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4 pistas para disfrutar del ‘Mes de las Reservas de la Biosfera’ de Cáceres

 

Del 30 de octubre al 12 de diciembre se celebra la 5ª edición de esta cita, ideal para visitar las Reservas de la Biosfera de Monfragüe y Tajo Internacional

 

Otoño es la estación ideal en la que perderse… para reencontrarse con uno mismo. ¿Dónde? En espacios naturales en los que oxigenar el cuerpo, relajar la mente, practicar turismo activo… y admirar el mágico espectáculo visual de ocres, amarillos y rojizos que transforman el verde manto de bosques, valles y montañas. La provincia de Cáceres atesora dos de esos espacios que, además, son Reservas de la Biosfera: Monfragüe y Tajo Internacional. Y para disfrutarlos con la máxima intensidad les ha dedicado un mes con más de 50 actividades –bicicleta eléctrica, kayak, senderismo, talleres al aire libre…– todos los fines de semana; gratuitas y para disfrutar en familia, en pareja o con amigos. Llega el momento de Living la vida relax; llega el momento de sentir la más pura esencia de la naturaleza… ¡en Cáceres!

 

Una Reserva de la Biosfera es un territorio cuyo objetivo es la conservación de la diversidad cultural y biológica, en equilibrio perfecto con el desarrollo económico y social a través de la relación de los habitantes con la naturaleza. La UNESCO definió el concepto en 1972 y cuatro años más tarde, en 1976, se empezaron a designar las primeras de estas Reservas. La provincia de Cáceres atesora dos de ellas.

 

La Reserva de la Biosfera de Monfragüe fue declarada en 2003, ocupa una superficie de 116.160 hectáreas y representa uno de los enclaves más extensos y representativos de bosque y matorral mediterráneo. La Reserva de la Biosfera Transfronteriza Tajo-Tejo Internacional alcanzó este reconocimiento en 2016 y suma 428.176 hectáreas de las cuales la mayor parte están en España (259.073) y el resto en la vecina Portugal. Un paraíso para la observación de aves y la navegación fluvial que incluye un Parque Natural, el primero compartido por dos países europeos, desde 2012.

 

     En 2017, la Diputación Provincial de Cáceres decidió poner en valor sus dos Reservas de la Biosfera dedicándoles un mes en otoño –noviembre– que supusiera una oportunidad única para conocer la cultura y la naturaleza de una forma amena y divertida, disfrutando en familia, en pareja o con amigos de un amplio abanico de actividades para todos los gustos, viviendo una experiencia en un entorno singular y único. Una cita que cumple este año su 5ª edición, desarrollándose en diferentes localidades y enclaves del territorio de cada Reserva y encuadradas en cuatro grandes bloques:

 

     1 – Naturaleza: Es, sin lugar a dudas, uno de los principales valores de las dos Reservas de la Biosfera cacereñas y uno de los atractivos turísticos más buscados por quienes las visitan. Dentro de las actividades que se desarrollarán en ellas están el astroturismo, rutas geológicas, observación de aves, senderismo… o incluso paseos en globo.

 

2 – Cultura: Rutas teatralizadas, visitas a lugares y monumentos prehistóricos, trabajos tradicionales, personajes históricos… una gran variedad de talleres y actividades para dar a conocer las actividades y usos tradicionales del territorio de ambas Reservas de la Biosfera.

 

3 – Turismo activo: Numerosas y variadas actividades harán las delicias de quienes buscan acercarse a la naturaleza de una manera única y exprimir a tope la experiencia. Descensos en kayak, paseos a caballo, rutas en bicicleta eléctrica, escalada… y como gran novedad: una ruta en bici de dos días, desde Cáceres hasta Piedras Albas, por la histórica Vía de la Estrella.

 

4 –Gastronomía: Supone el complemento perfecto a todo el conjunto de actividades que propone este intenso mes en las dos Reservas de la Biosfera cacereñas. Conocer y degustar los productos de ambas será toda una delicia para el paladar de los visitantes. En esta 5ª edición toma especial protagonismo el slow food y los productos sostenibles, con rutas sobre la montanera, talleres de cocina o de elaboración de quesos artesanos, etc.

