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ENTREPARQUES, UN SINFÍN DE EXPERIENCIAS ESTE OTOÑO MÁS ALLÁ DE NATURALEZA Y TURISMO ACTIVO

Entreparques es un destino excepcional que combina naturaleza, historia, cultura y gastronomía en los 22 municipios que lo conforman.

 

 

Situada entre el Parque Nacional de Cabañeros y el Parque Arqueológico de Alarcos, en Ciudad Real, la comarca de Entreparques es un enclave natural donde es difícil aburrirse. Es de sobra conocido que la comarca regala postales de impresión y que hace las delicias de los amantes de la naturaleza y el medio ambiente. Pero hay más, mucho más. Descubrimos fascinantes rutas literarias, multitud de experiencias culturales, enoturísticas, oleoturísticas y astronómicas que llamarán la atención de los viajeros, así como avivar la curiosidad y sus sentidos. 

 

 

Imagina adentrarte en una comarca especial, llena de pueblos con alma, magia y mucha historia. Hacerlo, además, metiéndote de lleno en las páginas de un libro y vivir la historia de sus personajes como testigo privilegiado. Es lo que propone las rutas literarias de Enjambre, Valhondo y Quercus. En la primera, nuestros pasos nos llevarán a la pedanía de Anchuras, Enjambre, para recorrer una ruta de uso 12 kilómetros a través de Anchuras, Enjambre y Collado de Piedralba y así conocer in situ estas sierras de genuina belleza. Además, disfrutaremos de los murales de los personajes de la novela (se titula ‘Enjambre’) pintados en las eras de la pequeña aldea, que podría considerarse sin problema un museo al aire libre. Robledo del Buey, en Toledo, es el escenario de ‘Valhondo’, inspirada en esta localidad toledana. En esta segunda ruta de 6 kilómetros podremos descubrir El Chorro, dentro ya del P. Nacional de Cabañeros, el museo etnográfico de Los Navalucillos, el valle del Gévalo o la azulejería talaverana de la ermita de Piedraescrita. Por último, la ruta Quercus, situada en Navas de Estena nos propone un itinerario cargado de sorpresas, las mismas que viven los protagonistas de la novela en estos escenarios.

 

 

Para quienes buscan experiencias singulares y diferentes, con un importante componente gastronómico, una de las opciones más atractivas es una visita a la Finca Fuentillezjos, donde pasear por una finca rodeada de volcanes y conocer el proceso de elaboración del queso ecológico de oveja y… Claro, ¡probarlo! Y es que no hay nada como asistir al proceso de elaboración de un producto para sentir esa curiosidad y deseo de experimentar sabores únicos e inolvidables. Por eso, en Entreparques se puede visitar un olivar y una almazara, donde nos explicarán el proceso de recolección y elaboración del mejor aceite de oliva, para luego saborearlo en el momento en un centro de formación en Malagón, Ciudad Real. Y del olivar al viñedo, porque en Retuerta del Bullaque, Ciudad Real, se puede visitar la bodega Dehesa del Carrizal, donde aprender todo sobre los vinos de Pago, como la tipología del suelo, los viñedos, la bodega y las personas que trabajan en ella.

 

 

Si hay algo que tiene Entreparques es una historia fascinante. Pocas cosas impresionan más que recorrer antiguas calzadas romanas que unían Mérida con Toledo, y hacerlo a demás, disfrutando del entorno, senderos y arroyos intercalados con pedazos de historia, en Alcoba de los Montes, Ciudad Real. O tal vez decantarse por Poblete, cuya cuenca sedimentaria está considerada como una de las áreas más interesantes de la región volcánica del Campo de Calatrava y se pueden visitar algunos de esos volcanes. Lo que también merece una visita obligada es el Oppidum ibérico y la ciudad medieval de Alarcos, que constituyen uno de los conjuntos arqueológicos más importantes y más extensos de Castilla-La Mancha.

