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Formentera, a través del paladar

 

La menor de las Pitiusas apuesta por la gastronomía slow food y pone en valor su cocina tradicional con productos autóctonos, incluidos los propios vinos de la tierra

 

¿Puede una isla paradisíaca cautivar también por el paladar? Pues… ¡Sí, por supuesto! Y un perfecto ejemplo es Formentera. Pensar en ella es soñar con playas salvajes de aguas cristalinas y románticas puestas de sol junto a faros y acantilados… Pero los sentidos nos guían también hacia otra dimensión emocional: la de los sabores y olores de una gastronomía que ensalza con sabiduría las recetas tradicionales, marcadas por el vínculo con el mar y la agricultura de secano. Frit de polp, Calamars a la bruta, Bullit de Peix… auténticas delicias culinarias que alcanzan la excelencia maridadas con los vinos de sus dos bodegas: Cap de Barbaria y Terramoll. Porque Formentera, apetece.

 

 

Una de las imágenes más sorprendentes que ofrece el paisaje de Formentera es la de tiras de pescado colgando de ramas de sabina. Es el Peix Sec (pescado seco), uno de sus principales productos autóctonos e ingrediente estelar de la Ensalada payesa. Pescado –raya, cazón…–que, una vez secado al sol, se tuesta al fuego, se desmenuza y se conserva con aceite de oliva. Pero hay muchos más productos de proximidad, como la miel (de romero o tomillo), los higos secos, el bescuit (pan de prolongado horneado)… o incluso la sal líquida, de gran calidad por la pureza que le otorga al agua del mar la Posidonia Oceánica, y que se presenta en vaporizador para condimentar platos fríos y entrantes.

 

 

La tradición culinaria de Formentera, transmitida de generación en generación, se plasma en la mesa con platos como del Frit de polp (frito de pulpo), los Calamars a la bruta (en su tinta), el Sofrit pagès (con carne y patatas) o el Bullit de Peix (guiso de pescado y patatas). Como dulce guinda, en los postres, las Orelletes (dulce anisado), la Greixonera (pudin de ensaimada) o el Flaó (pastel de queso fresco con hierbabuena). Y como remate digestivo, un Licor de hierbas (aprovechando las muchas arómaticas de la isla, en especial el tomillo).

 

 

Pero, como no hay comida perfecta sin un buen maridaje vinícola, la menor de las Pitiusas también cuenta con los excelentes caldos de sus dos únicas bodegas. Cap de Barbaria, cerca de Sant Francesc, trabaja con cuatro variedades de uva (Cabernet sauvignon, Merlot, Monastrell y Fogeneu) produciendo dos excelentes vinos: Cap de Barbaria y Ophiusa. Y al otro extremo de la isla, en el altiplano de La Mola, la bodega Terramoll elabora otros seis vinos: Es Monestir y Es Virot (tintos), Savina, Lliri Blanc y Es Vermut (blancos) y Rosa de Mar (rosado).

 

La oferta gastronómica se complementa con el mapa Formentera slow food’ que pone en valor todos sus variados productos de proximidad, señalando 16 lugares repartidos por toda la isla –Es Pujols, Sant Francesc, Sant Ferran…– donde adquirirlos, desde verduras ecológicas a hortalizas, butifarró, sobradada o carnes, como la del cordero de Formentera. Un mapa no solo en papel sino también digitalizado y adaptado para smartphones. Además, quien desee preparar alguno de los platos típicos de la isla puede seguir las recetas que hallará en: https://bit.ly/3oqhxAy

 

Más información: https://www.formentera.es

 

El Xacobeo 2021 también se vive y se siente por la Provincia de Cáceres

 

Siguiendo tres rutas –Vía de la Plata, Vía de la Estrella o el Camino de Galisteo a Riomalo de Abajo– los peregrinos que opten por el sudoeste español podrán llegar a Santiago atravesando el mágico entorno natural cacereño

 

