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Castell Vell, un viaje de 10 siglos a los orígenes de Castelló de la Plana

De agosto a noviembre hay visitas guiadas gratuitas de carácter familiar a este fortín andalusí, en un cerro, donde se gestó la ciudad antes de trasladarse a la Plana en el s. XIII

Aunque ahora es una capital mediterránea, que acaricia el mar desde el Grau, Castelló se gestó tierra adentro, en lo alto del cerro de la Magdalena. Allí, en el siglo XI, había un castillo almohade que fue reconquistado por el rey Jaime I, quien en 1251 autorizó el traslado de la población al fértil llano, la Plana. Descubrir cómo era la vida allí, sus leyendas y anécdotas, es la esencia de ‘El castell contat’ una visitas muy especiales, pensadas para un público familiar, que podrán realizarse los últimos domingos de agosto a noviembre, de 10.00 a 11.30. Hay también visitas guiadas los primeros domingos de mes, hasta diciembre.

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La historia de Castelló de la Plana es, sin duda, muy especial. Sus orígenes no están donde ahora pueden ver los visitantes que acuden a ella, muy cerca del mar y en una zona rodeada de huertas sino en la agreste montaña. Allí, en el cerro de la Magdalena, donde cada primavera transcurre la romería hasta su ermita que supone el momento culmen de sus fiestas tradicionales, se alzan también los restos de un castillo almohade: el Castell Vell. Aquí empezó todo…

 

Este castillo musulmán fue reconquistado por las tropas del rey Jaume I en 1233 pero en menos de dos décadas se dieron cuenta que las condiciones de vida en aquel lugar tan agreste no eran las más indicadas. Por ello el propio monarca autorizó en 1251 que la población se trasladara a un lugar mucho más fértil, la alquería de Benirabé. Allí la ciudad fue creciendo y consolidándose a orillas del Mediterráneo. Se estaba gestando Castelló… de la Plana.

 

Para conocer toda esta apasionante historia, el MUCC, Museu de la Ciutat de Castelló, ha organizado unas visitas destinadas a un público familiar denominadas ‘El castell contat’. Y durante hora y media, propone un viaje en el tiempo de diez siglos, hasta el siglo XI, para conocer de forma muy amena, con historias, leyendas y anéctodas, cómo era la vida en el Castell Vell. Estas visitas, para un máximo de 35 personas, se realizarán los últimos domingos de mes, de 10.00 a 11.30 horas. El 25 de agosto (en valenciano), 29 de septiembre (castellano), 27 de octubre (valenciano) y 24 de noviembre (castellano). Son gratuitas pero es necesario hacer reserva previa llamando al teléfono 964.239.101 o mandando un email a: info@mucc.es

Al margen de estas visitas hay otras guiadas, para el público en general, los primeros domingos de mes: 1 de septiembre (nocturna, a las 20.00 horas), 6 de octubre, 3 de noviembre y 1 de diciembre, estas últimas a las 11.00 horas. Estas visitas son gratuitas pero precisan reserva previa llamando al 964.358.688 o mandando un email a: castellon@touristinfo.net. Además, durante todo el año el Castell Vell y su Centro de Interpretación puede visitarse de martes a domingo con visita autoguiada (a través de señales de parada y folletos guía) o mediantes audioguías, con un plano del itinerario.

El recorrido consta de seis paradas bien señalizadas: 1-Estructura del Castell Vell, distribuido en tres recintos amurallados independientes. 2-El Albacar, refugios temporales para la población. 3-La Alcazaba, en la parte más elevada, donde se administraba el distrito castral. 4–La casa andalusina, la más conocida del conjunto, de planta rectangular y 85 m2 de superficie. 5-El Territorio del Castell, o estructuración del entorno. 6–El Poblado, donde residia la mayor parte población.

 

     Más información en las webs https://www.castellonturismo.com/ y www.mucc.castello.es

 

Tour de shopping por Menorca a través de sus animados mercados

La isla balear ofrece un sinfín de propuestas para ir de compras en todos sus municipios, algunas de ellas arropadas por interesantes iniciativas culturales y de ocio

 

‘Noches de música en la calle’, los martes en Maó; Mercado Nocturno, los miércoles, en Alaior; ‘Viernes a la fresca’, en Ferreríes; Mercado de Capllonch, todas las tardes-noches, en Ciutadella… Tras los chapuzones matinales en sus mil y una playas y calas o las visitas monumentales de rigor, Menorca seduce también al visitante con una variada oferta de shopping en sus mercados y mercadillos para brujulear por las tardes admirando y adquiriendo sus joyas artesanales… y enlazando con animadas veladas.