 

 

Si de día esta comarca es única, puede hacerte una idea de cómo es por la noche. Para explorar el universo, nos dirigimos al Centro Astronómico-Planetario de Alcoba. Dado que Entreparques cuenta con certificación Starlight, nos encontraremos con un cielo nocturno excepcionalmente claro y libre de contaminación lumínica, ideal para contemplar el firmamento plagado de innumerables astros.

Naturalmente, en Entreparques hay cabida para el turismo activo y actividades en la naturaleza. Desde piragüismo, pasando por tirolina, rapel y escalada, hasta paintball. Un verdadero abanico de planes perfecto para descubrir esta tierra divirtiéndose con familiares y amigos. Todos ellos podrán subirse a un 4×4 para conocer el mejor espacio conservado de Bosque Mediterráneo, en una ruta guiada con trato personalizado y paradas de avistamiento, descubriendo los lugares más pintorescos y curiosos del Parque, como un tradicional molino harinero hidráulico.

 

 

En definitiva, una buena selección de experiencias diferentes para conocer un lugar diferente, cerca de todo y de todos. Entreparques es mucho más que naturaleza. Es historia, cultura, gastronomía, astronomía. Es su gente y sus pueblos, y a tan solo dos horas de Madrid, es el destino de tu próxima escapada.

 

 

Más información: https://turismoentreparques.com/

CONOCE A RÍA DA ESTRELA MÁS ESPIRITUAL A TRAVÉS DE SU PATRIMONIO RELIGIOSO

Te proponemos un recorrido por algunos de los templos más representativos de la arquitectura sacra de este peculiar rincón de Galicia.

 

A Ría da Estrela es un enclave donde se puede disfrutar de una gastronomía incomparable; recorrer rutas y senderos que quitan el hipo; e incluso emocionarse con las historias y tradiciones que la más alta de las rías Baixas tiene que ofrecer. Pero también es un lugar donde la devoción, la espiritualidad y los momentos de introspección generan en el viajero una experiencia sensorial magnífica. Hay otra forma de conocer esta ría, a través de sus iglesias y santuarios, que no solo son importantes por su arquitectura y valor histórico, sino también porque reflejan la profunda religiosidad de la región y su vinculación con las rutas de peregrinación, como el Camino de Santiago y otras rutas locales de devoción.

 

 

Nuestros pasos nos conducirán a la playa de Subiglesia, en Porto do Son. Caminando mientras miramos al mar, nos encontramos con la Iglesia de san Vicente de Noal. Aunque el actual templo data del siglo XVIII, sus orígenes se remontan al Románico, varios siglos antes. En un primer vistazo, destaca el esbelto campanario situado en el vértice de la fachada, sobre una peana cuadrada, es de dos cuerpos y remata con una cupulilla con pináculo.

 

 

Nuestra siguiente parada será en Noia. Dos son las iglesias que concentran todas las atenciones. Santa María a Nova, sede del Museo de Laudas gremiales, es un excelente ejemplo de arquitectura gótica mariñeira y ha sido declarada Monumento Nacional. Sus más de 500 lápidas ofrecen una radiografía de la historia y organización de la ciudad fantástica. El otro símbolo, la Iglesia de San Martiño, destaca por su fachada con un gran rosetón y las esculturas en la portada que representan escenas bíblicas. La iglesia es un reflejo de la prosperidad medieval de Noia, relacionada con el comercio y la navegación. Además, alberga tumbas medievales, lo que la convierte en un lugar de interés tanto histórico como artístico.

