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El decálogo navideño de Castelló

 

Del 5 al 31 de diciembre, la capital de la Plana se transforma para acoger a un público familiar con una decena de variadas propuestas

 

Arranca el mes más entrañable del año y Castelló de la Plana da la bienvenida a quienes se dejen tentar por actividades como su Mercado Medieval, talleres infantiles y juegos, conciertos de corales o ferias artesanales. Cuatro intensas semanas para descubrir las maravillas patrimoniales de la ciudad –Concatedral, El Fadrí, el Castell Vell, el ermitorio de la Magdalena…– y disfrutar de su sabrosa y variada gastronomía combinado con los eventos más tradicionales que dan color y calor a las fiestas navideñas.

 

 

     Castelló de la Plana es un destino que cautiva los 365 días del año por su privilegiada climatología, que permite incluso disfrutar de la suave brisa del Mediterráneo desde sus playas; que seduce al visitante por una excelsa gastronomía que combina a la perfección mar, montaña y huerta; y por su riqueza patrimonial. Pero, llegado el mes más entrañable y familiar del año, también se postula como un destino ideal para una Pascuas distintas.

 

La ciudad ha programado un intenso y cálido mes de diciembre para despedir el año con la emotividad que se merece y que padres e hijos disfruten conjuntamente de todas las tradiciones de estas fechas. Este es el decálogo para unas navidades inolvidables en Castelló.

 

1 –Mercado Medieval. Del 5 al 8 de diciembre, el Puente de la Constitución puede ser una excelente excusa para vivir las raíces castellonenses. Un viaje en el tiempo aderezado con tenderetes de productos artesanos, desfiles y recreaciones medievales por lugares emblemáticos como la Plaza Major, la plaza de Cardona Vives o las calles Major y Cavallers.

 

2 –Feria Artesana de la Navidad. La plaza Santa Clara, por detrás del Mercado Central y cercana a la plaza Major, acogerá del 15 al 31 de diciembre un mercado de productos artesanos con típica ambientación navideña y talleres infantiles, de 10.00 a 20.00 horas.

 

3 –Fira de la Taronja. Los domingos 15, 22 y 29 de diciembre, de 09.00 a 14 horas, Castelló pondrá en valor el producto estrella de su huerta con una campaña de dinamización del sector citrícola en cuatro plazas: Fadrell, Na Violant, María Agustina y Joan Baptista Porcar.

 

4 –El Planetario: talleres y proyecciones. Este icono cultural castellonense –primero construido en la Comunidad Valenciana, hace casi tres décadas– se suma a los festejos navideños con talleres como ‘Decorando la Navidad’ (domingo 22), con astronautas, galaxias y planetas para el árbol; o ‘Decorando el solsticio de invierno’ (domingo 29). Y proyecciones como ‘La xiqueta que sabia caminar al revés’, ‘Explorando el sistema solar’ o ‘Astronomía: 3000 años de observación solar’ (jueves 26); y ‘Abuela Tierra’ y ‘Cielo Profundo’ (viernes 27).

 

5 –Cánticos corales. El 21 de diciembre arranca un ciclo de actuaciones a cargo de diferentes coros y grupos musicales para fomentar y estimular la interpretación de obras musicales. Las actuaciones tendrán lugar en diversos escenarios y plazas, de 10.00 a 20.00 h.

 

6 –Nadal al Grau. El distrito marítimo catellonense, junto al Mediterráno, acogerá variados talleres y actividades infantiles que se desarrollarán en la Avenida Sant Pere los dias 20, 21, 24 y 28 de diciembre.

 

7 –Talleres infantiles navideños. La plaza Major –sede del Ayuntamiento, El Fadí, la Concatedral de Santa María y el Mercat Central– en el corazón de la ciudad, será escenario de diversos talleres vinculados con la Navidad para goce y disfrute de los más pequeños. Serán los días 23, 24, 27, 28, 30 y 31 de diciembre.

 

8 –Taller de los Santos Inocentes. El 28 de diciembre, día con licencia para gastar bromas, la plaza del Casal Jove acogerá de 18.00 a 20.00 horas un divertido taller de demonios, bestiario, juegos y animación.

