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UN FESTÍN PARA LOS 5 SENTIDOS

Vive un homenaje gastronómico para agradecer todo lo que una madre hace cada día en el Gran Hotel Lakua de Vitoria.

 

 

El próximo 4 de mayo, el Gran Hotel Lakua ha preparado una experiencia gastronómica excepcional para rendir homenaje a las madres. Un menú especialmente diseñado, donde los sabores exquisitos y el ambiente refinado se unen para crear momentos memorables en compañía de quienes más queremos.

 

El Día de la Madre es una ocasión para agradecer, emocionarse y, sobre todo, compartir. Por eso, el único hotel cinco estrellas de Vitoria-Gasteiz ha creado un menú especial para disfrutar de una jornada única.

 

La experiencia es un recorrido por los sabores más exquisitos. Comenzará con un delicado micuit de foie caramelizado, acompañado de tostas de pasas y compota de fruta: una armonía de dulzura y tradición que anticipa una velada inigualable.

 

Los comensales podrán continuar con un refrescante salmorejo cordobés, realzado con aceite de oliva virgen extra, seguido de un arroz meloso con vieiras y gambas, que captura la esencia del mar en cada bocado.

 

Como plato principal, el cordero asado al estilo tradicional castellano, servido con patata panadera y brotes de ensalada, rinde tributo a las raíces de nuestra cocina. Para el broche final, una tarta de queso con mermelada de frutos del bosque endulzará el momento.

 

El menú, a un precio de 42 euros por persona, incluye agua mineral y vino tinto Crianza D.O. Rioja Alavesa, y requiere reserva previa.

No dejes escapar la oportunidad de vivir una jornada inolvidable en familia, en el entorno exclusivo del Gran Hotel Lakua, donde los recuerdos se convierten en algo eterno.

Más información y reservas: www.granhotelakua.com

 

Teléfono: 945 181 000

 

LLEGÓ LA PRIMAVERA A FORMENTERA Y CON ELLA LAS GANAS DE… ¡CHIRINGUITOS!

La pequeña de las Pitiusas tiene no uno, ni dos, sino ¡ocho! planes para que disfrutes de una plácida tarde primaveral en la mejor compañía, con un paisaje de fondo insuperable.

 

 

Llegó el tan deseado horario de verano y con él las tardes más largas, ideales para sentarse frente al mar y dejarse embelesar por una paleta de colores fascinante. Pero, no siempre, aunque si a menudo, uno echa en falta algo. Tal vez sea una cervecita o un buen vino para armonizar una postal de ensueño. Si te dejas caer por Formentera estos días, seguro que disfrutarás de todo esto junto a cualquiera de sus 8 chiringuitos. De excelente diseño y en perfecta comunión con el paisaje, cualquiera de ellos será la excusa perfecta para alargar una copa y convertirla en un tardeo como Dios manda. ¿Quieres conocerlos? Son Amar, Bocaboca, Karai, Bartolo, Gitana, KM11, Briss y Nuu. ¡Anótatelos!

La llegada de la primavera a Formentera trae consigo las ganas de disfrutar de sus icónicos chiringuitos, pequeños refugios de diseño y gastronomía que se funden con el paisaje. Lejos de lo recargado, estos espacios apuestan por la simplicidad sofisticada, la conexión con el entorno y un estilo propio que los distingue.

Amar (Playa de Migjorn)

Ubicado en el corazón de esta playa de arena blanca, Amagatai rinde homenaje a las tradicionales casetas de pescadores con su fachada de madera natural sin tratar, dispuesta en líneas horizontales. La artista local Sol Courregues Boné ha dejado su huella en la decoración, integrando piezas de su obra en este espacio que respira autenticidad.

Bocaboca (Cala Saona)

Elevado sobre el acantilado sur, Bocaboca impresiona por su altura y sus vistas panorámicas. Cuando el mar está en calma, la terraza se convierte en un mirador privilegiado para contemplar los infinitos matices azules del Mediterráneo.

