Entrevistado hoy viernes en ‘MIRADAS VIAJERAS TV’ (Negocios TV, Canal 125 de Movistar +)
Lleva más de veinte años en el sector cruceros y, desde 2014, es el director de CLIA España, integrada en CLIA Internacional, la principal asociación de compañías de cruceros del mundo, gestada en los años 70. Una voz sobradamente autorizada para hablar de cómo ha influido la pandemia en los viajes en barco –marítimos y fluviales– y así lo ha contado hoy en ‘Miradas Viajeras TV’, respondiendo a las preguntas de Fernando Valmaseda en una entrevista realizada en el B The Travel Brand de la calle Miguel Ángel (Madrid). Alfredo Serrano considera que “la COVID ha sido shock para los cruceros pero lo fundamental es que la aceptación de este producto sigue siendo muy positiva”.
Alfredo Serrano lleva 6 años –desde su creación– al frente de CLIA España, “Asociación que representa a todas las compañías de cruceros, tanto marítimos como fluviales. El 95% de la flota actual pertenece a nuestra Asociación pero intentamos englobar a todo el sector, que es más que las compañías de cruceros; son también los guías, los autobuses, los puertos, las compañías aéreas… Es todo muy transversal e intentamos dar voz a todos los implicados”. Serrano explica que “de una flota de unos 300 barcos solo están operando 18, menos del 10% de nuestra capacidad”. Aunque añade: “Estamos operando en mercados importantes europeos como Italia, Grecia, Alemania, algunos asiáticos como Singapur y, hace unos días, en EE.UU. dieron una autorización condicional para reactivar el sector y las compañías se están preparando para operar en el que es principal mercado”.
El frenazo a un sector que en 2019 batió récords de cruceristas –en torno a los 30 millones– fue por culpa de esta inesperada pandemia: “Cerrar fue lo más prudente y oportuno, de cara a los clientes y a nuestros trabajadores”. Precisamente ellos son a quienes Alfredo Serrano pone más en valor. “La primera razón del éxito de los cruceros, por encima incluso de los propios barcos, es la tripulación. Y la paciencia que han tenido durante la pandemia ha sido extraordinaria, en algunos casos movilizando barcos propios de las compañias para poder llevar a los tripulantes a su país”.
Alfredo Serrano reconoce que fue muy duro asimilar la situación. “He sentido mucha tristeza. Intento ser positivo pero en casi todas las previsiones que hice sobre cómo iba a impactar me he equivocado; esperaba que íbamos a estar mucho mejor”. Pero ve un halo de esperanza con la aparición de las primeras vacunas: “Van a favorecer que haya una apertura. El sector cruceros siempre ha estado muy por delante del resto del turismo y de la sociedad. Hace un mes se anunció que cualquier persona que quiera embarcar deberá tener una prueba negativa de COVID19. Y en el caso de los tripulantes, tres pruebas consecutivas”. Y hace hincapié en el tema de la seguridad: “Somos muy sensibles a lo que supone una situación como esta y queremos tomar las medidas para que el virus no entre en los barcos. Para ello, cada compañía ha establecido sus protocolos, medidas, inversiones, tecnología y equipos asesorados por sus comités de expertos. Es la fase en la que se ha trabajado y se sigue trabajando. Pero ahora buscamos también un mínimo común denominador que se pueda aplicar a todos los cruceros”.
El director de CLIA España tiene dos grandes preocupaciones: “Por una lado las 34.000 familias que dependen de la actividad de los cruceros en España. Y por otro, el retraso que estamos teniendo respecto a otros países como Italia, Grecia o Alemania, que han empezado a activar sus cruceros. Aquí no hay un marco medianamente claro que permita dar confianza a las compañías de cruceros para empezar a operar”. Y reclama: “Hay que aprobar los protocolos y dar confianza a las tripulaciones, a los clientes y a los residentes en destinos. Mas de 140.000 personas han hecho cruceros en los últimos tres meses con apenas casos positivos, que han sido separados y tratados como toca hacer en la vida normal. Y España debe sumarse cuanto antes o perderemos, sin duda, parte de nuestro liderazgo”. Un liderazgo que coloca a España como el cuarto país emisor en cruceristas hacia Europa y el segundo en recepción de cruceristas. Un sector que genera en España 4.500 millones de dólares y 34.000 puestos de trabajo directos.
Alfredo Serrano confía en la recuperación del sector “por el deseo que tenemos todos de volver a viajar y porque los cruceros tienen un cliente fiel que todos los años hace alguno y sabe que si las compañías dicen que están preparadas y seguras pueden viajar con total tranquilidad; por tanto, están renovando ese voto de confianza en los cruceros”. Serrano afirma que los retos inmediatos de CLIA Internacional son “reactivar los mercados más importantes, como EEUU, principal país emisor, o el Caribe, primer destino de cruceros. También el mercado asiático, como Japón, que pronto empezará a operar el primer barco”. Y a nivel de CLIA España, el gran reto es unificar los protocolos. “No se puede esperar que cada compañía deba establecer protocolos con cada Comunidad Autónoma. El virus es el mismo y no tiene sentido que un barco que sale de Barcelona, va a las Baleares y sigue hasta Málaga deba afrontar protocolos de seguridad distintos. Esperamos que pronto se levante la prohibición de solo estar permitidos los puertos nacionales”.
Otro de los problemas es la previsión: “Si algo caracteriza al sector es que trabaja a muy largo plazo, a uno o dos años vista, porque poner en marcha un barco es tremendamente complejo y depende de muchos mercados que a veces toman decisiones mucho antes que España. Y no saber qué va a pasar en las próximas temporadas es un gran problema”.
Alfredo Serrano explica que “tenemos un comité de crisis que está permanentemente trabajando porque hay muchas compañías que operan en España e intentamos mantenerlas informadas de todo lo que está sucediendo”. Y que uno de los grandes retos a afrontar cuando pase esta crisis “es la sostenibilidad. Debemos ser capaces de trasladar a la opinión pública todo lo que se está haciendo por parte del sector para mejorar el medio ambiente. Somos líderes en su protección, en tratamiento de aguas residuales… y, sin embargo, esa no es la percepción que tiene la gente. Además, nos hemos marcado un horizonte de descarbonización para el período 2020-30 pero hay que investigar e invertir mucho. Hemos instado a la OMI (Organización Marítima Internacional) a crear un fondo financiado por nosotros mismos de 5.000 millones de dólares para financiar proyectos de I+D y crear tecnología para no depender de los fósiles”.
También tiene en el punto de mira la accesibilidad: “Este tema no se ha aparcado. El barco tiene sus retos y este es uno de ellos, tanto a nivel de espacios como de personal preparado para atenderlos. Una de las fortalezas de los cruceros es que no solo se viene a visitar lugares sino a disfrutar de un enorme abanico de actividades a bordo y que cualquier persona pueda hacerlo, sea cual sea su condición”.
Alfredo Serrano avanza el crecimiento del sector: “Para los próximos 5 o 7 años hay en cartera otros 100 barcos más grandes que los cerca de 300 que existen ahora y debemos encontrar y formar a los tripulantes para absorber este crecimiento”. Y finaliza comentando lo que le ha enseñado esta pandemia: “Me ha mostrado el lado humano de muchas personas y me ha hecho ser más humilde; porque hemos visto que cualquier día puede ocurrir algo de lo más inesperado que lo trastoque todo”.
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