 

9–El Belén de la Pigà. El sábado 21 de dicembre, a las 21.00 horas, el Teatro Principal ofrecerá la representación del Nacimiento de Jesús, que se celebra desde 1980 y se ha convertido en un clásico de las navidades castellonenses. Una obra con cerca de 150 personajes, que arranca con un pasacalle precedido de un pregón y posterior entrada en el teatro.

 

10–Concierto de Navidad bajo las estrellas. El Planetari acogerá el domingo 15 de diciembre, a las 11.00 horas, el tradicional concierto que este año estará dedicado a la saga Star Wars, además de un taller de naves espaciales.

 

     Más información en la web: https://www.castellonturismo.com

Menorca, epicentro del Astroturismo mundial

Reconocida en enero como Reserva Starlight, del 28 al 30 de noviembre acoge la 2ª edición del más importante foro internacional del ‘turismo de las estrellas’

 

Reserva de la Biosfera desde hace un cuarto de siglo, Menorca no solo seduce por su naturaleza terrestre y marítima sino también por su cielo, que le ha valido este mismo año entrar a formar parte del escogido grupo de Destinos Starlight, donde observar las estrellas sin contaminación lumínica. Fruto de este reconocimiento ha sido su designación para acoger estos días ­en la isla de Lazareto –puerto de Maó– el II Encuentro Starlight de Astroturismo, con más de 60 representantes de esta selecta Fundación que apuesta por la protección del cielo nocturno.

    

     Contemplar las estrellas con la máxima nitidez, para admirar toda su inmensa belleza, se ha convertido en el atractivo esencial del llamado Astroturismo. Una variante turística que incorpora también el cielo, ampliando los horizontes del viajero ávido de nuevas emociones más allá de las que proporciona la tierra y el mar. Y Menorca, que ya presumía de estas dos últimas, se ha incorporado este año, en abril, al selecto grupo de Destinos Starlight, reconocidos como tales por la Fundación internacional que lucha contra la contaminación lumínica, protegiendo el cielo para que las estrellas luzcan con su máximo esplendor.

Lugares como Macarella-Son Saura, Cavallería-Cala El Pilar, Punta Nati, Algaiarens, Cala Pregonda y el Barranc d’Algendar son las zonas que constituyen el núcleo de la Reserva Starlight menorquina; zonas de máxima oscuridad donde la observación de las estrellas es excepcional. De ahí que la isla balear incluya en su variada oferta turística las rutas de observación de las estrellas por lugares como el Camí de Cavalls, su histórico camino reconvertido en GR que rodea la isla, sus yacimientos arqueológicos o enclaves maravillosos convertidos ahora en miradores estelares, como la playa de Cavalleria, Son Saura, o los poblados talayóticos de Torre d’en Gaumés o Son Catlar.

 

Esta firme apuesta de Menorca por el ‘turismo de las estrellas’, amparada en su reciente reconocimiento internacional, se ha visto ratificada ahora al convertirla en anfitriona del II Encuentro Starlight de Astroturismo, que Maó acoge del 28 al 30 de noviembre en la isla de Lazareto, organizado por la Agencia Menorca Reserva de la Biosfera y la Fundación Starlight.

 

Se trata de un foro mundial que reunirá a más de 60 representantes de los diferentes sectores de esta emergente rama de turismo sostenible: gestores y alojamientos especializados, expertos en alumbrado, eficiencia energética y medición del cielo nocturno, guías y periodistas, y representantes de otros territorios Starlight como Canadá, Portugal, Colombia o Chile, a nivel internacional; y de Canarias, Andalucía, Aragón, Galicia, Castilla y León, Castilla La Mancha, Extremadura o Catalunya, en el estado español.

 

 

Este foro está dividido en cuatro bloques: Experiencias de los territorios certificados por la Fundación Starlight, Posibilidades de desarrollo turístico, Tecnología y Comunicación del Astroturismo. También se entregarán los primeros Premios Internacionales Starlight, para reconocer la labor de los territorios, empresas e iniciativas relacionadas con el cielo nocturno que tienen como objetivo su protección, difusión cultural, promoción turística y lucha contra la contaminación lumínica.