Que un evento se celebre tan solo unas 14 veces cada siglo habla de su magnitud y singularidad. Y formar parte del mismo es un privilegio solo al alcance de unos pocos destinos. Como la Provincia de Cáceres, que será protagonista del Xacobeo 2021, una gran cita internacional que aúna historia, naturaleza, patrimonio… y espiritualidad. En especial a través de la Vía de la Plata –histórica senda romana que conectaba el sur con el norte de España– las tierras cacereñas acogerán a los miles de peregrinos que las atraviesen rumbo a Santiago de Compostela para alcanzar el jubileo. Y caminando por ellas, podrán respirar aire puro, degustar sus productos de proximidad, admirar sus joyas monumentales y contemplar las estrellas en uno de mejores cielos nocturnos de nuestro país.

 

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La Vía de la Plata, que atraviesa de sur a norte la Provincia de Cáceres, cobra este año especial protagonismo con motivo del Xacobeo o Año Jubilar, que se celebra cuando el Día del Apóstol Santiago (25 de julio) cae en domingo, como en este 2021. Una excelente oportunidad para hacer senderismo y alcanzar el jubileo en Santiago de Compostela.

 

Aunque, además de una estimulante práctica de turismo activo, el Xacobeo supone también un buen motivo para el reencuentro con uno mismo y la reflexión en contacto directo con la naturaleza. Un momento para ‘volver a lo que amas’ recorriendo la Provincia de Cáceres en cuanto la situación lo permita y siguiendo todos los protocolos sanitarios. Calzado apropiado para largas –aunque sosegadas– caminatas, sombrero, bastón, agua, viandas… y empezar a andar descubriendo todo lo mucho que ofrecen las tierras cacereñas: inmensas dehesas, bosques, embalses, ríos, puentes, pueblos cargados de historia y riqueza patrimonial; y, como no, una gastronomía de proximidad, sabrosa y auténtica. Y al término de cada jornada, tras recordar los momentos y experiencias vividas, alzar la mirada para contemplar el mágico espectáculo de las estrellas en uno de los mejores cielos nocturnos de España, reconocido como Destino Starligth en algunas zonas de la provincia.

 

Quienes opten por ir hacia Santiago por la Vía de la Plata podrán admirar lugares únicos, desde la comarca de Montánchez-Tamuja a las monumentales Cáceres o Plasencia; desde Trasierra-Tierras de Granadilla –con la legendaria Cáparra romana– al Valle de Ambroz, que cobija las medicinales aguas de Baños de Montemayor…

 

 

Otras dos rutas alternativas

 

También se puede ir hacia Santiago de Compostela por la Vía de la Estrella, que toma su nombre por partir del Arco de la Estrella, puerta oeste al recinto amurallado de Cáceres, y por coincidir en orientación con la Vía Láctea, que marca el rumbo de esta ruta. A partir de la Vía de la Plata, entronca con una antigua calzada romana que enlazaba Mérida, Cáceres y Braga por lo que también transcurre por tierras portuguesas. Y una vez allí, seguir por el Camino Portugués que conduce hasta Santiago de Compostela.

 

Una tercera opción cacereña es el Camino de Galisteo a Riomalo de Abajo, que transcurre por una estrecha senda paralela a la Vía de la Plata que parte de la localidad de Galisteo –con un valioso conjunto histórico mozárabe– junto al río Jerte. Esta ruta permite admirar lugares como el embalse de Valdeobispo o localidades como Santa Cruz de Paniagua o El Bronco antes de sumergirnos en la magia de Las Hurdes para finalizar en el fascinante Meandro del Melero, uno de los más singulares y cautivadores espacios naturales de la Provincia de Cáceres. Y desde allí, enlazar con el Camino Portugués en pos del jubileo.