 

 

Outes puede presumir de importantes templos religiosos, como el de San Xoán de Sabardes. Consagrada por el Arzobispo Xelmirez en el año 1102 y encomendada a los monjes benedictinos, a día de hoy pervive la actual, que fue construida en el s. XVII con estilo Barroco. Las líneas puras y sobrias de la fachada chocan con el emblema de S. Martiño Pinario sobre la puerta. Naturalmente, su campanario es uno de los principales puntos de atención, dado sus ornamentos y detalles. En el interior, tres retablos dedicados a San Xoan Evangelista, Socorro y Santa Ana. Destaca también San Tirso de Cando, del s. XVIII. La iglesia tiene forma de cruz y los brazos menores se encuentran en la mitad del cuerpo. Esta peculiar construcción da lugar a espacios rectangulares en su interior. Por no hablar de su campanario, de cuatro cuerpos, decorada con placas, pilastras, pináculos y bolas, coronada por un cupulín.

 

 

En el concello de Lousame, si hay un templo que ejemplifica claramente el valor de la espiritualidad, es sin dudas San Xusto de Toxosoutos. La estampa es sencillamente ideal, levantada a los pies del río San Xusto, en otra época fue uno de los monasterios más importantes e influyentes de Galicia. El río regala postales mágicas, con fervenzas y rápidos de gran belleza, junto a una iglesia barroca con su torreón adosado a la izquierda. Un recordatorio de que allí se erigió un verdadero centro de influencia que traspasaba los límites de la Comunidad, llegando a Zamora e incluso a Portugal.

 

 

 

Por último, nuestro itinerario llega a Muros, donde espera una iglesia icónica, ejemplo también del gótico mariñeiro, que ha ido evolucionando a medida que crecía la ciudad, lo que la dota de una mezcla de estilos arquitectónicos. La Iglesia de San Pedro, que antaño fue conocida como la Colegiata de Santa María del Campo. Es un testimonio de la importancia de Muros como puerto pesquero durante la Edad Media y tiene un interesante retablo barroco en su interior. Es un lugar central en la vida religiosa del pueblo, siendo escenario de diversas festividades.  También es interesante la hermosa plaza que conforma el atrio de la iglesia y en la que encontramos un cruceiro en el medio. Hay que destacar también su pila bautismal, pues cuenta con el dibujo muy característico de una serpiente de piedra en su interior que representa al mal dominado por el bien del agua bendita. Otra para obligada en Muros es el Santuario da Virxe do Camiño, que llegó a convertirse en un famoso templo al que concurrían los devotos en peregrinación y los marinos y atribulados con sus ofrendas para implorar el remedio a sus males.

 

 

 

Más información: www.riademurosnoia.com  

EXPLORA EL INTERIOR DE LA TORRE DE LOS LODONES

La concejalía de turismo de Torrelodones pone en marcha dos actividades guiadas para los días 19 y 26 de octubre, una visita a la Torre de los Lodones y una senda por la Ruta del perímetro de los Peñascales.

 

 

Torrelodones se presenta como un destino ideal para descubrir con calma, a través de dos iniciativas para que los visitantes puedan sumergirse en la esencia de sus lugares más emblemáticos. El sábado 19 de octubre, a las 10:30, se llevará a cabo una visita guiada al interior de  la Torre de los Lodones, y el 26 de octubre, se realizará una ruta guiada por Los Peñascales, ofreciendo una experiencia inmersiva en la naturaleza local.

 

 

Torrelodones es un destino perfecto para ser descubierto poco a poco. Es por eso que desde la Concejalía de Turismo han puesto en marcha dos iniciativas para que los visitantes puedan experimentar la esencia de los lugares emblemáticos de este rincón de la Comunidad de Madrid.

 

 

El próximo sábado 19 de octubre, a las 10:30, los viajeros podrán realizar una visita guiada a la Torre de los Lodones. Durante el recorrido se abrirán las puertas del símbolo de la ciudad, su Atalaya. Este histórico edificio, Patrimonio Histórico de Torrelodones, se presentará como una experiencia diferencial para el visitante, que tendrá la oportunidad de acceder por su escalera de caracol a la parte superior, donde quedará asombrado por las impresionantes vistas panorámicas del municipio. Además, una vez terminada la visita, se realizará un paseo turístico por los lugares más importantes del casco antiguo. Las últimas visitas de 2024 serán los sábados 30 de noviembre y 14 de diciembre.

