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LA COMARCA DE LIÉBANA ‘RUGE’ EN OTOÑO

Desde mediados de septiembre hasta octubre, en las montañas de la Comarca de Liébana los visitantes podrán disfrutar de una escena singular: el apareamiento del ciervo rojo.

 

 

Cada otoño, la Comarca de Liébana, en pleno corazón de los Picos de Europa, se convierte en escenario de un ritual ancestral: la berrea del ciervo. Un fenómeno natural donde el sonido gutural de los machos retumba en los bosques. Esta época ofrece una oportunidad única para adentrarse en la naturaleza en estado puro. La berrea no solo es un fenómeno, es una cita imprescindible con la naturaleza.

Entre los meses de septiembre y octubre, la naturaleza despliega uno de sus espectáculos más impactantes en la Comarca de Liébana: la berrea del ciervo rojo. Este fenómeno marca el inicio del periodo de apareamiento de estos animales. Durante el verano, los ciervos renuevan su cornamenta y con sus recién estrenados cuernos comienzan el cortejo.

Esta actividad es una muestra de poder entre machos por la atención de la hembra, que da como resultado una sinfonía que se puede escuchar por todo el valle. En los bosques y laderas de la zona, este concierto resuena ofreciendo una experiencia sensorial inolvidable en plena naturaleza.

La Comarca de Liébana, rodeada por la majestuosidad de los Picos de Europa, es uno de los mejores lugares del norte de España para presenciar este evento. Su biodiversidad, paisajes de montaña y la tranquilidad de su entorno hacen de esta comarca un enclave privilegiado para el avistamiento de fauna en su hábitat natural.

Más allá de la observación, la berrea se convierte en una excusa perfecta para descubrir el encanto otoñal de la Comarca de Liébana: alojamientos rurales con chimenea, gastronomía de montaña y paisajes teñidos de ocres y dorados. Una invitación a reconectar con la naturaleza, a viajar con los cinco sentidos y a vivir una experiencia que va más allá del turismo.

 

Más información: https://www.comarcadeliebana.com/

CEE A PASO LENTO: SENDEROS PARA SABOREAR SIN PRISA

Cuatro rutas para perderse entre el mar y la montaña en el corazón de la Costa da Morte. Un lugar único para desconectar.

 

 

Explorar Cee no es solo caminar, también es sumergirse en un territorio donde la historia y la naturaleza se abrazan en cada sendero. Un destino que sorprende combinando espacios de servicio y rincones donde bajar las pulsaciones del frenético día a día. En esta tesitura única, este enclave de la Costa da Morte propone cuatro rutas, donde el viajero tiene la oportunidad de redescubrir el placer de andar a paso lento.

En la Costa da Morte, a poco más de una hora de Santiago de Compostela, Cee se presenta como un destino entre el mar y la montaña que invita al viajero a una desconexión del mundo y reconectar consigo mismo. Cee se puede conocer de muchas formas, pero estascuatro rutas os darán una imagen completa.

La “Ruta guiada por la villa resurgida de Cee” es el paseo ideal para comenzar. De carácter histórico y baja dificultad, permite descubrir en una hora lugares clave como el Santuario de Nuestra Señora de la Xunqueira, la Plaza de la Constitución, el Museo Fernando Blanco de Lema y el Pazo de Cotón, hasta culminar en el Instituto Fernando Blanco de Lema, símbolo del renacer cultural de la villa. Disponible de julio a octubre de forma guiada y durante todo el año de manera libre.

Los que buscan paisajes más salvajes encontrarán en la “Ruta Meigha Lirea” una experiencia inolvidable. Con algo más de 10 km y dificultad media, esta ruta recorre monte, costa y parte del Camino de Santiago de Fisterra a Muxía. Flechas verdes y rojas guían a los senderistas entre vistas espectaculares al Atlántico y tramos que se adentran en la esencia de la Costa da Morte.