 

 

         Más información: www.descubrircaceres.com

El secreto de la verdadera magia de Menorca

 

Más allá de sus mil calas y playas, de su naturaleza, gastronomía y patrimonio, hay algo que distingue a Menorca y atrapa al visitante: su manera de entender la vida, forjada con el paso de las distintas civilizaciones que han dejado huella en ella. Los gestadores de la cultura talayótica, allá por el 1400 a.C., los romanos, los vándalos y los bizantinos, los musulmanes… y, más recientemente, los ingleses (sobre todo) y franceses. Todos ellos contribuyeron a definir el carácter del menorquín, que recibe al visitante con los brazos abiertos, dispuesto a que se sienta como en su propia casa. Un valor inmaterial pero que, sin duda, agradece el viajero, quien rápidamente olvida el estrés de la vida cotidiana para disfrutar por unos días de la mágica esencia de la isla. Un lugar donde se vive, siente y disfruta a ritmo slow. Tentador, ¿verdad?

 

‘El factor humano’ –título de una de las más prestigiosas novelas de Graham Greene– serviría para definir el secreto mejor guardado de Menorca: sus gentes que son las que dan vida a todo lo demás. Empezando por esas milenarias piedras que configuran una de las señas de identidad de la isla: la cultura talayótica, que en febrero de este año será presentada por España como candidata a Patrimonio de la Humanidad.

 

 

     Visitar un destino conlleva algo más intenso y profundo que la simple contemplación de monumentos o hacer selfies junto a ellos. Es sumergirse en la propia historia de cada uno para entender su verdadero significado, el resultado de lo que contemplan nuestros ojos. Y todo ello hay que saber contarlo, con orgullo y con pasión, como lo hacen los menorquines. Solo así es posible entender cómo esos conjuntos de milenarias piedras componen navetas, talayots, taulas o necrópolis, auténticas obras de arte pétreas de una civilización que empezó a marcar el destino de Menorca, su diferenciación como una isla única en el Mediterráneo.

 

La historia también está perfectamente fusionada con la conservación del territorio de la isla, Reserva de la Biosfera desde hace un cuarto de siglo. Dan fe de ello senderos como el Camí de Cavalls, 185 kms que recorren todo el perímetro costero y cuyos orígenes se remontan a 7 siglos atrás cuanto, en tiempos del rey Jaime II, se ordenó mantener un caballo armado para vigilarla ante posibles ataques por mar. O el Camí d’en Kane, construido durante la dominación británica (siglo XVIII) por orden del gobernador inglés Richard Kane y que durante un siglo se convirtió en el eje principal de Menorca, de Ciutadella a Maó. En la actualidad parte de este camino –desde Es Mercadal a Maó– es una ruta paisajística.

 

 

     También la gastronomía de Menorca –que le ha valido el reconocimiento de Región Europea de la Gastronomía 2022– es rica en matices de otras culturas que han dejado su poso en muchas de sus recetas. Como el vino, que implantaron los romanos; el cuscussó, dulce típico navideño, heredado de los árabes; la ginebra menorquina autóctona, el Gin Xoriguer, de influencia británica al igual que el brou de xenc (caldo ternera); o la salsa mahonesa, que durante la dominación francesa entusiasmó al Duque de Richelieu (siglo XVIII), quien ‘exportó’ la receta a Francia con el nombre de mahonnaise, en honor a Maó.

 

Y más allá de la propia tierra también está el cielo, que ya observaban los antepasados menorquines y que ha derivado en otro de los grandes atractivos de la isla, declarada Destino y Reserva Starlight por su nitidez nocturna, nula de contaminación lumínica.

 

El secreto de la verdadera magia de Menorca está, precisamente, en haber sabido mantener la autenticidad de esa esencia multicultural que ha impregnado el carácter menorquín. Historia, naturaleza, costumbres, tradiciones… pero, sobre todo, personas. Parad los relojes y disfrutad de esta magia de Menorca como hacen los menorquines: poc a poc.

 

                             Más información en: www.menorca.es

Seis citas gastronómicas para degustar Roses

Además de sus 16 calas y playas, su gran patrimonio cultural, sus espacios naturales y su variada oferta de turismo activo, la localidad rosense cautiva por su cocina

 

La Feria de la Rosa, la Ruta de Tapas, la Feria de la Cerveza, la Campaña del ‘Suquet de Peix’, el Festivalet Posta de Sol y la Campaña ‘Ven a tomar el vermut a Roses’ son las seis citas con las que Roses tienta a los paladares más exigentes. Adaptadas a los protocolos sanitarios de seguridad pertinentes –y siempre que la evolución de la pandemia no obligue a modificar las fechas– todas ellas constituirán uno de los platos fuertes de la localidad para tentar al viajero con una sabrosa escapada en cualquier época del año. Este 2021 Roses está… ¡para comérsela!

