En el coqueto Parque Municipal de Albendín, se alza un monumento que recuerda historias de un pasado centenario: la Noria de Albendín. No es una noria cualquiera, sino una réplica magistral de las antiguas norias árabes que antaño salpicaban el paisaje, un eco tangible de la rica herencia andalusí de la región y símbolo indiscutible de la pedanía baenense.
Esta joya de la ingeniería tradicional, construida con esmero por el artesano local D. Juan Antonio Hinojosa Rayes, no es solo un vestigio del pasado; es una estructura viva. Con una elegancia sorprendente, continúa funcionando a la perfección, elevando el agua que, a través de un acueducto que serpentea junto a la piscina municipal, riega los bellos jardines del parque.
La Noria de Albendín se ha erigido como un auténtico símbolo del pueblo, una identidad visible que Albendín abraza con orgullo. Su relevancia ha trascendido lo local, pues en 2007, la Consejería de Medio Ambiente la reconoció como monumento de interés hidráulico, un merecido tributo a su valor histórico y funcional.
Emplazada en un sólido edificio de mampostería, de aproximadamente 14 metros de largo por 4 de ancho, la noria es el corazón de un sistema ingenioso. Dentro de este recinto, el canal de agua que impulsa la noria, la propia noria y el añaquil que recoge las aguas vertidas por los cangilones trabajan en armonía. El agua fluye desde el extremo sur del edificio, pasa por un ranzal de hierro que filtra las impurezas del río y es regulada por una compuerta de hierro y madera, antes de golpear la parte inferior de la noria y volver al cauce del río por el extremo septentrional.
Más allá de su singularidad, la Noria de Albendín es uno de los elementos patrimoniales más importantes de la pedanía, un recordatorio palpable de una vega que en su día estuvo salpicada de norias y azuas, sistemas esenciales de elevación y riego tradicional. Su importancia se subraya al ser el único representante de las norias de vuelo para regadío incluido en el inventario de Monumentos Patrimonio Hidráulico Andaluz. Además, forma parte de los hitos singulares del itinerario fluvial del Guadajoz, integrado en la red supramunicipal de espacios libres del Plan de Ordenación del Sur de Córdoba. Este itinerario, ligado a la puesta en valor de la vereda del Guadajoz, una de las vías pecuarias de mayor interés por sus espacios naturales y paisajísticos, invita a un disfrute público de la naturaleza y a la contemplación serena del paisaje.
La Noria de Albendín no es solo una estructura; es un portal al pasado, una muestra del ingenio andalusí que sigue girando, regando no solo jardines, sino también la memoria de un pueblo.
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