En la “Ruta por A Ameixenda”, la leyenda y la historia se mezclan con la brisa marina. Con una duración de3 a 4 horas, este itinerario atraviesa playas, montes con vistas al Cabo Fisterra, antiguos refugios de la Guerra Civil y lugares emblemáticos como la última factoría ballenera de Europa. Una invitación a caminar por senderos donde cada piedra guarda una historia.

Finalmente, para quienes solo disponen de una hora, la “Ruta por la Armada” es un pequeño tesoro, una experiencia única. Coincidiendo con la entrada del Camino de Santiago en Cee, esta ruta se inicia en la Capilla de San Pedro Mártir, en la parroquia de Pereiriña, y avanza hacia el Alto da Armada, donde se encuentra un destacado cruceiro. A continuación, os adentraréis en As Campas, perteneciente a la parroquia de Brens, completando una ruta cargada de tradición y belleza natural.

Cee invita a caminar, tanto si conoces el destino como si no, agasajando al viajero con paisajes que parecen pintados a mano alzada, salvajes pero delicados. Cee es un lugar para recorrer en modo slow, donde respirar aire puro y recargar energía.

 

 

 

Para más información:https://www.turismodecee.es/es/

LA PEÑA DE ARIAS MONTANO: EL SANTUARIO DE PIEDRA DONDE CONVERGEN HISTORIA, MÍSTICA Y NATURALEZA

Un viaje a las entrañas de la provincia de Huelva, donde el tiempo parece detenerse entre ermitas, cuevas sagradas y leyendas alquímicas…

 

 

En el corazón verde de Huelva, donde la Sierra de Aracena y Picos de Aroche despliegan su manto de bosques y aldeas blancas, se alza Alájar, un pueblo de calles empinadas y aire medieval que custodia un secreto milenario: la Peña de Arias Montano. Este macizo calizo, declarado Bien de Interés Cultural, no es solo un mirador excepcional sobre el valle, sino un lugar donde la historia, la espiritualidad y el misterio se entrelazan como raíces de un viejo castaño.

El nombre de la peña homenajea a Benito Arias Montano (1527-1598), uno de los humanistas más fascinantes del Siglo de Oro. Erudito, teólogo y bibliotecario de Felipe II, fue clave en la edición de la Biblia Políglota de Amberes y en la organización de la legendaria biblioteca de El Escorial. Pero su alma inquieta lo llevó a abandonar la corte y refugiarse aquí, entre estas rocas que ya habían acogido siglos antes a San Víctor, un eremita del siglo V.

Montano transformó el lugar en un retiro renacentista: reconstruyó la Ermita de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, plantó huertos, diseñó paseos sombreados y acondicionó manantiales, inspirándose en los jardines manieristas italianos. Cuenta la leyenda que, entre meditaciones, el sabio se entregó a la astrología y la alquimia, ocultando parte de sus hallazgos en los archivos del Escorial. Hoy, su espíritu parece flotar aún entre las cuevas que habitó, donde el silencio solo se rompe con el rumor del viento.

Pero la magia de la Peña es anterior a Montano. Restos del Neolítico, del Bronce y de épocas ibera y romana atestiguan que este fue un lugar de culto y refugio desde la prehistoria. Los musulmanes la llamaron «Alájar» (la piedra), y en sus grutas —como El Palacio Oscuro o La Sillita del Rey— el agua ha esculpido lagos subterráneos y estalactitas que brillan bajo la tenue luz de las linternas.

Algunos hablan de energías telúricas, comparándola con Montserrat o Glastonbury. No es casualidad que ermitaños y místicos la eligieran para buscar lo divino: su atmósfera, cargada de una quietud casi sobrenatural, invita a la introspección. Otros, menos espirituales simplemente disfrutan con unas vistas de impresión. Un balcón desde el que asomarse a la belleza de la provincia de Huelva. Amaneceres y puestas de sol desde lo alto de esta peña son verdaderas postales para guardar como oro en paño. ¿Y por qué no? Desde aquí se puede vivir como nunca la popular lluvia de perseidas o ‘lágrimas de San Lorenzo’ cada mes de agosto.