Karai (Playa de Migjorn)

Inspirado en la Baja California, Karai sorprende con su estructura revestida de listones de madera y un logo negro que se divisa desde lejos. La barra, adornada con carteles vintage de metal, añade un toque de nostalgia vibrante, perfecto para acompañar un cóctel al atardecer.

Bartolo (Es Cupinar)

Un clásico desde 1976. Regentado por Bartolo Escandell, este chiringuito es símbolo de la esencia formenterera: vistas infinitas al mar, sencillez y tradición. Un lugar para desconectar, donde el tiempo parece detenerse.

Gitana (Es Arenals)

Alegre y con personalidad, Gitana destaca por su decoración colorida y mobiliario cuidado, incluyendo los uniformes del equipo. Un espacio fresco, alejado de los estereotipos playeros.

KM11 (Es Arenals)

Con una estructura que imita las casetas de pescadores, KM11 juega con tablones de madera en vertical, cuyas vetas ocultan puertas y ventanas cuando están cerradas. Un diseño inteligente y discreto para uno de los chinringuitos con más ambiente en los que disfrutar de las puestas de Sol.

Briss (Es Pujols)

Junto a la pasarela de madera, Briss rompe moldes con su fachada de troncos delgados, creando un efecto visual único. Las vistas a Ibiza en el horizonte completan la experiencia.

Nuu (Es Pujols)

El contraste entre el blanco exterior y el interior anaranjado crea un ambiente acogedor. Con una barra amplia y grandes ventanales, invita a disfrutar de la playa sin perder detalle.

Formentera redefine el concepto de chiringuito: aquí, menos es más. Cada uno ofrece una propuesta distinta, pero todos comparten el mismo espíritu: elegancia discreta, respeto por el entorno y la promesa de momentos inolvidables frente al mar.

Más información:
www.formentera.es

 

EL PLACER MÁS EXQUISITO DE LA SEMANA SANTA

¿Quién diría que pan, leche, azúcar y canela tiene como resultado algo tan delicioso?

 

 

Con el aroma irresistible de la canela y los cítricos en el aire, la Semana Santa nos regala un dulce que despierta todos los sentidos: la torrija. El Café de la Ópera cuenta estos días con un manjar especial, perfecto para los más golosos, ya sea en el desayuno, de postre o a media tarde. Su elaboración, a base de pan, leche, azúcar y canela, no dejará indiferente a nadie. Esta delicia tradicional alcanza su máxima expresión con una receta galardonada en 2019, que seduce a los paladares más exigentes.

 

Este clásico ha sido reinventado por diferentes chefs, pero la tradición termina imperando. Por ello, si quieres probar una torrija de toda la vida, El Café de la Ópera es tu lugar por excelencia, ya que se distingue por transformar lo tradicional en una experiencia gourmet. Su torrija, premiada en el concurso de las mejores torrijas de Madrid en 2019, es un homenaje a la esencia de la Semana Santa con un giro sofisticado.

 

Cada bocado es una explosión de sabor: pan especial de tres centímetros de grosor, infusionado con leche aromatizada con piel de naranja y limón, y dos ramas de canela. Tras ser empapada y dorada con mimo en aceite de oliva, se sirve tibia con un delicado almíbar casero, un sutil toque cítrico y la clásica mezcla de azúcar y canela. Un capricho irresistible que podréis disfrutar por 4,5 euros la unidad.

 

Para los amantes del placer gastronómico, la torrija se puede coronar con una bola de helado artesanal, llevando la experiencia a otro nivel. Disfrutar de una torrija en El Café de la Ópera no es solo un capricho gastronómico, sino un verdadero ritual para los amantes de la buena mesa y la tradición reinventada.

 

 

 

 

Para más información y reservas: www.elcafedelaopera.com

¿LAS MEJORES JUDÍAS CHINCHONERAS? EN EL MESÓN CUEVAS DEL VINO

 

 

Entre la variada carta de este templo de la gastronomía tradicional española, sobresale uno de los guisos más populares y solicitados por la clientela, sabedora de que en esta casa se prepara con mucho esmero: las judías chinchoneras, un plato contundente, sencillo y de un sabor intenso. Como no podía ser de otra forma, hay varias historias detrás de este manjar, que se elabora cada día desde bien temprano en el Restaurante-Museo Mesón Cuevas del Vino.