 

Paralelamente a las ponencias de este foro habrá diversos talleres, como el de Astrofotografía, en el poblado talaiótico de Torre d’en Galmés, a cargo de Antoni Cladera; o actividades como salida en barco desde el puerto de Maó para conocer el uso de los antiguos artefactos de orientación que usaban tanto marineros como navegantes mirando el cielo nocturno.

     Más información en: www.menorca.es y www.biosferamenorca.org

Roses descubre los secretos de su puerto pesquero y su lonja en visitas guiadas

 

Todos los viernes, a las 17.00 horas, se ofrecen visitas guiadas de una hora que permiten conocer su historia, los métodos de pesca y las especies propias del norte Mediterráneo

 

Escenario de batallas navales, punto estratégico de rutas comerciales… el puerto de Roses, cuyos orígenes se remontan al año 218 antes de Cristo, es mucho más que un lugar de cobijo para embarcaciones de pesqueras. ¿Qué se pesca en sus aguas? ¿Qué ocurre cuando regresan las embarcaciones? ¿Cómo es el espectáculo de la lonja? ¿Por qué es el puerto con más capturas de la Costa Brava y uno de los tres más importantes de Cataluña? Un aliciente más para iniciar un apasionante fin de semana en la localidad rosense.

 

     Aunque el turismo la ha convertido en punto de referencia de la Costa Brava, conviene recordar que Roses es una localidad de raíces marineras. Y la mejor prueba de ello es su puerto pesquero, de donde parten a diario los barcos que luego nutren a la localidad de la excepcional materia prima que es la base de su variada oferta gastronómica, cuyo platos estrella es el Suquet de Peix.

 

Un tanto eclipsado en verano por el puerto deportivo, que atrae a los visitantes ávidos de practicar los más variados deportes náuticos –vela, kayak, esquí náutico, windsurf, kite-surf, submarinismo, snorkeling…– el puerto pesquero cobra mayor protagonismo tras la época de los chapuzones, cuando los relajados paseos animan a dejarse tentar por la fotogenia de esas vetustas embarcaciones. De ahí que se haya incorporado también a la oferta turística rosense.

Todos los viernes (excepto el 6 diciembre), a las 5 de la tarde, hay visitas guiadas de una hora que permiten conocer tanto la historia de este puerto como los detalles de la actividad pesquera y cómo funciona la venta directa a través de la lonja, un espectáculo que guarda un cierto paralelismo con el de la bolsa por la frenética toma de decisiones a la hora de comprar la mercancía, que desfila sin pausa por una cinta mecánica ante la mirada de los compradores. El precio de la visita es de 6 euros para los adultos y de 3,5 euros para edades entre los 6 y 17 años. Los tickets pueden adquirirse en la Oficina de Turismo rosense.

24 siglos de historia

 

La privilegiada ubicación geográfica de Roses –agazapada en una de las más majestuosas y bellas bahías del mundo– marcó desde sus orígenes su simbiosis con el mar. Dotada de un puerto natural, los romanos desembarcaron en el año 218 antes de Cristo atraídos por sus condiciones físicas, su situación estratégica y su excelente comunicación.

En la Edad Media, Roses fue escenario de numerosas batallas navales, la mayoría contra las tropas francesas. Esto motivó que en el siglo XVI que se decidiera proteger el puerto con un fortín militar ubicado en lo alto del Puig Rom: el Castillo de la Trinitat, convertido hoy día en uno de los iconos patrimoniales de Roses y la mejor atalaya para admirar la localidad, sus dos puertos y su bahía.

 

Posteriormente, durante los siglos XVIII y XIX, el puerto de Roses fue uno de los lugares estratégicos en la ruta comercial de cabotaje con Francia e Italia. Y en el siglo XX se aprobó el proyecto para realizar un puerto artificial, dotándole de un muelle comercial. Las sucesivas mejoras han dado lugar a lo que hoy día es el puerto pesquero de Roses, que muestran las visitas guiadas.