Cada 8 de septiembre, la peña se viste de fiesta con la Romería de la Reina de los Ángeles, una tradición que atrae peregrinos de Huelva, Sevilla, Badajoz y Portugal. Desde 1807, el mercadillo artesanal es parte esencial de la celebración, donde se venden quesos de cabra, embutidos ibéricos, miel de castaño y objetos de corcho, sosteniendo la economía local.

¿Qué tiene esta peña que atrajo a sabios, santos y buscadores? ¿Fue su belleza, su silencio o algo más intangible? La respuesta, quizá, esté en sus grutas, donde el agua sigue goteando sobre las rocas, como lágrimas de la tierra. O en esa bruma azulada que cubre el valle al amanecer, difuminando los límites entre lo humano y lo eterno.

Alájar y su peña son un recordatorio: hay lugares donde la historia no se lee en los libros, sino en las piedras. Y esta, desde su atalaya de 746 metros, sigue susurrando secretos a quien quiera escucharlos.

 

Más información: www.destinohuelva.org

DISFRUTA DE UN IMPONENTE CIELO NOCTURNO EN EL PARAÍSO

¿Amante de las estrellas? Estás de enhorabuena. Si estás buscando un lugar donde contemplar el firmamento en todo su esplendor, Vall de Núria es tu destino.

 

 

Si buscáis escapar del sofocante calor de la ciudad y vivir una experiencia diferente, el Hotel Vall de Núria es la opción perfecta para respirar aire puro y admirar el cielo estrellado sin preocupaciones. Este espacio os brinda la oportunidad no solo de descansar y recargar pilas, sino también de disfrutar de actividades que os dejarán recuerdo para siempre, como contemplar el firmamento, maravillaros con las perseidas o atreveros con una ruta nocturna.

Situado en el corazón de los Pirineos Catalanes, el Hotel Vall de Núria se alza como un refugio privilegiado para quienes anhelan conectar con la naturaleza y descubrir la magia del cielo estrellado. Alejado de la contaminación lumínica de las ciudades, este enclave ofrece noches limpias y cristalinas que convierten cualquier velada en un auténtico espectáculo astronómico.

Este alojamiento es una experiencia en sí misma, puesto que únicamente se puede acceder a él mediante un tren cremallera. Este pequeño y singular matiz aporta encanto y distinción al viaje.

Al caer el sol, el valle se transforma. La oscuridad se adueña del paisaje y envuelve la atmósfera de un tono sutil y especial. El cielo se extiende como un manto infinito en el que contemplar constelaciones y estrellas fugaces. Un lugar ideal para disfrutar de las Perseidas en agosto, o de cualquier momento de paz y conexión.

En este marco, el Hotel os ofrece la posibilidad de realizar una salida nocturna. Una experiencia totalmente diferente, bajo la luz de las estrellas y acompañados del silencio del valle, caminaréis con el único objetivo de disfrutar del cielo nocturno que regala el Pirineo Oriental

Además, el entorno del Vall de Núria no solo invita a mirar hacia arriba. Rodeado de prados llenos de árboles, un imponente lago y picos que superan los 2.000 metros, este lugar ofrece una experiencia completa para los sentidos.

En definitiva, el Hotel Vall de Núria no es solo un lugar donde alojarse: es una puerta abierta a un universo de calma, belleza y noches inolvidables bajo las estrellas. Un verdadero paraíso para soñar despierto.

https://hotelvalldenuria.cat/

BRIHUEGA Y SU FESTIVAL DE LA LAVANDA. UN ESPECTÁCULO DE COLOR Y LUZ

El Festival contará con actividades durante todo el mes de julio, además de cuatro únicos conciertos el 11, 12, 18 y 19 de julio. Un lugar donde emoción, naturaleza y música se unen en un entorno mágico.

 

 

En la comarca de La Alcarria, donde el tiempo parece detenerse entre páramos y dulces colinas, Brihuega emerge cada julio como un sueño morado. Desde 2015, sus campos se transforman en un lienzo vibrante, teñido por el florecer de la lavanda, que no solo conquista la vista, sino que impregna el aire con un aroma capaz de transportar al viajero a un estado de pura contemplación.

