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Roses descubre los secretos de su puerto pesquero y su lonja en visitas guiadas

 

Todos los viernes, a las 17.00 horas, se ofrecen visitas guiadas de una hora que permiten conocer su historia, los métodos de pesca y las especies propias del norte Mediterráneo

 

Escenario de batallas navales, punto estratégico de rutas comerciales… el puerto de Roses, cuyos orígenes se remontan al año 218 antes de Cristo, es mucho más que un lugar de cobijo para embarcaciones de pesqueras. ¿Qué se pesca en sus aguas? ¿Qué ocurre cuando regresan las embarcaciones? ¿Cómo es el espectáculo de la lonja? ¿Por qué es el puerto con más capturas de la Costa Brava y uno de los tres más importantes de Cataluña? Un aliciente más para iniciar un apasionante fin de semana en la localidad rosense.

 

     Aunque el turismo la ha convertido en punto de referencia de la Costa Brava, conviene recordar que Roses es una localidad de raíces marineras. Y la mejor prueba de ello es su puerto pesquero, de donde parten a diario los barcos que luego nutren a la localidad de la excepcional materia prima que es la base de su variada oferta gastronómica, cuyo platos estrella es el Suquet de Peix.

 

Un tanto eclipsado en verano por el puerto deportivo, que atrae a los visitantes ávidos de practicar los más variados deportes náuticos –vela, kayak, esquí náutico, windsurf, kite-surf, submarinismo, snorkeling…– el puerto pesquero cobra mayor protagonismo tras la época de los chapuzones, cuando los relajados paseos animan a dejarse tentar por la fotogenia de esas vetustas embarcaciones. De ahí que se haya incorporado también a la oferta turística rosense.

Todos los viernes (excepto el 6 diciembre), a las 5 de la tarde, hay visitas guiadas de una hora que permiten conocer tanto la historia de este puerto como los detalles de la actividad pesquera y cómo funciona la venta directa a través de la lonja, un espectáculo que guarda un cierto paralelismo con el de la bolsa por la frenética toma de decisiones a la hora de comprar la mercancía, que desfila sin pausa por una cinta mecánica ante la mirada de los compradores. El precio de la visita es de 6 euros para los adultos y de 3,5 euros para edades entre los 6 y 17 años. Los tickets pueden adquirirse en la Oficina de Turismo rosense.

24 siglos de historia

 

La privilegiada ubicación geográfica de Roses –agazapada en una de las más majestuosas y bellas bahías del mundo– marcó desde sus orígenes su simbiosis con el mar. Dotada de un puerto natural, los romanos desembarcaron en el año 218 antes de Cristo atraídos por sus condiciones físicas, su situación estratégica y su excelente comunicación.

En la Edad Media, Roses fue escenario de numerosas batallas navales, la mayoría contra las tropas francesas. Esto motivó que en el siglo XVI que se decidiera proteger el puerto con un fortín militar ubicado en lo alto del Puig Rom: el Castillo de la Trinitat, convertido hoy día en uno de los iconos patrimoniales de Roses y la mejor atalaya para admirar la localidad, sus dos puertos y su bahía.

 

Posteriormente, durante los siglos XVIII y XIX, el puerto de Roses fue uno de los lugares estratégicos en la ruta comercial de cabotaje con Francia e Italia. Y en el siglo XX se aprobó el proyecto para realizar un puerto artificial, dotándole de un muelle comercial. Las sucesivas mejoras han dado lugar a lo que hoy día es el puerto pesquero de Roses, que muestran las visitas guiadas.

 

       Más información en la web de Turisme de Roses: http://es.visit.roses.ca

Un paseo por la historia de Menorca, entre castillos y torreones de defensa y vigilancia

3 castillos, 2 fortificaciones, 15 torres defensivas, 2 bastiones, 1 portal y 4 museos configuran la Ruta Fortificada, que pone en valor su rico patrimonio histórico-militar

 

Menorca es naturaleza en estado puro ­­–así lo atestigua su reconocimiento como Reserva de la Biosfera– pero también un museo al aire libre de su apasionante historia militar. Más allá de las legendarias piedras de su cultura talayótica, hay otras que dan forma a castillos y torres de defensa que son fiel testimonio de los distintos avatares en los que se ha visto envuelta la isla balear a través de los siglos. Una treintena de edificaciones para todos los gustos, ideales para descubrirlas relajandamente en una escapada otoñal.