 

Todas las actividades tienen plazas limitadas y podrán reservarse a través de la web www.mesdelareservabiosfera.es gracias a un motor de reservas que permitirá a los interesados reservar plaza en ellas de manera rápida, cómoda y segura.

 

Más información sobre la Provincia de Cáceres: www.turismocaceres.org

 

 

4 pistas para disfrutar del ‘Mes de las Reservas de la Biosfera’ de Cáceres

Del 30 de octubre al 12 de diciembre se celebra la 5ª edición de esta cita, ideal para visitar las Reservas de la Biosfera de Monfragüe y Tajo Internacional

 

 

Otoño es la estación ideal en la que perderse… para reencontrarse con uno mismo. ¿Dónde? En espacios naturales en los que oxigenar el cuerpo, relajar la mente, practicar turismo activo… y admirar el mágico espectáculo visual de ocres, amarillos y rojizos que transforman el verde manto de bosques, valles y montañas. La provincia de Cáceres atesora dos de esos espacios que, además, son Reservas de la Biosfera: Monfragüe y Tajo Internacional. Y para disfrutarlos con la máxima intensidad les ha dedicado un mes con más de 50 actividades –bicicleta eléctrica, kayak, senderismo, talleres al aire libre…– todos los fines de semana; gratuitas y para disfrutar en familia, en pareja o con amigos. Llega el momento de Living la vida relax; llega el momento de sentir la más pura esencia de la naturaleza… ¡en Cáceres!

 

Una Reserva de la Biosfera es un territorio cuyo objetivo es la conservación de la diversidad cultural y biológica, en equilibrio perfecto con el desarrollo económico y social a través de la relación de los habitantes con la naturaleza. La UNESCO definió el concepto en 1972 y cuatro años más tarde, en 1976, se empezaron a designar las primeras de estas Reservas. La provincia de Cáceres atesora dos de ellas.

 

La Reserva de la Biosfera de Monfragüe fue declarada en 2003, ocupa una superficie de 116.160 hectáreas y representa uno de los enclaves más extensos y representativos de bosque y matorral mediterráneo. La Reserva de la Biosfera Transfronteriza Tajo-Tejo Internacional alcanzó este reconocimiento en 2016 y suma 428.176 hectáreas de las cuales la mayor parte están en España (259.073) y el resto en la vecina Portugal. Un paraíso para la observación de aves y la navegación fluvial que incluye un Parque Natural, el primero compartido por dos países europeos, desde 2012.

 

    

     En 2017, la Diputación Provincial de Cáceres decidió poner en valor sus dos Reservas de la Biosfera dedicándoles un mes en otoño –noviembre– que supusiera una oportunidad única para conocer la cultura y la naturaleza de una forma amena y divertida, disfrutando en familia, en pareja o con amigos de un amplio abanico de actividades para todos los gustos, viviendo una experiencia en un entorno singular y único. Una cita que cumple este año su 5ª edición, desarrollándose en diferentes localidades y enclaves del territorio de cada Reserva y encuadradas en cuatro grandes bloques:

 

     1 – Naturaleza: Es, sin lugar a dudas, uno de los principales valores de las dos Reservas de la Biosfera cacereñas y uno de los atractivos turísticos más buscados por quienes las visitan. Dentro de las actividades que se desarrollarán en ellas están el astroturismo, rutas geológicas, observación de aves, senderismo… o incluso paseos en globo.

 

 

2 – Cultura: Rutas teatralizadas, visitas a lugares y monumentos prehistóricos, trabajos tradicionales, personajes históricos… una gran variedad de talleres y actividades para dar a conocer las actividades y usos tradicionales del territorio de ambas Reservas de la Biosfera.

 

 

3 – Turismo activo: Numerosas y variadas actividades harán las delicias de quienes buscan acercarse a la naturaleza de una manera única y exprimir a tope la experiencia. Descensos en kayak, paseos a caballo, rutas en bicicleta eléctrica, escalada… y como gran novedad: una ruta en bici de dos días, desde Cáceres hasta Piedras Albas, por la histórica Vía de la Estrella.