 

El Festival de la Lavanda ha convertido este rincón de Guadalajara en un epicentro de elegancia rústica. Al caer el sol, conciertos únicos resuenan entre las flores, mientras los asistentes, vestidos de blanco, se funden con el paisaje en una coreografía de colores y aromas. No es solo un evento, sino una ceremonia sensorial donde la música, el atardecer y el perfume de la lavanda se alían para crear memorias imborrables.

En los últimos años, la gastronomía, elevada por maestros como Dani García —cuya trayectoria brilla con dos estrellas Michelín—, ha encontrado aquí un escenario excepcional. Platos que dialogan con la esencia del territorio, convirtiendo cada bocado en un homenaje a la tierra.

 

El Origen de un Paisaje Soñado

La historia de estos campos es un testimonio de visión y perseverancia. Los Hermanos Corral, agricultores de la zona, inspirándose en la Provenza francesa, descubrieron que el clima y el suelo de Brihuega eran ideales para el cultivo de lavanda. Lo que comenzó como un experimento agrícola se ha convertido en un símbolo de identidad, revitalizando la economía local y atrayendo a miles de visitantes ávidos de belleza y tranquilidad.

Los campos se despliegan alrededor de Brihuega, en parajes como Malacuera, Hontanares y Villaviciosa de Tajuña, cada uno con su propia personalidad, pero unidos por ese manto violeta que parece no tener fin. A apenas 90 kilómetros de Madrid, este enclave ofrece una escapada perfecta para quienes buscan perderse —y encontrarse— en la naturaleza.

El Momento Mágico

La floración alcanza su cenit entre finales de junio y julio, aunque el capricho del clima puede adelantar o retrasar ligeramente el espectáculo. El festival, celebrado a mediados de julio, marca el punto álgido, pero quienes prefieran la intimidad con el paisaje encontrarán en el amanecer o el atardecer las horas más propicias, cuando la luz dorada acaricia las flores y el mundo parece detenerse.

 

Un sinfín de actividades para disfrutar de Brihuega.

Durante el mes de julio, Brihuega se convierte en el epicentro de una experiencia sensorial única, donde los campos de lavanda en plena floración tiñen el paisaje de tonos violetas y perfuman el aire. Los visitantes pueden sumergirse en talleres artesanales, como la creación de velas naturales, perfumes alquimistas o cerámica decorada con motivos de lavanda, impartidos en el antiguo Lavadero. Las visitas guiadas a los campos —organizadas por el Ayuntamiento— ofrecen un recorrido íntimo por este espectáculo natural.

La programación cultural se enriquece con exposiciones como «España en floración» en la Iglesia de San Miguel, rutas a caballo por la Alcarria, e incluso vuelos en globo o parapente sobre los campos morados. Para los más tranquilos, las clases de yoga al amanecer entre lavandas o las visitas nocturnas con enfoque etnobotánico añaden un toque de serenidad. La gastronomía y el mercado artesanal completan una oferta que transforma Brihuega en un destino donde tradición, naturaleza y creatividad fluyen en armonía.

 

Música en directo con los campos de lavanda como escenario de excepción.

Cuatro grandes referentes musicales de este país serán los encargados de poner esa nota musical tan especial que le da ese punto extra a la atmósfera, ya de por sí idílica. El 11 de julio, Los Secretos, grupo inmortal seguido por generaciones de melómanos, abrirá la tanda. Le seguirá Iván Ferreiro, nombre propio de la escena indie estatal, el día 12. El día 18, El Arrebato será el encargado de amenizar la velada con sus temas más coreados de su prolífica carrera musical. Cierra el 19 otro artista reconocido por su estilo intimista y voz característica. El rapero Beret ofrecerá la última actuación del festival para todos aquellos que disfrutan con temas más introspectivos y emocionales.

 

Para Vivir, No Solo Ver

Recomendaciones esenciales: calzado cómodo, protección solar y agua. Pero sobre todo, disposición para abandonarse al hechizo de un lugar donde la naturaleza se convierte en arte. Las visitas guiadas permiten profundizar en la historia y los secretos de este cultivo, mientras que el alojamiento en Brihuega o sus alrededores invita a prolongar la experiencia.