 

       Más información en la web de Turisme de Roses: http://es.visit.roses.ca

Un paseo por la historia de Menorca, entre castillos y torreones de defensa y vigilancia

3 castillos, 2 fortificaciones, 15 torres defensivas, 2 bastiones, 1 portal y 4 museos configuran la Ruta Fortificada, que pone en valor su rico patrimonio histórico-militar

 

Menorca es naturaleza en estado puro ­­–así lo atestigua su reconocimiento como Reserva de la Biosfera– pero también un museo al aire libre de su apasionante historia militar. Más allá de las legendarias piedras de su cultura talayótica, hay otras que dan forma a castillos y torres de defensa que son fiel testimonio de los distintos avatares en los que se ha visto envuelta la isla balear a través de los siglos. Una treintena de edificaciones para todos los gustos, ideales para descubrirlas relajandamente en una escapada otoñal.

 

     La privilegiada ubicación geográfica de Menorca en el Mediterráneo occidental la convirtió en objeto deseo por parte de las grandes potencias europeas, que la veían como bastión estratégico perfecto para el dominio de esta parte del Mare Nostrum. Así, desde la época medieval, la isla fue añadiendo a las milenarias piedras de su cultura talayótica –talayots, taulas, navetas, poblados y necrópolis– otras sobre las que se edificaban castillos y torres defensivas; contra las razzias piratas… y contra los ejércitos invasores, ya fueran musulmanes, otomano, ingleses o franceses.

 

Estas huellas militares se han convertido hoy día en un gran atractivo turístico, perfecto complemento a las playas, la arqueología, la gastronomía y los deportes. Un conjunto de casi una treintena de monumentos patrimoniales que constituyen una paseo por la historia a través de la llamada Ruta Fortificada.

Los castillos, por su grandeza, son los que más llaman la atención de los visitantes. Hay tres. El castillo de Sant Felip, del siglo XVI, en Es Castell, sólo conserva sus galerías subterráneas. El castillo de Sant Antoni, del siglo XVII, en Fornells. Y el castillo de Santa Águeda, sobre una colina entre Fornells y Ferreries, construido por los árabes en el siglo X. El amplísimo puerto de Maó acoge también dos fortificaciones: el fuerte de Marlborough, del siglo XVIII, construido por los británicos, casi a la entrada, en cala Sant Esteve. La fortaleza de la Mola, del siglo XIX, en la que destacan la galería de las aspilleras y el aljibe de la reina. Y también el Lazareto, una fortaleza sanitaria del siglo XVIII para prevenir epidemias.

Menorca está también salpicada de torres de defensa y vigilancia, la mayoría junto a la costa pero también algunas algo más al interior. Integran la Ruta Fortificada un total de quince: Torre d’en Quart –medieval, de las mejor conservadas, cerca de Ciutadella–, la Princesa, Alcalfar, Son Ganxo, torre de Fornells, des Castellar, d’en Penjat, Sant Felipet, Sanitja, sa Mesquida, Rambla, torre de La Mola o Cala Teulera, torre de la isla de Ses Sargantanes, torre de Cala Molí y torre de Sant Nicolau, del siglo XVII. De estas torres, once fueron construidas por los británicos y cuatro por los españoles.

Dos baluartes forman parte de esta misma ruta, ambos en Ciutadella: el Bastió des Governador y el Bastió de sa Font. Mientras que Maó aporta el Pont de Sant Roc, una de las puertas de la segunda muralla y único vestigio de la misma. El complemento a todas estas construcciones son el Museo Militar de Menorca, en Es Castell, el Museu de Menorca y Ca n’Oliver, en Maó, y el Museo Municipal de Ciutadella.

 

                                       Más información en la web: www.menorca.es

Diez pistas para descubrir el corazón urbano de Castelló de la Plana

Castelló de la Plana atrae al visitante por su sabrosa y variada oferta gastronómica –perfecto maridaje de mar, montaña y huerta– pero atesora también un patrimonio histórico que supone el complemento perfecto a una escapada inolvidable. Desde su corazón urbano, la Plaza Mayor, arranca una ruta con sabor a pasado medieval y toques modernistas en una ciudad que se gestó en la montaña pero que se trasladó al llano en el siglo XIII para crecer a orillas del Mediterráneo.

 

 

Una majestuosa alfombra verde –el parque de Ribalta– da la bienvenida al visitante encauzando sus pasos hacia el corazón de Castelló de la Plana, ese casco antiguo rebosante de historia, donde las calles se estrechan dando cobijo a milenarias piedras sobre las que se levantaron los principales iconos patrimoniales castellonenses.