 

4 –Gastronomía: Supone el complemento perfecto a todo el conjunto de actividades que propone este intenso mes en las dos Reservas de la Biosfera cacereñas. Conocer y degustar los productos de ambas será toda una delicia para el paladar de los visitantes. En esta 5ª edición toma especial protagonismo el slow food y los productos sostenibles, con rutas sobre la montanera, talleres de cocina o de elaboración de quesos artesanos, etc.

 

 

Todas las actividades tienen plazas limitadas y podrán reservarse a través de la web www.mesdelareservabiosfera.es gracias a un motor de reservas que permitirá a los interesados reservar plaza en ellas de manera rápida, cómoda y segura.

 

Más información sobre la Provincia de Cáceres: www.turismocaceres.org

 

 

Un otoño en el Geoparque Mundial Villuercas-Ibores-Jara, de Cáceres, que celebra su 10º aniversario

Este septiembre se ha cumplido una década de la declaración del territorio Villuercas-Ibores-Jara como Geoparque Mundial de la UNESCO

 

La provincia de Cáceres cautiva por su naturaleza en estado puro, en la que destacan tres territorios que cuentan con el reconocimiento de la UNESCO. Uno de ellos, el Geoparque Mundial Villuercas-Ibores-Jara, está en plena celebración de su 10º aniversario. Un territorio cuyo patrimonio geológico explica la increíble historia de la Tierra, gestada a lo largo de millones de años. La mejor manera de descubrirlo este otoño es con las cuatro rutas geosenderistas interpretadas… al margen de otras visitas imprescindibles, como el Real Monasterio de Guadalupe –Patrimonio de la Humanidad desde 1993– en su Año Jubilar, o el risco de La Villuerca, un paraíso para los amantes del cicloturismo y que el pasado 28 de agosto acogió uno de los más apasionantes finales de etapa de la Vuelta Ciclista España a 1.570 metros de altitud… ¡Acariciando el cielo!

 

 

 

El 17 de septiembre de 2011 supuso un antes y un después en la concepción de Villuercas-Ibores-Jara como un territorio unido más que nunca entre sus habitantes gracias a su reconocimiento como Geoparque Mundial de la UNESCO; un destino de naturaleza y cultura de primer nivel en Extremadura. Dentro de las diversas celebraciones por este 10º aniversario está el Festival de Geosenderismo, que arrancó el 18 de septiembre con una primera ruta interpretada, que partía de Navezuelas, pero que continuará en octubre y noviembre con otras tres, que harán las delicias de los amantes del turismo activo. Los guías harán paradas a lo largo de las mismas para interpretar el patrimonio geológico, natural y cultural por el que discurra.

 

 

El sábado 2 de octubre tendrá lugar la ruta geosenderista en Berzocana, que transcurrirá por el entorno de esta bella población. Se trata de una ruta circular de 6,37 km, un desnivel de 378 m, dificultad media y duración aproximada de 3,5 a 4 horas, en la que destacan los Canchos de la Sábana o la Cabeza del Moro. Este recorrido, además de conocer la interesante formación geológica del paraje, permitirá comprobar la huella que dejaron los habitantes de estas sierras hace miles de años.

 

El sábado 23 de octubre será el turno de la ruta geosenderista por Navatrasierra. Constará de 10,60 km, un desnivel de 403 m, dificultad media-alta y una duración aproximada de 3,5 a 4 horas. Más de cuatro décadas llevan brillantes geólogos recorriendo estas tierras tras la importante riqueza paleontológica de sus rocas, que se dará a conocer con la visita al Centro de Interpretación del Fósil. La ruta atraviesa singulares ríos de piedra tapizados de exuberante vegetación y lleva hasta el Risco Pelao. Desde allí se divisan espectaculares vistas del sinclinal de Guadarrama-Gualija y del anticlinal de Valdelacasa.