Por otro lado, el sábado 26 de octubre, tendrá lugar una ruta guiada por el perímetro de Los Peñascales, para un máximo de 20 personas. El itinerario comenzará en el campo de fútbol, continuará por el Cordel de Hoyo de Manzanares hasta llegar al carril bici de la Av. del Pardo. Una vez aquí, os encontraréis con el arroyo de las Trofas, y continuaréis por un sendero que transcurre paralelo al embalse de Los Peñascales, junto al arroyo Valdeáguila y terminando en el camino que discurre junto a la vía de servicio de la A-6.

 

 

 

Para más información: https://www.torrelodones.es/

PON TUS CINCO SENTIDOS PARA VIVIR UN VIAJE SIN IGUAL POR EL CAMINO DE SANTIAGO FRANCÉS

Adéntrate en un itinerario incomparable por la ruta jacobea más reconocida a nivel internacional. Una experiencia insólita por 15 pueblos fascinantes…

 

 

El Camino de Santiago se realiza con los pies, pero se siente con el alma. Los cinco sentidos serán sometidos a vibrantes estímulos, a sensaciones únicas en un recorrido cargado de historia, de tradición, de cultura, de sabor y de devoción. Jamás nadie que se haya embarcado en esta aventura ha regresado a casa siendo la misma persona. El Camino de Santiago Francés por Galicia (y por el Bierzo), supone un antes y un después en la vida de millones de peregrinos…

 

 

Imagina dar inicio a esta apasionante aventura desde Camponaraya, en la preciosa tierra de El Bierzo. Por delante intensas jornadas de senderos, subidas, descensos, puentes… Ante ti, una descomunal paleta de colores donde, por ejemplo, podemos disfrutar de la extensa variedad de matices en los colores de las hojas de los árboles, que particularmente en esta época del año es bellísima. También del enorme manto verde que viste los valles y llanuras que el peregrino va descubriendo en cada paso. El color de las fachadas, de pierda, ladrillo y pizarra desnuda al viento, sufriendo las inclemencias de un clima que como un cincel va dando forma en un Camino muy visual, en el que el ojo está permanentemente recibiendo estímulos y tratando de asimilar tanta belleza. El Camino se disfruta con la vista.

 

 

Ahora cierra los ojos e imagínate despertando con la primera luz del alba. No muy lejos de donde estás, el gallo lleva varios cánticos y las vacas en algunas granjas ya se han despertado y reclaman salir a pastar todo el día. La gente del pueblo empieza a ponerse en marcha y empieza a escucharse la vida cotidiana en las tiendas y en los bares. A lo largo de la jornada, mientras caminas, el viento acaricia los árboles, generando un susurro casi hipnótico, solo mejorado por el discurrir del agua en los arroyos y ríos que te acompañan en la senda. Los pájaros canturrean sin haber advertido tu presencia y, una vez dejado el pueblo atrás, volviendo la vista para admirar la última panorámica antes de proseguir, es inevitable volver a escuchar a lo lejos a los ganaderos y los agricultores trabajar con sus máquinas y sus aperos, generando un sonido que a ti llega casi ahogado. El Camino se disfruta con el oído.

 

 

Piensa un instante en el olor a hierba fresca empapada de gotas del rocío a primera hora de la mañana. Imagina el olor embriagador al pasar por delante de una panadería que lleva ya varias horas de trabajo. Ese pan recién horneado, esos dulces y tortas típicas que abren inmediatamente el apetito, o el olor a café recién hecho para coger fuerzas antes de colgarse la mochila al hombro y dar comienzo una nueva etapa. Cuando puedas, respira hondo, notando cómo diferentes aromas llegan casi imperceptibles: el aroma del bosque, de distintas flores y plantas; el aroma de la humedad de los ríos y del pasto fresco. En un alto en el camino, regocíjate con los olores que vienen de las cocinas de restaurantes, asadores y tabernas. El humeante vapor de un guiso que lleva toda la mañana cocinado con paciencia; ese asado a punto de salir del horno; el inconfundible y fuerte aroma de unos quesos locales; o ese chispazo que te hace arrugar un poco la frente por la intensidad del pimentón que adereza un buen pulpo. El Camino se disfruta con el olfato.