 

     Si viajar es un placer, uno de sus mejores complementos a la hora de escoger destino es, sin duda, la gastronomía. Nada mejor después o a mitad de una intensa jornada de visitas o de actividades al aire libre que sentarse a la mesa para reposar, comentar las experiencias vividas… y degustar la cocina del lugar. Y Roses, localidad de referencia en la Costa Brava catalana, cautiva también por el paladar.

 

Su variada oferta de restauración, basada fundamentalmente en productos de proximidad –en especial los frutos del mar que llegan a su lonja, maridados con los vinos de la DO Empordà– y de temporada tiene el perfecto complemento en estas seis citas consensuadas por la concejalía de Promoción Económica y el sector de la restauración, representado por 22 restauradores. Este es el calendario gastronómico rosense para un 2021, respetando la evolución sanitaria.

 

1–Feria de la Rosa. Del 3 al 6 de junio. Incluirá dos campañas gastronómicas con una duración de 7 o 10 días, que se decidirá en función de la situación sanitaria del momento. Una es ‘1.000 Roses en Roses’, cuya particularidad es la de invitar al ‘Menú de la Rosa’ a mil mujeres que se llamen Rosa o sus derivados y compuestos (Rosalía, Rosario, María Rosa…). Y la otra, ‘Cócteles de Roses’, con combinados inspirados en el mundo de las rosas y creados especialmente para la ocasión por los locales participantes.

 

2–Ruta de las Tapas de Roses. Del 17 al 26 de septiembre. Oportunidad de probar casi un centenar de estas creaciones culinarias en miniatura maridadas con vinos de la DO Empordà, de la que Roses forma parte.

 

3–Feria de la Cerveza. Del 8 al 12 de octubre. Una excusa perfecta para una escapada a Roses en el Puente del Pilar, en la que degustar la cerveza artesana elaborada por varias empresas productoras. Esta feria se complementará con la propuesta ‘Menú maridado’.

    

     4–Campaña del ‘Suquet de Peix’. En octubre (fechas por concretar). En ella Roses pone en valor el plato estrella de su cocina: un antiguo guiso de pescadores que, con el tiempo, se ha convertido en un exquisito manjar enriqueciendo la materia prima con pescado de calidad en lugar de la morralla de antaño. Suelen participar en la misma una docena de restaurantes ofreciendo menús cuyo plato principal es el Suquet, con la personal versión de cada local.

 

5–Festivalet de Roses. Del 12 al 14 de noviembre. Un evento que combina música y gastronomía con las espectaculares puestas de sol otoñales de la localidad, sobre su majestuosa bahía, aprovechando la bonanza climática del llamado ‘Veranillo de San Martín’. Incluye el ‘Menú Festivalet’.

 

6–Campaña ‘Ven a tomar el vermut a Roses’. A finales de noviembre, como de las fiestas navideñas. Una campaña que consiste en invitar a un vermut a todas aquellas personas que realicen sus compras en Roses, apoyando el comercio local.

 

                                       Más información en: http://es.visit.roses.cat/

Claudia Hernández: «El golf en España es un motor turístico que genera 13.000 millones de euros»

 

La Presidenta de la Asociación Española de Campos de Golf, entrevistada hoy viernes en ‘MIRADAS VIAJERAS TV’ (Negocios TV, Canal 125 de Movistar +)

 