 

     La privilegiada ubicación geográfica de Menorca en el Mediterráneo occidental la convirtió en objeto deseo por parte de las grandes potencias europeas, que la veían como bastión estratégico perfecto para el dominio de esta parte del Mare Nostrum. Así, desde la época medieval, la isla fue añadiendo a las milenarias piedras de su cultura talayótica –talayots, taulas, navetas, poblados y necrópolis– otras sobre las que se edificaban castillos y torres defensivas; contra las razzias piratas… y contra los ejércitos invasores, ya fueran musulmanes, otomano, ingleses o franceses.

 

Estas huellas militares se han convertido hoy día en un gran atractivo turístico, perfecto complemento a las playas, la arqueología, la gastronomía y los deportes. Un conjunto de casi una treintena de monumentos patrimoniales que constituyen una paseo por la historia a través de la llamada Ruta Fortificada.

Los castillos, por su grandeza, son los que más llaman la atención de los visitantes. Hay tres. El castillo de Sant Felip, del siglo XVI, en Es Castell, sólo conserva sus galerías subterráneas. El castillo de Sant Antoni, del siglo XVII, en Fornells. Y el castillo de Santa Águeda, sobre una colina entre Fornells y Ferreries, construido por los árabes en el siglo X. El amplísimo puerto de Maó acoge también dos fortificaciones: el fuerte de Marlborough, del siglo XVIII, construido por los británicos, casi a la entrada, en cala Sant Esteve. La fortaleza de la Mola, del siglo XIX, en la que destacan la galería de las aspilleras y el aljibe de la reina. Y también el Lazareto, una fortaleza sanitaria del siglo XVIII para prevenir epidemias.

Menorca está también salpicada de torres de defensa y vigilancia, la mayoría junto a la costa pero también algunas algo más al interior. Integran la Ruta Fortificada un total de quince: Torre d’en Quart –medieval, de las mejor conservadas, cerca de Ciutadella–, la Princesa, Alcalfar, Son Ganxo, torre de Fornells, des Castellar, d’en Penjat, Sant Felipet, Sanitja, sa Mesquida, Rambla, torre de La Mola o Cala Teulera, torre de la isla de Ses Sargantanes, torre de Cala Molí y torre de Sant Nicolau, del siglo XVII. De estas torres, once fueron construidas por los británicos y cuatro por los españoles.

Dos baluartes forman parte de esta misma ruta, ambos en Ciutadella: el Bastió des Governador y el Bastió de sa Font. Mientras que Maó aporta el Pont de Sant Roc, una de las puertas de la segunda muralla y único vestigio de la misma. El complemento a todas estas construcciones son el Museo Militar de Menorca, en Es Castell, el Museu de Menorca y Ca n’Oliver, en Maó, y el Museo Municipal de Ciutadella.

 

                                       Más información en la web: www.menorca.es

Diez pistas para descubrir el corazón urbano de Castelló de la Plana

Castelló de la Plana atrae al visitante por su sabrosa y variada oferta gastronómica –perfecto maridaje de mar, montaña y huerta– pero atesora también un patrimonio histórico que supone el complemento perfecto a una escapada inolvidable. Desde su corazón urbano, la Plaza Mayor, arranca una ruta con sabor a pasado medieval y toques modernistas en una ciudad que se gestó en la montaña pero que se trasladó al llano en el siglo XIII para crecer a orillas del Mediterráneo.

 

 

Una majestuosa alfombra verde –el parque de Ribalta– da la bienvenida al visitante encauzando sus pasos hacia el corazón de Castelló de la Plana, ese casco antiguo rebosante de historia, donde las calles se estrechan dando cobijo a milenarias piedras sobre las que se levantaron los principales iconos patrimoniales castellonenses.

 

Para descubrirlo y admirarlo en toda su esencia, nada mejor que seguir estas diez pistas, que arrancan en la plaza Mayor:

 

1–El Ayuntamiento. Más allá del carácter administrativo que alberga en su interior, vale la pena admirar por fuera este edificio de estilo clásico italiano, construido entre los siglos XVII y XVIII. En su fachada toscana, de tres alturas, destaca un porche con siete arcos. Y en su interior conserva esculturas, pinturas y frescos de los siglos XIX y XX.

 

   2–El Fadrí. Símbolo de Castelló, esta torre-campanario del siglo XV, de 60 metros de altura y planta octogonal, tiene la singularidad de no estar unida a la catedral –como es habitual en la mayoría de ciudades y pueblos– sino que permanece aislada, ‘soltera’ (de ahí su nombre). Dividia en cuatro cuerpos, desde lo alto se observan las mejores panorámicas de la ciudad.