 

Resulta cuanto menos curioso que uno de los platos que mejor define la gastronomía de Chinchón y que, de hecho, lleva su nombre, se haya popularizado en un pueblo que tradicionalmente no ha sido tierra de legumbres. Y es que la receta de las judías chinchoneras nace por el empeño de Narciso García Ortego, fundador del Mesón Cuevas del Vino. A Narciso le encantaban las judías y quería ofrecerlas en su restaurante, por lo que iba a comprarlas a El Barco de Ávila, lugar donde son bien conocidas sus legumbres. El agua del río Tormes y la tierra de la zona, hacen que la judía no tenga hollejo y se derrita en la boca.

Lo que sí que no puede faltar es un producto de calidad que acompañe a la base de este plato. Tanto el chorizo como la morcilla se elaboran artesanalmente en el Mesón, algo fundamental para obtener un resultado final óptimo. La elaboración de este plato requiere paciencia, cariño y mucho mimo. Cada día, desde bien temprano, se prepara una buena olla con agua, hueso de codillo de jamón ibérico, tocino ibérico salado y unas tres o cuatro cabezas de ajo fino de Chinchón enteras para obtener el caldo, que se cocina durante unas cuatro horas. Cuando ya se ha obtenido la consistencia y el sabor deseados en el caldo, se le añaden las judías, y se dejan cociendo unas dos horas. Casi al final, se le añade un sofrito a base del mejor pimentón de la Vera, y ajos finos cortados en láminas. Estos ajos, tienen una piel de color nacarado, que cuando se extrae, deja salir ese olor característico del ajo de Chinchón, y que va a hacer que el guiso se impregne de su sabor. Veinte minutos antes de servir las judías, se añaden los chorizos cortados en trozos, y las morcillas enteras. Basta con pincharlas un poco para que suelten su sabor y no se deshagan. Cuando se van a servir, se trocean y se añaden a cada plato.

Queda disfrutar de un guiso con un caldo meloso, con el que apetece juguetear un poco con la cuchara para acomodar un poquito de cada ingrediente antes del siguiente bocado. Entre cucharada y cucharada, se recomienda un trocito de buen pan candeal horneado en el horno de leña. Y como en todos lados, hay costumbres y tradiciones entre la clientela habitual del Mesón. Hay quienes prefieren las judías del día anterior. Esto se debe a que el caldo está más asentado, con una textura un poco más densa, que es del gusto de algunos fieles comensales que saben que aquí van a disfrutar de las judías chinchoneras originales, acompañadas de un buen vaso de vino de la casa servido en pellejito. Todo detalle ayuda a que la experiencia gastronómica del comensal se lleve al límite.

 

Como uno de los platos más populares del menú, las judías chinchoneras son una elección ganadora si lo que se busca es probar una receta de siempre, de las de casa. Un plato que recuerda a la infancia, a esos domingos en casa de los abuelos, todos en torno a una buena olla de guiso preparado con productos de primerísima calidad y con un sabor excepcional. Esto es lo que disfrutará en cada cucharada si viene a probarlas al Mesón Cuevas del Vino.

Más información:
https://cuevasdelvino.com/

 

MADRID MARRIOTT AUDITORIUM DISFRUTA LA GASTRONOMÍA LOCAL SIN SALIR DEL HOTEL

 

 

 

A través de dos propuestas de lo más sugerentes como son el Greatroom y Kalma, el restaurante de cocina mediterránea a la carta de Madrid Marriott Auditorium, el cliente siente que la mejor opción culinaria ya la tiene a su entera disposición sin necesidad de salir a buscarla. Rincones elegantes, sofisticados, perfectos para un snack rápido, un aperitivo informal o una velada más distendida. La versatilidad de los espacios y su entorno los convierten en dos opciones muy a tener en cuenta a la hora de decantarse por un lugar donde tomar algo o disfrutar de platos elaborados con ingredientes frescos, de temporada.