 

     Aunque su casi infinita oferta playera es el principal reclamo para quienes optan por unas vacaciones o una escapada de sol y chapuzones junto al mar, Menorca ofrece muchos más alicientes a quienes se dejan tentar por ella en esta época veraniega. La posibilidad de disfrutar de deportes al aire libre por tierra y por mar, saborear una rica y variada gastronomía basada en productos de proximidad… ¡e ir de shopping!

 

Maó, puerta de entrada aérea y marítima a la isla, ofrece diversas opciones. Como su Mercado Artesanal en la plaza del Carme, martes y sábados, entre las 09.00 y las 14.00 horas; el Mercado Vintage de Antiquarios, en el claustro del Carme, los sábados, de 10.00 a 14.00 horas; o su Mercado Agrario ‘AgroMaó’, en s’Arravaleta y calle Nueva, los domingos, de 09.00 a 14.00 horas. Pero el más especial es el Mercat de Nit, todos los martes de agosto, de 20.00 a 23.00 horas, con un programa de animación veraniega bautizado como ‘Noches de Música en la calle’, en el que participan una veintena de bares.

En Ciutadella ningún visitante puede resistir la tentación de acudir cada tarde –a partir de las 19.00 horas, de lunes a jueves, y desde las 17.00 los fines de semana– al Mercat de Capllonch, en la curva de bajada hacia el puerto, repleto de tenderetes de bisutería, artesanía, ropa y complementos. También hay un Mercado Artesanal en la céntrica plaza des Born, los lunes, miércoles y viernes, de 19.00 a 24.00 horas; un Mercado Agrario en la plaza de la Llibertat, los miércoles y sábados, de 08.00 a 14.00 horas; y el Mercat Costa Marina, de artesanía, en el Portal de la Mar, todas las tardes a partir de las 19.00 horas (17.00 los fines de semana).

 

En Alaior, la cita obligada son los miércoles, de 19.00 a 23.00 horas, con su Mercat de Nit, que combina productos artesanales y agroalimentarios con actividades culturales y de ocio.

 

Ferreries también ofrece un pequeño Mercado Artesano y Agroalimentario, todos los sábados, de 09.00 a 13.00 horas, en la plaza España; y una Muestra de Producto Local y Arte, los viernes, de 19.00 a 23.00 horas, en las principales calles del centro. Pero el gran aliciente son sus ‘Viernes a la fresca’, con conciertos, bailes folclóricos, talleres, espectáculos circenses, cuentacuentos… entre las 19.00 y las 23.00 horas.

 

En Es Migjorn Gran el día clave es el martes con sus ‘Dimarts as Migjorn’, un mercado artesanal y agroalimentario combinado con actividades culturales y de ocio, de 19.30 a 23.30.

 

Sant Lluís, a menos de 10 kilómetros de Maó, tienta al visitante con su ‘Divendres fosquet’, mercado nocturno de productos artesanos y agroalimentarios en la calle Sant Lluís desde las 19.00 horas hasta la medianoche, con variadas propuestas de animación nocturna.

También cerca de Máo, pero junto al mar, Es Castell llena de artesanía todas las veladas semanales del bullicioso puerto de Calesfonts, entre las 20.00 y la una de la madrugada. Y los lunes ofrece un Mercado Nocturno de 20.00 a 24.00 horas en la calle Sant Josep.

 

En el corazón de Menorca, Es Mercadal, a los pies del Monte Toro (cima de la isla pese a sus escasos 358 metros), la cita con su Mercado de Verano son los jueves, de 19.00 a 22.00 horas, en el centro de la población. Una buena oportunidad para adquirir algún recuerdo de la artesanía menorquina o de su gastronomía. Este mercado es el más importante de la isla en cuanto a participantes… y por su historia. Precisamente el nombre de la localidad deviene de la palabra ‘mercado’. Y la autorización para hacer allí un mercado los jueves le fue concedida por el rey Jaume II de Mallorca (siglo XIII).