 

El sábado 6 de noviembre pondrá fin a este Festival de Geosenderismo una ruta por Cañamero, con un recorrido de 14,20 km, un desnivel de 495 m, dificultad media y duración aproximada de 4 horas. Esta ruta transcurre alrededor de la Sierra del Pimpollar y recorre visualmente elementos geomorfológicos que conforman la singularidad paisajística observada desde las diferentes orientaciones al ir rodeando la sierra y también desde lo alto de Risco Gordo: fallas, rañas, penillanuras, cerros graníticos, desfiladeros… El recorrido permitirá también conocer cómo cañameranos y cañameranas han sabido aprovechar sus ‘lotes’ de manera magistral y en perfecta armonía con la naturaleza.

 

Estas rutas se complementan, dentro de los actos de celebración del 10º aniversario, con una exposición fotográfica Diez años haciendo Geoparque que se exhibirá de forma itinerante por el propio Geoparque.

 

 

     Otras visitas otoñales en el Geoparque

 

Al margen de estas tres rutas que integran el Festival de Geosenderismo, quienes deseen descubrir y disfrutar este Geoparque Mundial de la UNESCO en otoño tienen otras alternativas por cuenta propia. Una es el Itinerario Geológico de La Villuerca, el monte más alto del macizo montañoso y que es la mejor representación del relieve apalachiano. En la subida al risco –que fue final de etapa en la reciente Vuelta Ciclista a España– hay excelentes miradores para apreciar la singular geomorfología de valles y cadenas montañosas alineadas paralelamente. Otra alternativa es el Itinerario Geológico de las Casitas de Papel (popular nombre de las antiguas casas de cabreros), que parte de Castañar de Ibor. Y una tercera, el Itinerario Geológico Transapalachiano 2, que une Solana de Cabañas con Navezuelas.

 

La guinda cultural al Geoparque Mundial Villuercas-Ibores-Jara puede ser la visita al Real Monasterio de Guadalupe, reconocido por la UNESCO en 1993 como Patrimonio de la Humanidad y una de las joyas mundiales del gótico mudéjar. Un monasterio que, además, celebra su Año Jubilar (ampliado hasta el 10 de septiembre de 2022 por la Santa Sede). Un lugar de peregrinación que permite también admirar Guadalupe, integrado en 2018 en la Asociación de Pueblos más bonitos de España.

 

Más información: https://www.festivaldegeosenderismo.com/  

https://www.geoparquevilluercas.es/

 

EL PARAÍSO MÁS SALVAJE LO TIENE LEÓN

La riqueza y biodiversidad del Alto Bernesga hace que fuera declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en el 2005. Un lugar donde disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor, la fauna y la flora que tanto caracterizan al norte de León y diversas rutas donde paso a paso, sentirse uno más de la historia de esta provincia. 33.442 hectáreas marcadas por el paso del río Bernesga que guardan un gran valor paisajístico en cada uno de sus rincones.

 Existen muchos rincones en la provincia de León que tienen ese ‘algo’ especial, una seña identitaria que los diferencia del resto ya sea por sus historias y leyendas, por su gastronomía o por el universo cultural que lo rodea. Sin embargo, existe un lugar más único y más salvaje que se describe con una única palabra: sublime. Que desprende grandeza por la monumentalidad de sus hectáreas, de belleza extrema que, en ocasiones, cuesta asimilar. Hablamos de la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga.

La riqueza y biodiversidad del Alto Bernesga es excepcional debido a su ubicación biogeográfica entre la España mediterránea y la atlántica. Fue declarada por la UNESCO en 2005 y hoy en día representa uno de los espacios naturales más importantes de la provincia. El río Bernesga cruza sus 33.442 hectáreas ubicadas en la vertiente leonesa del macizo de la Cordillera Cantábrica, dando nombre a este entorno natural que invita al visitante a recorrerlo en cualquier época del año a golpe de zapatilla.

Naturaleza a raudales

Su zona núcleo -formada por cinco grandes áreas: Casomera, Chagos, Aralla-Cabornera, Valle del río Casares y Bernesga- contiene los espacios de gran valor ecológico, así como la fauna y la flora más característica. Es un espacio estrictamente protegido debido al gran valor que tiene su patrimonio natural. La zona restante contiene elementos destacados como el Faedo de Ciñera, premio 2008 al “Bosque mejor cuidado”, o los encinares del valle de Huergas y Llombera, catalogado como Punto de Interés Biológico.