 

El Greatroom recibe a los comensales nada más cruzar las puertas del hotel con sofisticación y confort. Este espacio, que combina calidez y elegancia, ofrece una propuesta gastronómica que no solo satisface, sino que también sorprende. Pensado para sentarse tranquilamente para trabajar o hacer un break tomando un snack o un café, este espacio abierto y multifuncional, ubicado en el corazón del hotel, da la bienvenida a todos los visitantes desde el momento en que cruzan sus puertas. Es una opción fantástica si lo que se quiere es picar algo rápido o mantener un encuentro informal. Pese a estar al lado de la recepción, es un espacio tranquilo, ideal para tener un momento de descanso o reunión imprevista. De cara a la temporada de primavera, el Greatroom contará con una renovada carta que hará las delicias de los comensales a partir del 18 de marzo.

 

Comenzamos el recorrido por su carta con los Aperitivos y Tapas, donde destacan las Aceitunas con D.O., una selección que incluye la delicada Manzanilla, la intensa Gordal «chupa dedos» y la aromática Kalamata aliñada. Cada bocado es un homenaje a la riqueza olivarera española. Para los amantes de los sabores mediterráneos, el Hummus Casero con Pan de Pita es una opción imprescindible. Su textura sedosa y su sabor equilibrado lo convierten en un inicio perfecto. Y, por supuesto, conviene no olvidar los Embutidos Ibéricos, presentados con sofisticación y con el Jamón Ibérico de Bellota como protagonista. Este manjar, curado con maestría, es un tributo a la tradición charcutera española.

 

La nueva sección de ‘entre pan y pan’ ofrece una combinación de sabores que despiertan los sentidos. Por ejemplo, el Brioche de carrillera de cerdo, crema agria, cebolla encurtida y cilantro es una sorpresa para el paladar. La textura melosa de la carrillera, convive con la acidez vibrante y crujiente textura de la cebolla encurtida y el toque de brillo y ligereza del cilantro.

 

En el apartado de Hamburguesas, la Hamburguesa de Dijon, wagyu, pan de cerveza, queso cheddar, beicon, lechuga, tomate, cebolla roja y pepinillo, patata gajo, salsa de mahonesa con miel y mostaza es un festín para los sentidos. Cada ingrediente ha sido seleccionado para realzar el sabor único de la carne wagyu, creando una experiencia que trasciende lo ordinario.

 

Para cerrar con broche de oro, la Tarta de chocolate con sopa de cacao es un diálogo entre lo sólido y lo líquido, entre la intensidad y la delicadeza que permite que los matices amargos y tostados del cacao brillen con personalidad.

 

En el apartado de Bebidas, una gran opción sería Inurrieta Orchídea Sauvignon Blanc: Un blanco vibrante de D.O. Navarra, con un amarillo verdoso brillante y un aroma intenso a piña, fruta de la pasión y cítricos, con un toque fresco de hierba cortada. En boca, su untuosidad y suavidad, gracias a su crianza sobre lías, lo hacen irresistible. Perfecto para pastas, pescados y maridajes infinitos. Y en cuanto a los cócteles, el Diplomático Old Fashioned es una elección sofisticada. Elaborado con ron, naranja y angostura, este cóctel es una reinterpretación moderna de un clásico, perfecto para maridar con los sabores intensos de la carta.