 

La etapa final de este tour de shopping por Menorca nos lleva a Fornells, al noreste de la isla, el auténtico ‘reino de la langosta’. Los lunes, de 18.00 a 22.30 horas, su Mercado Agroalimentario llena de gran bullicio su calle Mayor.

 

A destacar también que en los mercados artesanales y agroalimentarios se pueden encontrar los productos típicos de Menorca, desde quesos y embutidos hasta pastas y panes u objetos hechos por los artesanos textiles, de la piel o ceramistas.

 

     Más información en www.menorca.es

Roses propone un póker de experiencias veraniegas en su Castillo de la Trinitat

 

A sus visitas guiadas, habituales durante todo el año, este fortín militar del siglo XVI añade una infantil, otra al búnker, un juego para adultos y una velada celestial

 

‘Los bunkers del castillo’, ‘Noche de estrellas’, ‘La mochila del Castillo’ y ‘Misión Scape búnker Roses’ son las cuatro propuestas del Castillo de la Trinitat para hacer más amenas y divertidas las tardes veraniegas de Roses. Los lunes, jueves, viernes y sábados de agosto subir a este fortaleza de artillería –que corona un promontorio a 60 metros del nivel del mar, con espectaculares vistas de la localidad y su bahía– proporcionará agradables experiencias para compartir en familia tras una jornada de sol y playa.

    

Historia, cultura y diversión vuelven a fundirse con mágica armonía en uno de los emblemas patrimoniales de Roses: el Castillo de la Trinitat. Un fortín militar del siglo XVI estratégicamente situado para proteger la entrada al puerto de esta bella localidad, referente veraniego de la Costa Brava.

 

Dotada de muros de más de dos metros de ancho y tres terrazas donde se ubicaban baterías de cañones, obuses y morteros, esta fortaleza de artillería destacaba por su curiosa estructura: en forma de estrella de cinco puntas. Pero a nivel más lúdico, lo que llama la atención es su terraza panorámica, que ofrece una de las mejores vistas de la localidad y su majestuosa había, una de las más bellas del mundo, acariciada por las aguas del Mediterráneo.

 

Durante todo el año el Castillo de la Trinitat ofrece visitas guiadas de una hora, que en los meses de julio y agosto se realizan cada día cuatro veces: a las 17.00, 18.00, 19.00 y 20.00 horas, en castellano, catalán y francés. Su precio es de 5 euros… o de 8 euros se se hace visita conjunta a este castillo y a la Ciudadela, siendo gratuita para los menores de 7 años.

 

Pero además de esta visita convencional, el fortín propone durante el verano cuatro variadas experiencias para compartir en familia.

1 – Los bunkers del Castillo. Se realiza los lunes, a las 19.30 horas. Se trata de una visita guiada en la cual se explica cómo se defendía la bahía de Roses en las diferentes épocas. El precio es de 5 euros y gratuita para los menores de 7 años.

 

2 – Noche de Estrellas. Consiste en una visita guiada al Castillo de la Trinitat con charla y observación astronómica a cargo de Mireia Galí, miembro de la Asociación Astronómica de Figueres. Esta actividad se realiza los lunes (en catalán) y los viernes (en castellano), a las 21.00 horas, y el coste es de 10 euros por persona y gratuita para menores de 7 años.

3 – La mochila del Castillo. Se trata de una visita infantil dinamizada dirigida por una educadora para que niños de 6 a 10 años puedan descubrir de una manera amena y divertida la historia de esta fortaleza de artillería. Se realiza los jueves, a las 18.30 horas, y cuesta 5 euros por niño, siendo gratuita para los adultos que les acompañen.

 

4 – Misión Scape búnker Roses. La más activa y dinámica estas las experiencias. Se plantea a los participantes que el Servicio Secreto de Inteligencia está reclutando a los mejores escapistas del mundo para llevar a cabo una misión secreta: en 40 minutos deberán salir del búnker del castillo utilizando la lógica, la cooperación y la comunicación. Está especialmente recomendada para mayores de 12 años y se ofrece los sábados en dos sesiones: a las 19.00 horas (en catalán) y a las 20.30 horas (en castellano). El precio único es de 10 euros por participante.

Para todas estas visitas y actividades se requiere reserva previa llamando al teléfono 972.151.466 o mandando un correo electrónico a: patrimoni@roses.cat.