Su belleza paisajística es uno sus principales atractivos, sorprendiendo al viajero con riscos calizos, canchales y pedrizas donde habita el rebeco y aves como el águila real y el halcón. En sus bosques de hayedos y abedulares se puede descubrir su fauna, especies como la perdiz pardilla, el lobo, el urogallo o el oso. Entre sus sabinares y bosques de galería, la palabra ‘perderse’ adquiere un significado más que romántico.

Paso a paso, quemando zapatilla

La Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga ofrece diversas rutas para descubrir su territorio de forma segura. Las rutas Cueto de San Mateo desde Santa Lucía (8 km y de duración 4h), la del Valle de Arbás (12,2 km), la ruta Cueto de San Mateo desde la Pola de Gordón (9 km y 5h de duración) y la del Faedo de Ciñera permiten sumergirse en pleno corazón de la naturaleza, tomando como punto de partida para el conocimiento del terreno, el Centro de Interpretación de la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga, ubicado en Geras de Godón.

Entre las hojas de su historia

El Alto Bernesga es un territorio surcado por infinidad de caminos que durante siglos fueron utilizados por todo tipo de gentes, peregrinos, pastores, arrieros o nobles. La calzada romana de Clarisa es el paso de acceso a Asturias remontando la Cordillera Cantábrica. Su nombre fue dado por el cónsul romano Tito Carisio.

Otra ruta milenaria es el Camino a San Salvador, Camino histórico a Santiago, el cual parte de la Real Colegiata de San Isidoro, ubicada en la capital leonesa y llega hasta la catedral de Oviedo para visitar la capilla que recibe el mismo nombre. En su recorrido por el Alto Bernesga atraviesa paisajes de ensueño entre los que se guarda celosa la Colegiata de Arbás del Puerto, de estilo románico tardío y que servía de refugio a los peregrinos en su paso por plena cordillera Cantábrica.

Señas de identidad

La ganadería, la trashumancia y la minería son tres recursos que marcan el presente de esta Reserva de la Biosfera. Sus prados de diente de calidad han sido aprovechados de forma tradicional por la práctica de la trashumancia ovina. En este territorio, la minería ha sido un recurso económico de gran importancia desde época inmemorial y se pueden encontrar al menos dos explotaciones prerromanas y cierto número de minas que extraían cobre, níquel, cobalto y villamaninita. Por su parte, la gastronomía de su territorio se basa en la elaboración de guisos, asados y cocidos, con una clara influencia de la tradición pastoril en platos como las migas y la caldereta de cordero.

La Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga es, sin duda, un paraje donde la naturaleza de lo salvaje se refleja en cada uno de los rincones. El viaje aún no termina. Aún queda mucho León por descubrir.

4 experiencias únicas en Tierras de Cáceres y Trujillo

 

 

Con la llegada del otoño volvemos a otra manera de viajar: la que invita a la reflexión y la melancolía, a conocer el alma y la historia de los destinos. La provincia de Cáceres es ideal para ello. Y la mejor manera de descubrirla e inhalar su más pura esencia es ir hasta su corazón, que palpita con fuerza en Tierras de Cáceres y Trujillo, su centro neurálgico. Empezando por Cáceres, que late a su propio compás de la historia y da vida a todo el territorio que la rodea: las comarcas de Tajo–Salor–Almonte, Miajadas–Trujillo y Sierra de Montánchez–Tamuja. Situadas al sur de esta provincia extremeña, guardan experiencias únicas, como estas cuatro con las que el viajero disfrutará del bienestar y la autenticidad cacereñas. Tentadoras, ¿verdad?

 

 

1 – Cáceres, la gran dama de la historia

 

Todo aquel que se acerca a Cáceres queda maravillado con su historia, sus palacios, sus casas y sus piedras. Al adentrarse en su casco histórico está garantizado un emocional viaje en el tiempo… y es inevitable dejar volar la imaginación a través de las fantásticas y numerosas leyendas que esconde la ciudad monumental, conociendo las cuatro culturas que la habitaron: romana, almohade, judía y cristiana.

