendo puestos repletos del mejor arte con sello propio. Una forma de acercarse a la forma de entender la vida en una isla donde las cosas suceden a otro ritmo y donde sus gentes hacen del slow life, una verdadera exhibición.

 

 

 

 

Más información: www.formentera.es

 

PUERTO ANTILLA GRAND HOTEL ES EL PARAÍSO SIN SALIR DE LA PENÍNSULA

Sin horas de avión ni cambio horario. Sin necesidad de cruzar océanos, ni cambiar de continente. En el sur del país hay un destino que te trasportará al edén…

 

 

 

Puerto Antilla Grand Hotel es un resort de cuatro estrellas ubicado en la costa onubense. Un destino de sol y playa en el que parar unos días para relajarse y disfrutar del placer de no mirar el reloj. Este hotel, reformado recientemente, cuenta con actividades para todas las edades, como miniclub, juegos en la piscina y gymkhanas para los más pequeños y Spa para los mayores.

 

 

Situado en primera línea de costa, este complejo hotelero se alza majestuoso frente a la Playa de Islantilla, en Huelva. Un lugar perfecto que combina horas de sol y muchos kilómetros de playa, en los que disfrutar del mar, la arena fina y la brisa durante largos paseos.

 

 

Este resort de cuatro estrellas cuenta con una oferta muy variada para todos sus clientes. Por ello, se convierte en la mejor opción para pasar unas divertidas vacaciones en familia, donde los más pequeños de la casa se divertirán jugando bajo la supervisión de un equipo cualificado, que cuidará de ellos. El entretenimiento no descansará ni un minuto gracias al completo programa de actividades que este complejo hotelero prepara cada temporada.

 

 

Este paraíso está creado a la medida de los niños. Ellos disfrutarán de piscinas adaptadas, un gran espacio de recreo con columpios y toboganes, además de zonas de juegos. Los más bailongos serán los reyes de la minidisco, donde sonarán los éxitos más pegadizos. Y no podemos olvidarnos de Pingo, la mascota del hotel. Este camaleón es el ídolo de los más pequeños, uno más en los juegos.

 

 

El miniclub es la estancia favorita de los niños, ya que es un lugar donde se podrán divertir mientras hacen manualidades, juegos didácticos o deportes al aire libre. Todo ello bajo la supervisión de un equipo de profesionales que consigue que las horas se pasen volando. Al final del día, son los propios niños los que no tienen prisa alguna por reunirse de nuevo con los padres.

 

 

Ahora bien, mientras los niños se divierten, ¿los padres qué hacen? Pues es muy sencillo, relajarse y disfrutar de las vacaciones, también dedicándose tiempo de calidad. Este hotel, por supuesto, tiene un plan para ellos, como un baño en cualquiera de las cinco piscinas de las que dispone el resort. Otra opción puede ser una terapéutica y reparadora sesión de spa, con un edificante circuito de hidroterapia. Este incluye piscina Climatizada, Jacuzzi, Sauna Finlandesa, Baño Turco / Baño de Vapor, ducha de cubo, ducha nebulizada, ducha corporal, ducha aromaterapia y cromoterapia, Fuente de hielo y Pediluvio.

 

 

Lógicamente, no puede faltar un tranquilo almuerzo en el Restaurante Buffet ‘Los Porches’ o, si el tiempo acompaña, una cena romántica en el Restaurante a la carta ‘El Mirador de Puerto Antilla’ bajo las estrellas. En Puerto Antilla Grand Hotel prima la apuesta tanto por el producto local de Huelva, como por las mejores propuestas culinarias de diferentes partes del mundo, cautivando a los paladares más exigentes.

 

 

Sea cual sea el motivo, Puerto Antilla Grand Hotel es un lugar idílico para tus próximas vacaciones. Allí podréis encontrar un escenario bañado por el sol, donde la temperatura se mantiene estable todo el año. Mientras que los padres desconectan y se relajan, los niños juegan y se divierten.

 

 

 

 

Más información y reservas: www.puertoantilla.com

VIVIR MENORCA EN 2024 ES UN SUEÑO AL ALCANCE DE TODOS

Un territorio apasionante en el que disfrutar de una cultura milenaria, donde el deporte es una forma de vida… ¡Una isla que parece sacada de una película!

 

 

 

2024 es un año especial por muchas razones. Es un año perfecto para elegir Menorca como destino, como punto de partida para iniciar un viaje que te hará soñar despierto. Pocos territorios son capaces de aunar una cultura histórica tan diversa y bien conservada, teniendo su legado Talayótico, flamante Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, como punta de lanza. Además, la isla es un referente en turismo activo, con un amplísimo calendario de pruebas deportivas de toda índole. No podía ser, sino ‘la isla de los pequeños placeres’, un decorado natural idílico para cualquier producción audiovisual.

 

 

La isla de Menorca inicia un 2024 cargado de ilusión por contar historias que atrapen al viajero. Hay motivos de sobra para asomarse a este balcón del Mediterráneo. Todo un compendio de postales, de rincones, de experiencias y sensaciones que no pueden dejar indiferente a nadie.

 

 

 

Menorca es cultura. Su legado en este apartado es impresionante. Desde la época más reciente hasta miles de años atrás en el tiempo… en la Edad de Bronce y Edad de Hierro. La Cultura Talayótica, recientemente declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, es el testimonio fidedigno de miles de años. Una cápsula del tiempo que relata los orígenes de la isla y el desarrollo humano de los primeros moradores de Menorca. Ese legado perdura hasta nuestros días, con sus más de 1500 yacimientos repartidos por toda la isla. Más allá de la Cultura Talayótica, Menorca acumula un verdadero tesoro cultural que queda plasmado en sus pueblos, en su tradición, sus costumbres, su artesanía y su gastronomía.