 

Por otro lado, Kalma el restaurante de cocina mediterránea a la carta de Madrid Marriott Auditorium, es el espacio ideal para un almuerzo o cena más distendido. Con una propuesta que combina tradición y vanguardia, Kalma invita a sus comensales a un viaje sensorial donde cada plato es una obra maestra y cada bocado, una revelación de cercanía y temporalidad. Una opción muy interesante son los platos del día. Una selección que cambia según la jornada y que rinde homenaje a los sabores de temporada. Su mítico Cocido Madrileño en dos vuelcos del jueves es una elección imprescindible para los amantes de la cocina tradicional. Este plato, que evoca los fogones de las abuelas, se presenta con una modernidad que respeta su esencia, ofreciendo una experiencia reconfortante y llena de matices. Los viernes, el Arroz del Día se convierte en el protagonista. Con una base de 175 Kcal por cada 100 gramos, este plato es una muestra de cómo la cocina de Kalma equilibra sabor y salud. Cada semana, el chef Javier Sáez-Bravo sorprende con una nueva interpretación de este clásico, demostrando que el arroz puede ser mucho más que un simple acompañante.

 

En la sección ‘Compartir Enriquece’, encontramos propuestas que invitan a la convivencia y al disfrute colectivo. Las Croquetas de Queso Idiazabal y Cecina de León son una delicia que combina la intensidad del queso ahumado con la textura sedosa de la cecina. Un bocado que, aunque pequeño en tamaño, es grande en sabor. El Tiradito de Atún Rojo es otra joya que no puede pasarse por alto. Con su gel de melocotón asado, salsa de soja, sésamo tostado y jengibre, este plato es una explosión de sabores que juega con los contrastes: lo dulce, lo salado, lo ácido y lo umami se funden en una armonía perfecta.

 

En ‘De la Huerta’, las verduras toman el centro del escenario. La ensalada de Burrata, Calabaza Asada y Espinacas Baby es una delicia que combina la cremosidad de la burrata con la dulzura de la calabaza asada y la frescura de las espinacas. La vinagreta de pipas añade un toque crujiente que redondea este plato, convirtiéndolo en una opción ideal para quienes buscan algo ligero, pero lleno de sabor.

 

Kalma apuesta por la sostenibilidad en su línea de pescados. El Lomo de Lubina sobre Cama de Sal con Caldo de Algas Infusionado es un ejemplo de cómo se puede respetar el medio ambiente sin renunciar al sabor. La lubina, cocinada a la perfección, se combina con un caldo de algas que añade un toque umami, creando un plato que es a la vez ligero y profundamente sabroso.

 

En la sección de ‘Sopas, Arroces y Guisos’, el Arroz Caldoso con Bogavante y Langostinos es una elección que no decepciona. Este plato, pensado para compartir, es un festín marino que combina la riqueza del bogavante con la delicadeza de los langostinos, todo ello envuelto en un caldo que es pura esencia del mar.

 

En el apartado de carnes, el Solomillo de Ternera Macerado en Hierbas de Monte es una elección que no puede faltar en la mesa. Este plato, acompañado de una salsa de Oporto, foie gras y trufa, es una muestra de cómo la carne puede elevarse a su máxima expresión. El puré de bonito y el cristal de patata violeta añaden un toque de originalidad que convierte este plato en una experiencia única.

 

El chocolate en texturas con puré de mango es otra joya que sorprende por su originalidad. Una celebración de contrastes y armonías, donde el chocolate se despliega en un viaje sensorial que resalta la riqueza y profundidad del cacao, acompañado de un delicado puré de mango, cuya frescura y acidez equilibran esta propuesta.

 

Más información:

Web MADRID MARRIOTT AUDITORIUM

Avenida de Aragón 400, Madrid.

LinkedIn: Madrid Marriott Auditorium Hotel & Conference Center | LinkedIn

Twitter: Marriott Auditorium (@hotelauditorium) / Twitter

Instagram: Madrid Marriott Auditorium (@hotelauditorium)

EL MESÓN CUEVAS DEL VINO CUENTA CON SU PROPIO SALÓN DE LA FAMA

La Bodega, uno de los comedores de este emblemático templo de la gastronomía tradicional española, se erige como un auténtico museo. Por sus mesas han desfilado celebridades de toda índole, tantas que las firmas y dedicatorias ya no encuentran espacio en sus tinajas y se extienden, incluso, a las de sus famosas cuevas.