 

Pero la vida de Cáceres va más allá; no es un mero escenario medieval que se mantiene intacto para observación del visitante sino que, durante todo el año, acoge una actividad cultural frenética: música, danza, teatro y exposiciones llenan su trazado. Festivales interculturales como el Womad o el de Teatro Clásico, el IrishFlead o el Mercado Medieval son algunas de sus propuestas más exitosas. Todo ello, por no hablar de la riqueza de toda la naturaleza urbana que puebla sus calles, intramuros y extramuros, auténtico jardín de bosque mediterráneo perfectamente conservado y que permite la práctica de innumerables actividades como la fotografía, la observación de aves, el sketching, la observación de flora y fauna, el astroturismo, etc.

 

 

 

2 – Aprende a hacer queso… ¡Y pásalo de miedo!

 

Tradición y modernidad conviven en Tajo–Salor–Almonte, un destino marcado por la trashumancia. De ahí sus centros de interpretación, como el de la Cañada Real Soriana Occidental y la Cultura Pastoril, en Casar de Cáceres; o el de la Vías Pecuarias de Malpartida. Cualquiera podrá sentirse pastor en las rutas de la trashumancia de la Semana de la Torta del Casar, que se celebra en octubre y acoge, además, la Feria Europea del Queso; o elaborando queso en casas rurales y empresas que ofrecen estas experiencias.

 

Otra parada interesante es el Centro de Interpretación de Aliseda, con la réplica del tesoro encontrado en 1920: más de 300 piezas de materiales nobles. El original está en el Museo Arqueológico de Madrid. Pero no te vayas sin algún recuerdo de artesanía, como la cerámica y calderos de Arroyo de la Luz, donde en agosto se celebra un festival de cine de terror en el Castillo de los Herrera, que antes fue cementerio. ¡Lo vas a pasar de miedo!

 

 

3 – ¡Cuate, aquí hay tomate!

 

De la llegada del visitante a la comarca Miajadas–Trujillo es testigo un gigantesco tomate: una escultura de 12 metros de altura que da la bienvenida a Miajadas, Capital Europea del Tomate. Un destino en el que se preparan tomatás de patatas y carne, en el que se celebra la feria del tomate en julio y un concurso de tomates en agosto, con premios a los más bonitos o singulares. En su palacio Obispo Solís puedes ver los cuadros del cacereño Massa Solís, autor de un mural sobre Cáceres Patrimonio de la Humanidad en la sede de la UNESCO en París.

 

La gastronomía de Miajadas–Trujillo ofrece excelentes quesos y un buen momento para probarlos es la Feria Nacional del Queso de Trujillo, en el puente de mayo, con queseros de España y Europa que traen hasta medio millar de variedades diferentes. Se celebra en la plaza Mayor, donde en el puente de noviembre también tiene lugar la Feria Internacional de la Cerveza Artesana. La ternera de retinto es bocato di cardinale, con elaboraciones como el carpaccio de rustido o el retinto con tomate. Y para una experiencia gloriosa, imprescindibles son los dulces de los conventos trujillanos, en algunos de los cuáles se realizan también delicados bordados.

 

 

4 –Brinda con vino del tejao

 

Sierra de Montánchez es una despensa de aceite y pitarra. De Salvatierra de Santiago es el vino del tejao que se envasa en botellas negras y se deja que tome cuerpo a la intemperie, sobre las canaletas de los tejados. Buena compañía con escabeches de habas y pescado o guisos de caza como el arroz con liebre. Para postre, dos recomendaciones: naranjas de Alcuéscar e higos de Almoharín o de Arroyomolinos, con propiedades antioxidantes y diversas versiones, desde el tradicional higo seco –que si se toma con un fruto seco se llama matrimonio– hasta los bombones rellenos con licor o trufa.

 

Son souvenirs gastronómicos que deberíamos llevarnos a casa como recuerdo de una comarca donde también se pueden encontrar piezas de cuero, mimbre o corcho. A los vecinos de Valdemorales se les llama precisamente corcheros y trabajar artesanalmente este producto.