¿Qué impacto tiene el turismo de golf en España? ¿Por qué somos el primer país del mundo en recepción de turistas de golf? ¿Cómo le ha afectado la pandemia al Sector? ¿Cuáles son sus retos? ¿Qué supone para el refuerzo de la Marca España? Todos estos, y otros temas, han sido analizados esta mañana por Claudia Hernández, Presidenta de la Asociación Española de Campos de Golf, en ‘Miradas Viajeras TV’. Entrevistada en el Champions Bar del Hotel Madrid Marriott Auditorium, Claudia ha respondido a las preguntas de Fernando Valmaseda. Más que un mero deporte, el golf es una industria turística que “crea empleo, bienestar y riqueza; más de 121.000 puestos de trabajo directos e indirectos y el 95% de ellos son fijos y a jornada completa”, afirma. Y añade convencida: “El golf tiene que ser la palanca de recuperación para el turismo español”

 

 

     Claudia Hernández, empresaria y técnica en actividades turísticas, lleva cerca de 30 años ligada al mundo del golf y, desde hace cuatro años, es la Presidenta de la Asociación Española de Campos de Golf, creada a finales de 2015, en la que están integrados más de la mitad de los casi 400 campos que hay en España. “Nuestra Asociación es la patronal del golf. Luchamos por la defensa de los intereses empresariales del negocio; y no solo trabajamos para nuestros asociados, nuestra labor repercute en todos. Las federaciones trabajan en la promoción del deporte y nosotros en la parte empresarial”.

 

Según un estudio sobre el impacto económico del golf en España realizado por la propia Asociación, junto con la Federación España y el Instituto de Empresa (IE), “el golf en España es un motor turístico; una industria que genera cerca de 13.000 millones de euros de forma directa o indirecta. Además, somos el primer país del mundo en Turismo internacional de golf [por delante de EE.UU., primero a nivel de turismo local]. Cada año vienen a jugar a España 1,2 millones de turistas que generan esos grandes ingresos; pero con un matiz: 7 de cada 8 euros van a parar a otros sectores económicos distintos al nuestro. El golf reparte infinitamente más de lo que recibe”. Por eso considera que “hemos sido muy maltratados pese a que generamos riqueza y empleo. Según el citado estudio, más de 121.000 puestos de trabajo, directos e indirectos; y además, el 95% de los puestos de trabajo directos del golf son empleo de calidad, fijos y a jornada completa”. En este sentido, destaca la gran mejora en cuanto al nivel de los trabajadores: La profesionalidad es cada vez mayor como, por ejemplo, la de los ‘greenkeepers’; hace dos décadas eran jardineros, ahora son personal especializado en el cuidado de los campos. Pero hay que seguir apostando por la calidad porque cada vez tenemos más competencia en países cercanos como Portugal, Marruecos, Francia, Italia o Turquía”.

 

Claudia Hernández defiende que “el golf es un sector estratégico dentro del Turismo en nuestro país porque el turista de golf gasta más, pernocta más y es una actividad desestacionalizadora al jugarse durante todo el año. Somos complementarios al turismo de ‘sol y playa’ con lo que generamos empleo no solo en nuestros campos sino en el entorno. Antes los hoteles cerraban en cuanto terminaba la temporada veraniega; ahora, si tienen un campo de golf, se mantienen abiertos todo el año”.

 

Como el resto del sector turístico, el del golf se ha visto muy afectado por la pandemia. “Han sido meses frenéticos en los que no pensaba en el futuro sino en solucionar los problemas más inmediatos. Y hemos seguido trabajando porque el campo es un ser vivo y hay que cuidarlo día a día. Luego, cuando acabó el confinamiento domiciliario, abrieron todos los campos de golf de España, incluso con pérdidas, para dar un toque de confianza y demostrar que somos una actividad saludable, sin riesgo, sin contacto y podíamos empezar a tirar del carro del turismo. Queríamos lanzar un mensaje al mundo que podemos recibir turismo de forma segura y los campos de golf son un claro ejemplo”.