 

   3–Concatedral de Santa María la Mayor. Gótica del siglo XII, su historia está plagada de avatares, incluido su incendio y demolición en 1936… y su reconstrucción en 2001. En su interior conserva una imagen de la Inmaculada, del siglo XVIII, imágenes barrocas, lienzos y piezas de orfebrería. La más antigua de sus tres portadas está en la calle Arcipreste Balaguer.

 

     4–Mercado Central. Completa el poker de la plaza Mayor. Edificio del principios del siglo XX, remodelado en 1985. En su interior el visitante hallará un verdadero festival de colores, sabores y olores, pudiendo adquirir los productos frescos del mar y la huerta castellonenses.

     5–Teatro Principal. Inaugurado en 1894, con exterior de corte neoclásico. La restauración total de sus estructuras en 1999 recuperó su configuración original de teatro ‘a la italiana’. A destacar las pinturas del techo de la sala y la embocadura del escenario, y el Telón de Boca.

 

6–Casino Antiguo. Palacete del siglo XVIII, remodelado en 1922. Su fachada escalonada arranca en la torre de su esquina y reduce su altura hasta dos plantas. En la actualidad acoge variados eventos públicos y privados.

7–Correos y telégrafos. De estilo modernista, llama poderosamente la atención por su exterior, con ladrillo, cerámica y vidrio que recuerdan la tradición musulmana. Construido en 1932 dispone de tres plantas y ocupa las cuatro esquinas, lo que le otorga gran empaque.

 

8–La Farola. Santo y seña del legado modernista, data de 1876 y fue construida sobre el lugar de coronación de la imagen de la Patrona de la Ciudad, la Mare de Déu del Lledó. Ubicada en el centro de una rotonda, a un lado pueden admirarse edificios de fachadas modernistas.

9–La Lonja del Cáñamo. Edificio barroco del siglo XVII creado para albergar un negocio importante de aquella época, pues de esta planta se obtenía una fibra para usos textiles. En la actualidad pertenece a la Universidad Jaume I, como centro de desarrollo cultural y educativo.

 

10–Muralla Liberal y Torre dels Alçaments. La primera es la única que se conserva de la ciudad, levantada en 1837 sobre las murallas medievales existentes, tras el asedio por parte de las fuerzas carlistas. En cuanto a la Torre, los vestigios se hallan en un aula-museo de acceso libre por la plaza de las Aulas. Es el único vestigio significativo de la fortificación medieval de la ciudad y corresponde a la base de uno de los portales del recinto amurallado.

 

 

Más información en la web: https://www.castellonturismo.com

 

 

 

 

Roses vibra en la playa con un ‘Festivalet’ y mágicas puestas de sol

El 9 y 10 de noviembre celebra el ‘veranillo de San Martín’ convirtiendo su bahía en una sala de conciertos al aire libre, admirando el crepúsculo frente al Mediterráneo

 

En Roses, el verano emerge por unos días…¡en pleno otoño! Y por cuarto año consecutivo invita a disfrutar de sus playas amparada en la subida de temperaturas del llamado ‘veranillo de San Martín’. Todo ello, arropado de música indie sobre la propia arena; una campaña gastronómica con menús de 14 a 37 euros, servidos por una docena de restaurantes… y un espectáculo natural inigualable: las puestas de sol más espectaculares de la Costa Brava.

 

     Más allá de sus impactantes monumentos patrimoniales ­–como la Ciutadella o el Castillo de la Trinitat– Roses atesora un atractivo turístico natural único: sus puestas de sol. Cuando éste languidece acunándose en el horizonte Mediterráneo, el cielo rosense se convierte en una prodigiosa acuarela de tonos rojizos, amarillentos y azulados, entre las nubes, que lo convierten en el más llamativo de los lienzos naturales.

Amparado en este espectáculo y en la tregua climática del llamado ‘veranillo de San Martín’, Roses puso en marcha un ‘Festivalet’ que este año llega a su 4ª edición, maridando la música indie más ecléctica con la sabrosa gastronomía de esta localidad, auténtico referente de la Costa Brava.

 

Las mañanas del sábado 9 y domingo 10 de noviembre, la plaza de les Botxes, combinará desde las 11.30 horas ‘tastets gastronómicos’ con música chill out de DJ y los conciertos de Carla y de Marcel Lázara y Julia Arrey. Y por las tardes, el escenario se trasladará a la playa de la Perola, con más musica chill out, desde las 16.00 horas, y los conciertos de Marion Harper, Cala Vento y Roger Mas… fusionados ya con el crepúsculo.