Brihuega no es un destino, es una emoción. Un lugar donde el violeta de la lavanda, el oro del atardecer y el blanco de los vestidos se mezclan en una sinfonía perfecta. Una prueba de que, a veces, la magia no está al otro lado del mundo, sino a un paso de casa.

 

Más información: https://www.turismocastillalamancha.es/

UN OASIS EN PLENA CAMPIÑA DE BAENA… ¡EL EMBALSE DE VADOMOJÓN!

Un embalse para disfrutar en familia o con amigos, donde pescar, hacer piragüismo y darse un chapuzón rodeado de olivos

 

 

Con este calor que ya aprieta, seguro que muchos ya están pensando en la playa, pero ¿sabías que en pleno corazón de Andalucía tenemos un paraíso de agua dulce que lo tiene todo para refrescarse y disfrutar al máximo? ¡Pues sí! Hablamos del Embalse de Vadomojón, una joya escondida en la provincia de Córdoba que os va a enamorar.

 

Un chapuzón rodeado de olivos

Imaginaos esto: el sol brillando, el agua fresca invitándoos a zambulliros y, de fondo, el verde intenso de un mar de olivos. Así es Vadomojón, un embalse casi virgen donde el único sonido es el de la naturaleza. Sin aglomeraciones, sin construcciones a pie de orilla o de cables cruzando el cielo. Aquí, el protagonista es el paisaje, con la Sierra Subbética como telón de fondo.

 

Este paraíso acuático, que forma parte de la cuenca del Guadalquivir y se ubica en la pedanía de Albendín, en Baena, es perfecto para pasar un día en familia o con amigos. Cuenta con un embarcadero y una coqueta zona de merendero con quiosco, ideal para reponer fuerzas después de un buen baño. Además, si lo vuestro es la náutica, el club náutico del embalse dispone de todas las instalaciones necesarias.

 

Paraíso de la pesca deportiva y la navegación

 

Si eres un apasionado de la pesca deportiva, Vadomojón es tu sitio. Este embalse se ha consolidado como uno de los escenarios más importantes de Córdoba para la captura de especies como el barbo, la carpa, el black bass o la trucha. No es de extrañar que aquí se celebren importantes concursos, atrayendo a pescadores de todas partes. La abundancia y variedad de peces, sumada a la riqueza de su ecosistema con aves como flamencos y garzas reales, lo convierten en un lugar privilegiado.

 

Y para los que disfrutan deslizando su embarcación sobre el agua, Vadomojón permite la navegación con embarcaciones de recreo. Imagina la sensación de libertad al recorrer sus aguas tranquilas, rodeado únicamente de olivos y del sonido del viento. Una experiencia que te conecta directamente con la esencia de Andalucía.

 

Más que agua: naturaleza y patrimonio

A pesar de su relativamente reciente construcción, este humedal ha desarrollado un ecosistema riquísimo. La observación de aves es una actividad que no os podéis perder, con la presencia de flamencos, garzas reales y diversas especies de patos que encuentran aquí su hogar.

 

Pero Vadomojón es mucho más que agua y naturaleza. El entorno del embalse se está potenciando para ofrecer nuevas experiencias. Ya se está trabajando en itinerarios para hacer senderismo y cicloturismo, perfectos para explorar la zona a vuestro ritmo. Además, se está recuperando el patrimonio local, con antiguos molinos y cortijos que nos hablan de la historia de estas tierras.

 

El embalse de Vadomojón también tiene un papel importante en la región, ya que divide los caminos rurales de dos joyas para los amantes del cicloturismo: la Vía Verde de la Subbética y la Vía Verde del Aceite.

 

En definitiva, el Embalse de Vadomojón es una opción inmejorable para escapar del calor este verano y disfrutar de un día diferente, combinando deporte, relax y naturaleza. ¿Os animáis a descubrirlo?

                                                                                                                   

 

 

Más información enhttps://baenaturismo.com/

www.baena.es