 

Claudia Hernández se siente orgullosa de que “durante estos cuatro años que llevo al frente hemos logrado formar una piña, trabajar unidos”, pero le duele que las medidas tomadas para combatir la pandemia no hayan sido las más adecuadas: “Han sido nefastas para el sector turístico en general y el nuestro en particular; por eso en estos meses nos hemos reunido con todas las administraciones e incluso con los cinco principales partidos políticos para que sepan la realidad del golf y que cuando se tomen medidas se acuerden de nosotros. En el resto del mundo el golf es solo deporte; en España es deporte y turismo, las dos cosas. Por eso no entiendo que al turista le cobren un 10% de IVA en un hotel y en el campo de golf un 21%. No pedimos una rebaja… sino que se corrija este error; el golf tiene un IVA que no le corresponde como sector turístico que es”.

 

Además del IVA, Claudia Hernández reclama otras medidas para su sector como “la bajada o supresión de impuestos para este año, moratorias en los ICOS, exenciones en las cuotas de la seguridad social… medidas que nos permitan salir adelante. Antes se trataba de aguantar, ahora de sobrevivir; con medidas para mantener a los trabajadores y otras para recuperar a los clientes, sobre todo a nivel sanitario. Es mucho más rentable hacer PCR´s a todos los turistas que entren en España que lo que estamos perdiendo en turismo. Se ha demostrado que el golf es un deporte saludable y distanciado. El problema es no haber dejado traer a los turistas extranjeros. Pero el golf tiene que ser la palanca de recuperación para el sector turístico español”. Y añade: “El 25% de los turistas que vienen a jugar a España tienen segunda residencia en nuestro país. Son 283.000 turistas de golf y eso genera una inversión inmobiliaria de 42.000 millones de euros anuales. Además son turistas que repiten, como mínimo tres veces al año, generando un gasto recurrente. Ahora, con el teletrabajo, esos resorts que tenemos con campos de golf van a atraer a ingleses y alemanes, que están locos por venir aquí a trabajar y pasar tiempo”.

 

Dada su importancia como subsector dentro del turismo español, Claudia Hernández considera que el golf puede ser un elemento unificador y representativo de la Marca España en el exterior. “Al margen de tener grandes profesionales [entre ellos Jon Rahm, que el pasado año llegó a ser número uno mundial] el turismo de golf es Marca España y sería muy fácil recuperar la confianza de los clientes porque tenemos un gran prestigio mundial. Los empresarios están tirando del carro la pega son los gobiernos, en España y en Europa; cada país es un desbarajuste. Sin embargo en nuestras empresas tenemos los protocolos bien definidos y no se contagia nadie”.

 

Uno de los retos que afronta la Asociación es convertir el golf en un deporte de masas, como ocurre en países como EE.UU o Reino Unido. “No es cierto que el golf sea un deporte exclusivo, depende de donde juegues o del material que adquieras. Puedes comprar el mejor equipo o el más económico; puedes jugar en Valderrama [en Sotogrande (Cádiz), el mejor de España] o en el Hércules de Galicia, por poner un ejemplo. El golf es asequible a la mayoría de bolsillos; hay gimnasios de moda que son más caros que un club de golf. Tenemos capacidad, infraestructuras y mucho margen aún de crecimiento, y eso es bueno. Si cuidamos este sector, por la importancia que tiene, podemos seguir creciendo pues aun no hemos llegado al límite”.

 

Otro reto es cuidar al turista de golf nacional que es quien salvó la pasada temporada. “Es importantísimo porque podemos llamar turistas a todos los jugadores porque les encanta moverse, ir a campos de otras zonas y hacer un poco de turismo en ellas. El turismo nacional de golf ha crecido en estos últimos meses porque es un deporte saludable y sin riesgo de contagios. ¿Reinventarnos? Llevamos 10 meses reinventándonos y creando protocolos especiales. Lo que nos sobra es espacio; en el cuarto de palos el cliente lo encuentra todo ordenado y bien separadas todas las bolsas. También es fundamental el tema de la digitalización que en los próximos años será uno de los puntos que nos hará crecer, junto al medioambiental”.