 

 

Ahora, algo que seguro te va a encantar. Imagínate sentado a la mesa a lo largo de estos 4 municipios leoneses y 11 concellos gallegos, rindiendo un merecido homenaje a tu paladar. El Bierzo y Galicia, dos formas de entender la gastronomía de la que tú serás partícipe y beneficiado. Unos vinos de El Bierzo, jugosos y expresivos, minerales y frescos, seductores desde un tacto aterciopelado y un aroma de gran intensidad frutal. Acompáñalos con los mejores quesos que puedas probar, elaborados con leche fresca y con una curación que les hace adquirir un sabor potente que en boca es simplemente una delicia. Tal vez añadir la intensidad de unos suculentos embutidos artesanales, para los que el paso del tiempo y las nuevas técnicas de elaboración no han afectado en su concepción ni, desde luego, en su sabor. Sírvete bien de pan horneado del día, con su sabor intenso, miga alveolada y húmeda y corteza crujiente. Guarda bastante para probar todo lo que te ofrezcan, desde guisos y caldos elaborados con productos frescos de la huerta, hasta carnes asadas y a la parrilla, de una ternura y aroma inconfundibles. Aguarda al rey del Camino… ¡El pulpo! Con aceite, sal y pimentón, su ternura está bien guarecida y regala sensaciones increíbles al paladar de quien lo prueba. El Camino se disfruta con el gusto.

 

 

Por último, cierra los ojos e imagina callejear por las calles de estos pueblos, deslizando la mano por las fachadas y notar la rugosidad y frialdad de la piedra. Los bancos de madera de las iglesias, que, pese a las capas de barniz, conservan una muy sutil aspereza en un entorno de recogimiento y reflexión. Tocar los troncos de los árboles e imaginarse por un momento qué será de los cientos de miles de peregrinos que como tú recorren cada año el Camino más popular y conocido de todos. La hierba fresca, los muros de piedra que flanquean ciertas partes del itinerario, los cercados que te separan de las vacas que te observan con cierta dejadez. Desliza tus manos sobre todo ello para que tu mente recuerde de una forma más vívida el torrente de emociones que has ido experimentando jornada tras jornada. El Camino se disfruta con el tacto.

 

 

El Camino es una experiencia que involucra a los cinco sentidos y como tal debe de ser descubierto, recorrido y disfrutado. A través de los pueblos de Camponaraya, Villafranca del Bierzo, Trabadelo y Vega de Valcarce, en León; y de O Cebreiro, Triacastela, Samos, Sarria, Paradela, Portomarín, Monterroso, Palas de Rei, Melide, Arzúa y O Pino, en Galicia, El Camino de Santiago Francés se presta a ser vivido de una manera especial, emocional y sorprendente, que no puedas olvidar mientras vivas…

 

Nace un proyecto histórico. Un proyecto que queremos contarte despacio, para que cale bien hondo y no olvides nunca. De entre el extensísimo Camino de Santiago Francés, que recorre todo el norte de España, queremos contarte una experiencia única, diferente. Queremos que descubras el Camino de Santiago Francés de Galicia. La Mancomunidad de Pueblos Gallegos del Camino Francés, en alianza con cuatro ayuntamientos de la provincia de León, quieren crear un relato unificado que te sobrecoja y te enamore. Un relato que hable de la naturaleza, de los paisajes, de la gastronomía, su patrimonio… de sus gentes. El Camino de Santiago Francés de Galicia condensa todo lo que un peregrino espera encontrar en su itinerario a través de 15 pueblos que viven y sienten este camino, esperando al viajero cansado con los brazos abiertos… Permanece atento, porque esta historia que te contamos, dará mucho que hablar…

 

Más información: www.caminofrances.org

 

UN CAMINO POR LA HISTORIA, UN ‘CAMÍ DE CAVALLS’

Los 185 km de su perímetro están divididos en una veintena de tramos de distintos niveles, entre 13.50 y 5,39 km, para disfrutar paso a paso de la isla… sin perder de vista el mar.