El complemento a la música será una campaña gastronómica en la que 12 restaurantes propondrán un ‘Menú Festivalet’, con precios que van desde 14 a 37 euros, y platos como ‘Rape al ajo quemado con boniatos, ‘Dados de pez espada adobado con Parmentier de patata’ o ‘Paella de montaña con boletus y trompetas de la muerte’. Los restaurantes participantes este año son: Àncora, Àsia, Bitàkora, Ca la Valèria, Can Cervera, El Cerdanya, Falconera, Gaia, La Estancia, Rocfort, Taberna las Tablas y Tramonti Platja. Además, de 11.30 a 14.00 horas podrán degustarse ‘Tastets gastronómicos’ delante del mar y postres de Roses a 5,33 €… precio que coincide con la hora de la puesta de sol del ‘Festivalet’.

Preámbulo por Halloween y concurso en Instagram

 

El fin de semana anterior al Festivalet, Roses también propone interesantes alicientes coincidiendo con la ‘castañada’ y el puente de Halloween. Del 1 al 8 de noviembre, a las 16.30 horas, habrá salidas en menorquina para ver la puesta de sol desde el mar (previa reserva); el 1 de noviembre, el Castillo de la Trinitat acogerá un espectáculo teatralizado, y el domingo 3, un concierto meditativo de sonidos armónicos; y el 3, 9 y 10, taitxí gratuito en la playa de la Perola.

 

También habrá un Concurso Fotográfico en Instagran, publicando imagénes de puestas de sol y del Festivalet, los días 9 y 10 de noviembre.

        Más información en las webs: http://es.visit.roses.ca y www.festivaletroses.cat

Sitges fusiona las culturas irlandesa y catalana en un gran festival

 

Del 24 al 27 de octubre, acoge la 7ª edición del Festival Sitges Live19 by Creative Connexions, que aúna música y tradiciones de ambos países

 

Sitges sigue a la vanguardia del turismo cultural con todo tipo de variadas propuestas. Como la que se gestó hace siete años, bautizada como Sitges Live’19 by Creative Connexions. Un creativo puente para conectar dos culturas de gran pluralidad como la irlandesa y la catalana. Durante cuatro intensos días, la localidad barcelonesa vibrará al son de medio centenar de artistas, arropando los conciertos de espectáculos gratuitos por las calles, desfiles, gastronomía, lecturas, exposiciones y talleres.

 

     De las películas… ¡a la música! Apenas diez días después de poner ‘the end’ a su Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya, la localidad barcelonesa se transformará en un macro escenario que acogerá la 7ª edición del Sitges Live´19 by Creative Connexions, original festival que, del 24 al 27 de octubre, fusiona dos grandes culturas como la irlandesa y la catalana.

Dos serán los conciertos estrella de este evento. El viernes noche, el que ofrecerá el cantautor Paddy Casey en el Teatro El Prado, con canciones de su último álbum, ‘Turn this Ship Around’. Y sábado noche, en el mismo escenario, el del músico folk John Sheahan (The Dubliners) y su violín, acompañado de sus invitados, toda una leyenda que celebra su 80 aniversario.

 

Otros destacados artistas que intervendrán a lo largo del evento son Jack O’Rourke, Catthy Jordan, Martin Tourish, Saoirne Casey, Mossie Martin, Sibeal Davitt, o la orquesta folk NoCrows. A ellos se unirán las Carbonell Sisters, el multiinstrumentalista catalán Joan Pinós, el graller Enric Montsant, Anais Falcó (violín) o Lluís Molas (percusión). Y durante el fin de semana los preciosos Jardines del Prado acogerán las esperadas sesiones de conciertos diurnos maridadas con un extenso surtido de tapas y bebidas.

 

El festival de este año, además, será testigo de tres estrenos mundiales de nuevas obras irlandesas, un espectáculo de danza de alta energía, Riverdance, el sábado 26, con el bailarín James Greenan; y el domingo 27 de octubre la dinámica orquesta folk NoCrows, un grupo único con diversas raíces musicales, desde la tradicional irlandesa hasta la rumba latina, música clásica, jazz, rock y música balcánica.

Durante el fin de semana, las Sesiones de los Jardines del Prado presentarán a los excepcionales músicos del festival en uno de los jardines más bellos de Sitges, con conciertos diurnos al aire libre que se han convertido en uno de los favoritos del público del festival.