 

 

Más información: www.turismocaceres.org

 

 

5 RUTAS DE SENDERISMO POR LOS BOSQUES DE LEÓN

León, nunca mejor dicho, ¡se conoce paso a paso! Esta provincia te propone 5 rutas de senderismo para disfrutar del otoño en todo su esplendor: Los hayedos en Picos de Europa, el sabinar de Crémenes, el hayedo de Valporquero, los castaños de Las Médulas y el sabinar de Mirantes de Luna. La magia otoñal de sus bosques te invita a sumergirte en los parques nacionales, regionales y en los bosques más hermosos de este destino para descubrir un León diferente y un nuevo paisaje en cada esquina. Una nueva aventura repleta de tonos ocres y aromas a pura naturaleza.

La magia del otoño existe y no hace falta irse muy lejos para encontrarla. La provincia de León está repleta de bosques con duende, con ese ‘algo especial’ que lo inunda todo de colores ocre, dorado y aroma a naturaleza. Entornos privilegiados donde a cada paso, encuentras un paisaje diferente y te ofrecen espacios perfectos para practicar senderismo. El otoño en León se vive paso a paso.

Hayedos en Picos de Europa

Por su belleza natural, sus inconfundibles cumbres de roca caliza y el entorno privilegiado que guarda el interior de sus bosques, el Valle de Sajambre es espectáculo para los sentidos en la época otoñal. Está ubicado en el corazón del Parque Nacional de Picos de Europa y a su paso, regala auténticos tesoros de la naturaleza como los hayedos de Soto de Sajambre y Vegabaño. No hay truco en los colores, el arcoíris otoñal se encuentra en este rincón de la provincia de León y la mejor manera de descubrirlo es a través de sencillas rutas dispuestas a lo largo de este territorio.

Sabinar de Crémenes

Como si de un cuento de hadas se tratase, este entorno natural está compuesto de troncos retorcidos y agrietados de hoja perenne, siempre verde. Se ubica en el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, en su vertiente sur y muy cerca del embalse de Riaño. Un bosque muy singular que bien podríamos denominarlo ‘reliquia’, ya que se trata de un reducto de los bosques que poblaban la Tierra en el Cuaternario. Este bosque de sabinas se encuentra situado entre las poblaciones de Las Salas y Crémenes, en una ladera caliza donde se pueden observar los ejemplares a la perfección a través de sus diversas rutas de senderismo.

Hayedo de Valporquero

Uno de los hayedos más conocidos de la provincia, muy próximo a la famosa Cueva de Valporquero, la segunda catedral más importante de León, siendo esta construida íntegramente por las manos de la naturaleza. Pasear por este hayedo nunca decepciona, un ejemplo perfecto de la belleza leonesa en otoño que se puede combinar a la perfección con una visita a las Hoces de Vegacervera. El paseo está completamente señalizado y adaptado para que todos los públicos puedan disfrutar de este entorno natural privilegiado.

Los castaños de Las Médulas

El yacimiento romano de Las Médulas esconde un tesoro más que, aun no tener relación con la extracción de oro, brilla por sí mismo gracias a su valor natural. Se trata de los castaños centenarios de Las Médulas, una ruta de senderismo donde cada árbol, tronco y cada castaño retorcido es una obra de arte en sí misma. Una belleza que se puede descubrir de una manera muy sencilla y para toda la familia, a través de la Senda de las Valiñas.

 

Sabinar de Mirantes de Luna

Nos transportamos al Parque Natural de Babia y Luna para conocer otro tesoro de la naturaleza que en otoño adquiere una esencia especial. Un viejo bosque de árboles retorcidos que fueron capaces de adaptarse al medio y echar raíces sobre la roca caliza. El acceso directo al Sabinar de Mirantes de Luna se puede hacer desde varios puntos a lo largo de la carretera que une las localidades de Mirantes y Miñera de Luna junto al embalse de los Barrios de Luna. También se puede obtener magníficas vistas de su conjunto desde varios miradores naturales habilitados junto a la presa. La belleza paisajística de esta zona es única.

El otoño en León es pura magia, belleza en cada rincón y mil y una opciones de senderismo. El calendario indica que es hora de poner en marcha la siguiente aventura y el destino está claro: la provincia de León.