 

 

 

 

Hay quienes disfrutan como nadie el pasear con el mar de fondo. Otoño, la estación de la melancolía, es ideal para relajados paseos deleitándose con sosiego de la naturaleza. Y Menorca, Reserva de la Biosfera, es el escenario perfecto para la práctica del senderismo. Su ‘Camí de Cavalls’, que permite recorrer toda su costa, supone también un paseo por la historia de esta isla balear que nos hace retroceder 7 siglos. Todo ello, admirando sus playas y calas –ahora solitarias– además de acantilados que quitan el hipo. Solo hace falta bastón, botas de trekking, mochila al hombro… ¡y echar a andar a tu aire!  

 

 

Menorca, la ‘isla del deporte’, no solo lo propone a nivel competitivo sino también relajante, como un destino ideal para la práctica del Turismo Activo en contacto con la naturaleza. Y la suya es rica en matices, sostenible… y reconocida mundialmente como Reserva de la Biosfera. Una excelente forma de admirarla desde todas sus perspectivas es practicando senderismo por un escenario mágico y cargado de historia: Su ‘Camí de Cavalls’. Una ruta bien señalizada que permite recorrer los 185 kilómetros de todo el perímetro costero adaptando las distancias y las etapas como quieras en este último paraíso del Mediterráneo.

 

 

Pero el Camí es algo más que una apasionante ruta para disfrutar de la naturaleza. Su simbolismo va mucho más allá de su finalidad actual, que es la de mostrar una cara de Menorca mucho más natural y verde. El Camí es un escudo, una barrera que protege Menorca de las amenazas de fuera. Para el que se detiene a fijarse en los detalles no tendrá problema en advertir que recorre una ruta diferente, que ha marcado la personalidad y la idiosincrasia del pueblo menorquín. Es una suerte poder disfrutar de sus paisajes, de sus postales, y más aún en épocas como esta, donde los colores se perciben de forma distinta y nos muestran una Menorca muy sugerente.

 

 

Sus orígenes se remontan a 7 siglos atrás –concretamente a 1330­­– cuando en tiempos del rey Jaime II se ordenó a los caballeros menorquines mantener un caballo armado para vigilar la costa, y así defenderla de posibles ataques por mar. Era el nacimiento de llamado ‘Camí de Cavalls’, que fue recuperado para uso público en 2008, empezando a ser transitable en 2010. Este camino está, además, homologado como de Gran Recorrido (GR-223) y forma parte de la Red de Caminos Naturales. Es perfecto para recorrerlo a pie, aunque puede también hacerse en bicicleta o a caballo, pero no se permite el acceso a él con vehículos motorizados.

 

 

Así son los 20 tramos.

 

 

En la actualidad, el ‘Camí de Cavalls’ es uno de los principales atractivos turísticos de Menorca y está dividido en una veintena de rutas, de entre 13,50 km (la más larga) y 5,39 km (la más corta). Cada uno elige cómo, cuando y cuanto recorrido quiere realizar, ya que el Camí de Cavalls está abierto al libre uso los 365 días del año. Desde Maó siguiendo por la costa norte, el itinerario sería: 1- Maó-Es Grau (9,96 km). 2- Es Grau-Favàritx (8,50 km). 3- Favàritx-Arenal d’en Castell (13,50 km). 4- Arenal d’en Castell-Cala Tirant (10,8 km). 5- Cala Tirant-Binimel·la (9,48 km). 6- Binimel·la-Els Alocs (8,76 km). 7- Els Alocs-Agaiarens (9,61 km). 8-Algaiarens-Cala Morell (5,39 km). 9- Cala Morell-Punta Nati (6,96 km). 10-Punta Nati-Ciutadella (10,50 km).