 

         Más información en ca.visit.roses.cat/

Cinco pistas para disfrutar de la Ciudadela de Roses en agosto

Durante el verano, el principal atractivo turístico-cultural rosense adquiere otra dimensión, mucho más lúdica, para que padres e hijos puedan compartir variadas experiencias de ocio

 

Un Taller de Arqueología, Venus, historias reales e imaginarias, Un cocinero con estrella, Gromec el gato, y una visita nocturna con fuegos artificiales constituyen el repoker de actividades con el que Roses quiere cautivar a las familias que visiten su Ciudadela este verano. Cada día de la semana, una nueva experiencia para disfrutar de esta fortaleza militar convertida en museo arqueológico al aire libre que acoge 23 años de historia.

     Construida en el siglo XVI para protegerse de los ataques por mar, la Ciudadela de Roses es el majestuoso emblema patrimonial con el que esta localidad gerundense, todo un referente de la Costa Brava, da la bienvenida a sus visitantes. Su monumental Puerta del Mar da paso a un gigantesco museo al aire libre, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1961. Un auténtico paseo por 23 siglos de historia, desde el IV antes de Cristo hasta el XIX, en que están datadas las últimas aportaciones.

 

Pero en verano, esta fortaleza militar de estructura pentagonal se transforma y adquiere otra dimensión con actividades pensadas para que las familias con hijos puedan conocerla y admirarla al tiempo que disfrutan conjuntamente de una experiencia lúdica. Estas son las cinco pistas, una para cada día de la semana, para visitarla relajadamente por las tardes, a partir de las 19.00 horas, tras una intensa jornada en las playas rosenses y cuando el sol resulta mucho menos sofocante.

 

1 – Taller de arqueológia. Se desarrolla los lunes y pretende que los niños de entre 8 y 12 años puedan descubrir el apasionante mundo de los arqueólogos de una manera amena y divertida.

2 – Venus, historias reales e imaginarias. Una visita teatralizada –los martes, a las 20.00 horas (en castellano) y miércoles, a las 22.00 horas (en catalán)­– en la que se reviven mitos y leyendas. Esta visita incluye una degustación de vinos de la bodega Empordàlia.

 

3 – Un cocinero con estrella. Otra visita teatralizada pero ambientada en el mundo de la gastronomía. En ella, el cocinero de la Ciudadela y las familias irán en busca de los ingredientes que las diferentes épocas han aportado a la cocina rosense, con una receta final muy creativa. La visita estará rematada con un pícnic familiar. Se realiza los miércoles.

4 – Visita nocturna y fuegos artificiales. Solo el jueves 15 de agosto, a las 22.00 horas, coincidiendo con la festividad de la Asunción de la Virgen María. Esta visita, también teatralizada, permitirá admirar los fuegos artificiales de la fiesta mayor de Roses desde la muralla de la Ciudadela e incluye también una degustación de vinos de Empordàlia.

5 – Gromec, el gato de la Ciudadela. Este simpático personaje será el encargado de guiar a los niños –verdaderos protagonistas de esta experiencia– por la fortaleza, descubriendo las curiosas historias que encierra e invitándoles a conocer a sus amigos títeres. Se realiza los viernes.

 

Para todas estas experiencias debe realizarse reserva previa en patrimoni@roses.cat o llamando al teléfono 972.151.466. El precio de cada actividad es de 10 euros. Al margen de estas cinco propuestas, la Ciudadela de Roses ofrece visitas guiadas de lunes a domingo, a las 10.30 y 19.00 horas (en catalán), y a las 18.00 y 20.00 horas (en castellano), por 5 euros (gratuita para menores de 7 años).

 

       Más información en ca.visit.roses.cat/

Un apasionante viaje celestial desde el Planetari de Castelló de la Plana

 

Siete talleres gratuitos a la semana, cuatro exposiciones y ocho proyecciones lo convierten en una de las atracciones de la capital de la Plana para este agosto

Observaciones con telescopio todos los miércoles. Talleres lúdico-científicos diarios sobre astronomía, la mujer y la ciencia, y el cambio climático. Exposiciones sobre plastihistoria de la música o eclipses totales de sol. Proyecciones para explorar el sistema solar o los planetas extrasolares… El Planetari de Castelló –primero construido en la Comunidad Valenciana, hace casi tres décadas– propone un intenso y tentador programa de actividades para disfrutar en familia este verano ‘viajando’ por el universo.