 

Cuando las cosas se hacen con esmero, el interés y la expectación surgen de manera natural. El boca a boca sigue siendo, hoy en día, una fuerza imparable. Y cuando un restaurante alcanza la excelencia y su nombre resuena en todos los rincones, es inevitable que figuras destacadas de la literatura, el cine, la música o la política sientan la necesidad de comprobarlo por sí mismos. Prueba de ello es el Restaurante-Museo Mesón Cuevas del Vino de Chinchón, que atesora en La Bodega cientos de rúbricas y fotografías que inmortalizan las visitas de personajes tan diversos como Manolo Escobar, Arturo Fernández, Adrien Brody, Matt Dillon, Rupert Friend oTom Holland

Con seis décadas de servicio ininterrumpido, el Mesón Cuevas del Vino ha consolidado su reputación ofreciendo lo mejor de la gastronomía tradicional española, con un toque distintivo y genuino. Aquí se respira la esencia de la cocina de siempre, recetas que evocan el sabor de lo casero, elaboradas con los mejores productos y el mismo cariño con el que se cocina para los seres queridos. El secreto de su éxito no es tal: simplemente, ponen el alma en cada plato.

 

Esta dedicación ha atraído a cientos de personalidades ilustres a lo largo de sus 60 años de historia. Cada una de ellas ha dejado no solo su firma, sino también anécdotas entrañables que coinciden en destacar la experiencia extraordinaria de visitar este lugar, recorrer sus rincones y sentarse a la mesa para deleitarse con sus exquisitos platos.

 

El actor ganador de un Óscar, Adrien Brody, tuvo el placer de disfrutar del menú degustación, que incluía cochinillo y, además, disfrutó de las croquetas de ibérico. Al momento de firmar en una tinaja, el propio Brody se percató de que su dedicatoria ocupaba demasiado espacio y, con gesto cortés, se disculpó y sugirió borrarla para hacerla más pequeña. Yajaira García, propietaria del Mesón, le respondió con firmeza: “Si un actor ganador de un Óscar no merece este espacio, ¿quién lo merece?”.

 

Por su parte, un joven y asombrado Tom Holland, conocido por su papel de Spiderman en el Universo Marvel, no dejaba de maravillarse mientras exploraba cada rincón del Mesón durante su visita junto al elenco de la película ‘Uncharted’, que por entonces se encontraba en pleno rodaje. El británico vivió una experiencia que, sin duda, quedó grabada en su memoria. La cara que ponía era de sorpresa todo el rato, y en las Cuevas, se llevaba las manos a la cabeza como diciendo: ¡qué maravilla!

 

Los famosos, como el resto de los mortales, son personas de costumbres. Un ejemplo claro fue el gran Orson Welles, quien durante el rodaje de su película ‘Una historia inmortal’ en 1966, acudía religiosamente al Mesón a almorzar. Cada día pedía el mismo menú: judías chinchoneras para empezar, seguidas de un lomo alto a la parrilla de doble peso y muy poco hecho. Tras el banquete, el cineasta disfrutaba de la sobremesa con un enorme puro. Welles, recordado por su grandeza en todos los sentidos, necesitaba un sillón de medidas especiales que Don Narciso García, propietario del Mesón en aquel entonces, traía personalmente desde su casa.

 

Otra figura con una costumbre peculiar fue el icónico Yul Brynner. Durante el rodaje de ‘Los 7 magníficos’ en Chinchón, al actor neoyorquino le gustaba prepararse él mismo su lomo alto a la parrilla, para luego compartirlo en una comida distendida con sus compañeros de rodaje.

 

Como ellos, muchas otras personalidades han dejado su huella en la historia del Restaurante-Museo Mesón Cuevas del Vino. Además de saborear su suculento menú, vale la pena dedicar tiempo a recorrer las firmas que adornan sus tinajas, así como la colección de fotografías. Cada una de ellas es una impronta imborrable, un recuerdo de personas tan dispares que coinciden en algo: su visita al Mesón Cuevas del Vino fue una experiencia que jamás olvidarán.

 

¡Bienvenidos al salón de la fama del Mesón Cuevas del Vino!

Más información:
https://cuevasdelvino.com/