 

 

Y desde Ciutadella, por el sur de la isla: 11- Ciutadella-Cap d’Artutx (13 km). 12- Cap d’Artrutx-Turqueta (13,20 km). 13- Cala Turqueta-Cala Galdana (6,38 km). 14- Cala Galdana-Sant Tomás (10,4 km). 15- Sant Tomás-Son Bou (6,43 km). 16- Son Bou-Cala en Porter (7,92 km). 17- Cala en Porter-Binissafúller (11,60 km). 18- Binisafúller-Punta Prima (8,06 km). 19-Punta Prima-Cala de Sant Esteve (7,20 km) y 20-Cala Sant Esteve-Maó (6 km).

 

 

Más información: Menorca.es

 

¿SABÍAS QUE EL HORNO DE LEÑA MÁS GRANDE DE ESPAÑA ESTÁ EN EL MESÓN CUEVAS DEL VINO?

No es casualidad que este templo gastronómico cuente con tan espectacular estructura, ya que 8 comedores, con un aforo total de 750 comensales, necesitan de un horno en el que quepan hasta 90 cazuelas de cochinillo y cordero a la vez.

 

Comer en un asador es una experiencia que hay que disfrutarla cada vez que se pueda. El simple hecho de pasar por delante y detenerse una milésima de segundo a cerrar los ojos para agudizar el resto de sentidos y percibir esos aromas saliendo de un impresionante horno giratorio es algo increíble. El Restaurante – Museo Mesón Cuevas del Vino tiene un corazón gigantesco… un horno sobre el que cimentar 60 años de historia y amor por la gastronomía, convirtiéndose en el pionero de Chinchón
 y uno de los imprescindibles de toda España.

25 toneladas de leña de encina al año. Es la asombrosa cantidad de leña que necesita el horno giratorio que se encuentra en la bodega del Mesón Cuevas del Vino. Con una capacidad de 90 cazuelas de asado (cordero y/o cochinillo), es el horno de leña más grande de España. Y no es nada casual, ya que en una cocina de 160 metros cuadrados, Mesón Cuevas del Vino es capaz de servir 525 comidas a la carta a la vez. Sorprendente, desde luego. Pero es más sorprendente aún que el servicio de cocina los despacha un equipo de 8 personas…

Este magnífico horno también lo utilizan para asar los pimientos de su famoso asadillo, las patatas panaderas, o para hornear sus deliciosas tartas y bollitos de manteca. Por si fuera poco, en Mesón Cuevas del Vino se enorgullecen de sus tradiciones. Una de ellas es la de no emplear el sistema de comandas, es decir, que no hay un perfil específico que lee las notas que llegan de la sala. Lo que hacen es que los camareros ‘cantan’ los platos que necesitan y el equipo de cocina se mueve como un engranaje para dar salida al servicio. ¿Y por qué? Porque este sistema era el idóneo en los inicios del Mesón. Una época en la que había cocineros y camareros que no sabían leer, y no había otra forma de comunicarse entre el personal de sala y el de cocina. Ver la cocina a pleno rendimiento en un fin de semana es un auténtico espectáculo. 60 años de práctica ininterrumpida hacen mucho…

 

Como última curiosidad, la media de tiempo necesaria para que el equipo de cocina sirva un plato es de 10 segundos. Hasta la fecha, Mesón Cuevas del Vino tiene un récord personal de platos servidos en un servicio de comidas, la nada desdeñable cantidad de 2.104 platos, el Viernes Santo de 1993.

 

En un templo culinario cuyo corazón arde incesante cada día con leña de encina, cada cazuela, cada plato, cada comanda cantada, cada carrera, cada servicio frenético, es una historia fascinante. Y todas, absolutamente todas, caben en el horno de leña más grande de España…

 

 

Más información:
https://cuevasdelvino.com/