 

De Castelló… al cielo. La oferta veraniega de la capital de la Plana suma un nuevo atractivo turístico a sus cuatro kilómetros de playas –Pinar, Gurugú y Serradal–; a su sabrosa gastronomía, que marida mar, montaña y huerta; a sus parques naturales –Desierto de Las Palmas, Islas Columbretes, Ermitorio de la Magdalena– o a sus rutas urbanas: su Planetario.

Ubicado en el distrito del Grau, entre el parque del Pinar y el Paseo Marítimo, fue el primero de estas características construido en la Comunidad Valenciana ya que se inauguró en mayo de 1991, hace casi tres décadas. Exteriormente destaca por su cúpula blanca de 25 metros de diámetro y una escultura del castellonense Juan Ripollés bautizada como La Hembra del Mar. Y en su interior acoge un péndulo de Foucault, varias salas para exposiciones y talleres y una gran sala de proyecciones.

 

Para este verano, el planetario ha mantenido los dos ejes fundamentales de años anteriores, la divulgación científica y la astronomía, sumándole otros dos: la mujer y la astronomía y el cambio climático.

Cada día de la semana se ofrece un taller gratuito diferente, de casi dos horas de duración, que da inicio a las 18.00 horas. Los lunes, ‘Exploradores estelares’ nos descubre las estrellas más importantes del firmamento. Los martes, ‘Mujeres y ciencia’ recoge las aportaciones de las mujeres científicas a lo largo de la historia. Los miércoles, ‘Cambio climático’ propone cómo implicarse para luchar contra este gran problema de nuestro tiempo. Los jueves, ‘Club de ciencia’ realiza experimentos de física y química de forma diferente. Los viernes, ‘Instrumentos astronómicos’ construye instrumentos para observar los cambios en el cielo. Los sábados, ‘Chispa mágica’ versa sobre ciencia y tecnología. Y los domingos, ‘Ciencia Random’ anima a expresar la creatividad personal a través de la ciencia y el arte.

 

La sala de proyecciones ofrece un total de ocho, que se irán alternando todos los días de la semana, con precios de 4 euros (adultos) y 3 euros (entre 4 y 18 años). Tres de ellas son especialmente dedicadas a los niños: ‘Abuela Tierra’, que cuenta cómo nació la Tierra y la Luna. ‘La niña que sabía cominar al revés’, que nos descubre los secretos de la luna y habla con los árboles. Y ‘Explorando el Sistema Solar’, un viaje por nuestro sistema, para conocer los planetas, cometas, asteroides, etc.

Y para el público en general, otras cinco proyecciones: ‘Mil millones de soles’, sobre cómo se mide la distancia de las estrellas; ‘Planetas extrasolares’, que plantea si hay vida en algún otro planeta; ‘Astronomía, 3000 años de observación del cielo’, con hitos astronómicos de la mano de Einstein; ‘Cielo profundo’, que invita a conocer nuestro fascinante Universo; y ‘De la Tierra al Universo’, un viaje hacia los astros más alejados de nosotros.

 

A las dos exposiciones permanentes del planetario –‘Islas Columbretes’ y ‘Mineralogía y Paleontología’– se suman dos temporales: ‘PlastiHistoria de la Música’, en la que los visitantes conocerán la historia de la música a través de figuras de plastilina; y ‘Eclipses de Sol’, que muestra los acaecidos en Castelló de la Plana durante casi un siglo y medio, entre 1860 y 1905. Estas exposiciones estarán abiertas al público de forma gratuita todos los días de la semana. Por la mañana, de 10.30 a 13.45 horas; y por la tarde, de 17.00 a 20.45 horas.

 

Muy interesantes serán las veladas de los miércoles del Planetario con observaciones mediante telescopio de los cuerpos celestes, de 22.30 a 00.30 horas.