 

En cuanto a lo que le ha enseñado esta pandemia, Claudia Hernández afirma que “está siendo una experiencia insólita. El sufrimiento nos ha hecho menos duros, más compasivos y más humanos. Pero me rebela que se haya abandonado a muchos sectores económicos y también dejado un poco de lado a otras enfermedades que no son el COVID-19”. Y se muestra también crítica porque “a mí me encanta salir de las contrariedades creciendo y no lo estamos sabiendo hacer. Podíamos haber avanzado en nuestras empresas, en la administración, y no lo hemos hecho”.

 

 

Alhambra Palace, un hotel comprometido con las Artes Escénicas

 

Inaugurado hace 111 años, a lo largo de su centenaria historia este 5 estrellas granadino ha acogido los más variados eventos culturales y artísticos

 

¿Cine? ¿Teatro? ¿Sala de conciertos? Pues… sí, todo ello ha tenido cabida en este palacio de la hotelería que es mucho más que un simple hotel. De ello se da uno cuenta nada más cruzar el umbral de su puerta, sumergiéndose en una especie de cuento de las mil y una noches. O visitando su Salón Teatro, hoy día uno de sus espacios MICE más emblemáticos. A principios del siglo XX fue una de las dos únicas salas cinematográficas granadinas (junto al cine Lux Edén); y también el ‘teatrillo’ en el que Lorca recitó por vez primera su Cante Jondo, Andrés Segovia dio sus primeros recitales de guitarra, Margarita Xirgú fue homenajeada tras estrenar la obra ‘Mariana Pineda’, de la que recitó algunos fragmentos… Y en plena posguerra, cuando su comedor y parte del zaguán fueron el improvisado escenario en el que la mismísima Orquesta Filarmónica de Berlín ofreció un concierto. ¡Arriba el telón!

 

 

    

     Qué es la vida? Un frenesí, una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”, escribió Calderón de la Barca en el siglo XVII. Sin embargo, a veces los sueños sí se hacen realidad. Como el del emprendedor Julio Quesada-Cañaveral y Piédrola, Duque de San Pedro de Galatino, quien, viendo el potencial que iba a tener el Turismo, mandó construir en los albores del siglo XX un hotel palaciego que fuera el complemento perfecto a la Alhambra granadina. Y más aún, que se convirtiera en el epicentro de la vida social y artística de la capital nazarí, como así fue. Porque ‘todo es posible en Granada’, como rezaba el título del fime de Rafael Romero Marchent…

 

El Alhambra Palace dejó de ser un sueño para convertirse en una realidad aquel 1 de enero de 1910 en el que abrió oficialmente sus puertas de la mano del rey Alfonso XIII. Y desde entonces, sus habitaciones –108 en la actualidad– y salones se han visto complementados por una intensa actividad artística. Federico García Lorca, Manuel de Falla, Andrés Segovia, Margarita Xirgú… ilustres nombres que daban esplendor a ese sueño del Duque de San Pedro de Galatino, empeñado en que su hotel se asemejara a los fondaks musulmanes, que aunaban alojamiento con espectáculo. ¡Y lo logró!

 

También el flamenco, santo y seña de las raíces artísticas más genuinamente granadinas, convirtió al ‘teatrillo’ del Alhambra Palace en un segundo Sacromonte, por cuyo tablao de tronío pasaron La Gazpacha, María la Canastera, La Golondrina… y hasta una jovencísima Lola Flores.

 

Asimismo, el Festival Internacional de Música y Danza de Granada unió su historia a la del Alhambra Palace, y no solo alojando a la mayoría de grandes intérpretes del mundo entero. Primero fue la terraza panorámica del hotel, con Granada a sus pies, la que acogío prolongaciones de las veladas musicales. Y posteriormente el propio ‘teatrillo’, escogido como una de las sedes principales del Festival, dando acomodo entre los años 1995 y 2004 al ciclo musical vespertino ‘Café-concierto’. Y, más contemporáneamente, otros ciclos que han aunado el amor a la música, con el jazz, el flamenco y la clásica como grandes protagonistas. Músicas del mundo entero en un hotel internacional que es mucho más que un establecimiento donde pernoctar: un verdadero templo para las artes escénicas.

 

   Más información del hotel en su web: www.h-alhambrapalace.es