 

 

 

Ni un solo día sin deporte. Regatas de vela, vueltas cicloturistas, triatlón, trail run… Casi todas las disciplinas deportivas que puedas imaginar tienen en Menorca su espacio privilegiado para practicarlas. Menorca ofrece un amplio calendario con pruebas deportivas que la convierten en un destino de turismo activo de primer nivel. Sus espacios naturales, capacidad organizativa y oferta de alojamiento hacen de Menorca un referente para la organización de pruebas que reúnen a visitantes de diferentes puntos de la península y del resto de Europa.

 

 

 

La experiencia de vivir en un auténtico decorado de cine. Playas para el recuerdo, rutas verdes en las que perderse los 365 días del año, como el Sender de Camí de Cavalls, calles y rincones de ensueño en pueblos con una historia y alma propios… Cuesta imaginar que una pequeña isla mediterránea tenga tantas opciones para el sector audiovisual, pero es así. De hecho, Menorca Film Commission ofrece asesoramiento a productoras y profesionales, actúa como intermediaria con las administraciones que gestionan los distintos espacios e impulsa la proyección exterior de las producciones baleares.

 

 

 

 

Con su rica herencia cultural, paisajes naturales impresionantes y una hospitalidad única, Menorca se presenta como un destino que va más allá de las expectativas tradicionales. En Fitur 2024, la isla se erige como un imán para los amantes de la autenticidad, ofreciendo una mezcla perfecta de tradición y modernidad que deja una huella perdurable en cada visitante. La apuesta decidida de Menorca por resaltar su encanto singular asegura que cada viaje a esta joya mediterránea sea una experiencia inolvidable.

 

 

 

 

 

 

Más información: www.menorca.es

 

UN FERROL PARA DOS EN UNA ESCAPADA SOÑADA ANTES DEL VERANO

 

Una ciudad de rezuma historia por cada calle que recorras. Una gastronomía que conquista a cualquier paladar. Un enclave natural inolvidable. Es Ferrol.

 

 

 

 

Entre DANAS y días cambiantes, junio ha hecho acto de presencia con mucha incertidumbre y duda a la hora de programar una escapada para dos. “Es que nos llueve, es que va a hacer frío, es que el tiempo nos va a empañar el fin de semana…” Son las reticencias propias, pero por encima de todo eso esta la certeza de que hay destinos que son inherentes al clima y las estaciones. Ferrol puede ser ese destino para disfrutarlo en una escapada fantástica antes de que arranque el verano y todo se llene.

 

 

Autorregalarse un viaje de placer con un ser querido es algo que se debería repetir a lo largo del tiempo con más frecuencia. Conocer lugares nuevos, donde la historia se abra camino y os sorprenda conociendo rincones y recovecos únicos. Descubrir sabores únicos a través de creaciones singulares elaboradas con productos de la tierra. Y, como no, emocionarse al vivir en primera persona, algunas de las postales más idílicas que podemos atesorar.

 

 

 

Una visita a Ferrol no puede empezar mejor que con un recorrido por sus calles para empaparse de su esencia modernista. Edificios, algunos de ellos centenarios, que permiten conocer el estilo modernista gallego y su evolución hacia el nuevo Eclecticismo. Todo ello, obra de un visionario arquitecto, Rodolfo Ucha, que con su estilo y enfoque, consiguió imprimir ese sello tan característico y reconocible a la ciudad y que hoy en día es tan icónico y representativo de Ferrol.

 

 

Y no hay nada tan representativo en Ferrol como las Meninas de Canido. Un barrio que en otro tiempo era decadente  y un tanto gris, hoy en día desborda color, arte y un halo especial. Cientos de murales, obras irreverentes y trasgresoras, propuestas frescas y en algunos casos, divertidas. El proyecto, impulsado por el artista Eduardo Hermida, ha llenado de vida unas calles deprimidas y tristes. Encima, existe la posibilidad de recorrer estas renovadas calles junto al artista, e incluso, participar del proyecto e un taller pictórico y dejar la impronta personal en uno de sus murales.

 

 

 

Como no se conoce del todo un sitio sin explorar sus tesoros culinarios, es de obligado cumplimiento sentarse a la mesa para relamerse con un producto 100% Ría de Ferrol. Unos berberechos y almejas de las Pías, centollos, zamburiñas, nécoras, junto con los percebes del área de Ferrolterra. Los más ‘carnívoros’, pueden salivar con la exquisita ternera da Capelada. Una carne con un sabor inconfundible, obtenida de reses alimentadas a base de pasto y leche. Y para los más ‘golosos’, la ‘Castiñeira’, la genuina tarta de Ferrol elaborada a base de castañas. No se queda atrás su cremoso arroz con leche, con su capa de azúcar caramelizado en la base tan característico.

 

 

 

Para culminar la escapada, un paseo por sus espectaculares playas. Calas, playas de ría o inmensos arenales de mar abierto. Ver un atardecer en la playa de Penencia. Un paseo para dos en la preciosa playa de Doñinos o perder la noción del tiempo oteando el horizonte en la playa de San Xurxo. Ferrol vale lo que valen sus playas, y son cuatro de ellas las que cuentan con bandera azul: las anteriormente citadas Doñinos y San Xurxo, junto a Esmelle y A Fragata.

 

 

 

La experiencia de descubrir Ferrol en pareja es un regalo para ofrecer en cualquier época del año. Siempre habrá un rincón escondido que visitar. Siempre habrá un vino pendiente de tomar en alguna taberna. Siempre habrá un instante de silencio escuchando las olas del mar mientras la brisa nos llega al rostro. Siempre habrá un motivo para vivir Ferrol.

 

 

 

 

 

 

 

Más información en: visitferrol.com/

Vídeo ‘Ferrol es un regalo’: Youtube