 

     Más información en las webs https://www.castellonturismo.com/ y https://bit.ly/2JBYSAN

 

Menorca descubre los secretos de la isla de Lazareto, en el puerto de Maó

De agosto a octubre, los martes, jueves sábados y domingos hay visitas guiadas a este islote del puerto de Maó donde se realizaba control sanitario para prevenir epidemias

 

Navegar por el puerto de Maó –el segundo puerto natural más grande del mundo después de Pearl Harbour– tiene muchas sorpresas: la isla del Rey, la de la Cuarentena, la fortaleza de la Mola… ¡y la isla de Lazareto! Su nombre deviene de la fortaleza sanitaria que entró en funcionamiento en el siglo XIX para aislar temporalmente a los enfermos infecciosos que llegaban por barco desde Oriente y norte de África, evitando que entraran epidemias en la isla. El Lazareto cerró sus puertas en 1919 pero fue declarado Bien de Interés Cultural en 1993. Hoy día es uno de los atractivos turísticos menos conocidos de Menorca… y escenario ideal para todo tipo de reuniones y congresos.

 

     Maó, capital administrativa y puerta de entrada aérea y marítima de Menorca, está plagada de atractivos turísticos. Algunos muy conocidos, como el Museo de Menorca (ubicado en el que fuera convento de Sant Francesc), la iglesia de Santa María, el bastión de Sant Roc, la fortaleza de la Mola… y otros no tan conocidos para el gran público, pero cargados de historia y encanto. Es el caso de la isla del Lazareto, ubicada casi a la entrada del majestuoso puerto de Maó, el segundo puerto natural más grande del mundo después del norteamericano y mítico Pearl Harbour.

 

Esta isla alberga un conjunto arquitectónico muy singular, construido entre 1793 y 1807 por orden de un ministro del rey Carlos III, el Conde de Floridablanca. Un Lazareto –establecimiento sanitario donde se trababan enfermedades infecciosas– creado al objeto de prevenir que la peste bubónica que pudieran traer barcos provenientes de Oriente o Norte de África penetrara en Menorca. Durante casi un siglo se convirtió en uno de los lazaretos más importantes del Mediterráneo occidental hasta que dejó de funcionar en 1919. Casi ocho décadas después, en 1993, fue declarado Bien de Interés Cultural.

Sumergirse en su apasionante entorno cargado de historia es posible gracias a visitas guiadas de dos horas y media de duración, que se realizan cuatro días por semana hasta el mes de octubre. Los martes, de 17.00 a 19.30 horas. Los jueves, de 10.00 a 12.30 horas. Los sábados, de 10.00 a 12.30 horas. Y los domingos, de 17.00 a 19.30 horas. El punto de partida es el Muelle de Calesfonts, en Es Castell (Maó) desde donde parte una embarcación hasta la isla de Lazareto. El precio de estas visitas es de 18 euros (adultos) y 9 euros (8-15 años).

 

Estructura del Lazareto de Maó

 

El recinto está rodeado por una muralla de piedra de 1,2 kilómetros, 7,5 metros de alto por 1,5 metros de ancho. En esta muralla se abrieron cuatro puertas que conducían a las tres zonas de aislamiento delimitadas dentro del Lazareto.

 

La ‘apestada’ estaba reservada a los tripulantes de barcos con epidemia a bordo. Contenía tres enfermerías con seis habitaciones, cocinas, retretes, lavatorios, un pozo de agua potable, locutorios y una torre de vigilancia. La ‘sucia’ albergaba a los navegantes que tenían enfermedades no infecciosas. Constaba de tres casas iguales para pasajeros con ocho habitaciones cada una, cuatro huertos, dos enfermerías, quince oratorios, cinco grandes almacenes, un corralón para ganado y una torre de vigilancia. Y la ‘sospechosa’, a los barcos que llegaban a puerto con algún enfermo entre sus tripulantes. El edificio principal estaba formado por tres alas y una galería con columnas de piedra en sus dos plantas. También contenía un pozo, una torre de vigilancia, una enfermería con ocho salas, un huerto con noria, una casa para el labrador y un almacén. Y en su parte sur, dos edificios iguales para alojar a patronos, pilotos y escribanos.

En sus cien años de servicio –desde 1817, cuando entró el primer barco, la bombarda española Antonia, hasta 1919, cuando cerró sus puertas– se atendieron 13.864 barcos para pasar cuarentena. Y un total de 111.184 pasajeros y 276.693 tripulantes fueron aislados entre sus muros. Actualmente, además de ser un atractivo turístico más de Maó y de Menorca, es un escenario ideal para todo tipo de reuniones y congresos.

 

   Más información en www.menorca.es y www.lazaretodemahon.es