 

Quienes se dejen tentar por Sitges durante este último fin de semana de octubre podrán deleitar sus oídos con los coros del Lucan Gospel Choir, Month Dublin Singers y Mediterránea o disfrutar de una treintena de eventos gratuitos, que incluyen un Paseo por Sitges, un desfile desde la Fragata hasta El Retiro, un programa dinámico para los más jóvenes, los talleres Have a Go… e incluso una exhibición castellera a cargo de la colla de Sitges, el sábado 26, a las 18.00 horas junto al ayuntamiento.

 

Lugares más íntimos como L’Avinyet, la galería de arte Àgora, El Donostiarra, el bar Rialto, Alenti, Tres Quarts, la cafetería Montroig, el Gin Tub, el bar Pic-Nic, Wylies, Merci Fish & Chips, Treinta y Tantos, Casablanca, Café Roy o los Jardines del Retiro serán escenario de sesiones de música en las que primará la cercanía con los artistas en cuatro mágicos días con los sonidos y colores de una Irlanda hermanada culturalmente a Catalunya.

 

     Más información en la web de Turisme de Sitges, www.sitgesanytime.com, y en la web del festival: www.creative-connexions.eu/

 

Roses propone una escapada ‘del Pilar’ con cerveza artesana y música

Del 11 al 13 de octubre la localidad de la Costa Brava (Girona) acoge la 2ª edición de la Feria de la Cerveza Artesana & Music

 

Roses sigue reinventando su otoño con interesantes propuestas de ocio y diversión que invitan a una escapada. Como esta que marida birras y canciones en pleno weekend del Pilar. Disfrutar de su excelente clima mediterráneo y su valioso patrimonio cultural –Ciudadela, Castillo de la Trinitat, Ruta Megalítica, Castrum visigótico…– tendrá el valor añadido de saborear la excelente cerveza artesana de cinco empresas productoras amenizada con las actuaciones de seis grupos que deleitarán a ritmo de blues, rock, funk, soul o pop.

 

     Pese a que la bahía de Roses sigue siendo el majestuoso escenario de relajantes paseos –una vez guardados en el armario el bañador, la toalla y las chanchas– una gran carpa instalada en la plaza de la Illa d’Itaca le rivalizará en protagonismo durante el fin de semana que coincide con la festividad del Pilar. Del 11 al 13 de octubre, la localidad gerundense, referente de la Costa Brava, acogerá por segundo año consecutivo la Feria de la Cerveza Artesana & Music; una excelente oportunidad para poner en valor esta bebida tan popular… pero elaborada con ingredientes tradicionales y una fabricación manual que la hacen muy especial.

En esta edición se amplían los productores participantes, pasando de tres a cinco: La Selvaseria (Vidreres), Limbik Co. (Figueres), Santa Pau Ales (Santa Pau), Terrea Aspra (Tortellà) y Vicbrewery (Vic). Todos ellos ofrecerán sus mejores productos artesanales compartiendo carpa con un bar que ofrecerá bebidas sin alcohol y alguna cosa para picar y acompañar a las degustaciones; un servicio abierto a las entidades benéficas del municipio para posibilitar que puedan aprovechar también la feria para recaudar fondos para sus proyectos, afirmó la alcaldesa de Roses, Montse Mindan, en la presentación de la feria.

 

La ubicación de la misma, distinta al frente marítimo –lugar habitual de visita y tránsito por parte de los turistas–, pretende también diversificar los espacios donde se realizan actividades lúdicas a lo largo del año, ampliando así la actividad económica de bares y restaurantes, explicaba el concejal de Promoción Económica, Félix Llorens.

Y como complemento perfecto a las degustaciones de cerveza artesanal, nada mejor que la música que ofrecerán seis grupos. El viernes: DGremlins, con sus versiones de blues-rock, y los rockeros The Bazagas. El sábado, Xics, con su concierto familiar pop; The Seventhies, con sus versiones rockeras de los años setenta; y Superfluid, apostando por el rock, el funk y el soul. Y el domingo, el rhythm’n’blues de The Rhytmin Treasures. Hemos buscado una programación adaptada a las características de la feria, con propuestas de diversos estilos musicales para atraer a un público amplio, sin olvidar al familiar, que contará con un concierto dirigido a los más pequeños, apuntaba el concejal de Cultura y Fiestas, Èric Ibáñez.

   Más información en la web de Turisme de Roses: http://es.visit.roses.ca