 

Para descubrirlo y admirarlo en toda su esencia, nada mejor que seguir estas diez pistas, que arrancan en la plaza Mayor:

 

1–El Ayuntamiento. Más allá del carácter administrativo que alberga en su interior, vale la pena admirar por fuera este edificio de estilo clásico italiano, construido entre los siglos XVII y XVIII. En su fachada toscana, de tres alturas, destaca un porche con siete arcos. Y en su interior conserva esculturas, pinturas y frescos de los siglos XIX y XX.

 

   2–El Fadrí. Símbolo de Castelló, esta torre-campanario del siglo XV, de 60 metros de altura y planta octogonal, tiene la singularidad de no estar unida a la catedral –como es habitual en la mayoría de ciudades y pueblos– sino que permanece aislada, ‘soltera’ (de ahí su nombre). Dividia en cuatro cuerpos, desde lo alto se observan las mejores panorámicas de la ciudad.

 

   3–Concatedral de Santa María la Mayor. Gótica del siglo XII, su historia está plagada de avatares, incluido su incendio y demolición en 1936… y su reconstrucción en 2001. En su interior conserva una imagen de la Inmaculada, del siglo XVIII, imágenes barrocas, lienzos y piezas de orfebrería. La más antigua de sus tres portadas está en la calle Arcipreste Balaguer.

 

     4–Mercado Central. Completa el poker de la plaza Mayor. Edificio del principios del siglo XX, remodelado en 1985. En su interior el visitante hallará un verdadero festival de colores, sabores y olores, pudiendo adquirir los productos frescos del mar y la huerta castellonenses.

     5–Teatro Principal. Inaugurado en 1894, con exterior de corte neoclásico. La restauración total de sus estructuras en 1999 recuperó su configuración original de teatro ‘a la italiana’. A destacar las pinturas del techo de la sala y la embocadura del escenario, y el Telón de Boca.

 

6–Casino Antiguo. Palacete del siglo XVIII, remodelado en 1922. Su fachada escalonada arranca en la torre de su esquina y reduce su altura hasta dos plantas. En la actualidad acoge variados eventos públicos y privados.

7–Correos y telégrafos. De estilo modernista, llama poderosamente la atención por su exterior, con ladrillo, cerámica y vidrio que recuerdan la tradición musulmana. Construido en 1932 dispone de tres plantas y ocupa las cuatro esquinas, lo que le otorga gran empaque.

 

8–La Farola. Santo y seña del legado modernista, data de 1876 y fue construida sobre el lugar de coronación de la imagen de la Patrona de la Ciudad, la Mare de Déu del Lledó. Ubicada en el centro de una rotonda, a un lado pueden admirarse edificios de fachadas modernistas.

9–La Lonja del Cáñamo. Edificio barroco del siglo XVII creado para albergar un negocio importante de aquella época, pues de esta planta se obtenía una fibra para usos textiles. En la actualidad pertenece a la Universidad Jaume I, como centro de desarrollo cultural y educativo.

 

10–Muralla Liberal y Torre dels Alçaments. La primera es la única que se conserva de la ciudad, levantada en 1837 sobre las murallas medievales existentes, tras el asedio por parte de las fuerzas carlistas. En cuanto a la Torre, los vestigios se hallan en un aula-museo de acceso libre por la plaza de las Aulas. Es el único vestigio significativo de la fortificación medieval de la ciudad y corresponde a la base de uno de los portales del recinto amurallado.

 

 

Más información en la web: https://www.castellonturismo.com

 

 

 

 

Roses vibra en la playa con un ‘Festivalet’ y mágicas puestas de sol

El 9 y 10 de noviembre celebra el ‘veranillo de San Martín’ convirtiendo su bahía en una sala de conciertos al aire libre, admirando el crepúsculo frente al Mediterráneo

 

En Roses, el verano emerge por unos días…¡en pleno otoño! Y por cuarto año consecutivo invita a disfrutar de sus playas amparada en la subida de temperaturas del llamado ‘veranillo de San Martín’. Todo ello, arropado de música indie sobre la propia arena; una campaña gastronómica con menús de 14 a 37 euros, servidos por una docena de restaurantes… y un espectáculo natural inigualable: las puestas de sol más espectaculares de la Costa Brava.

 

     Más allá de sus impactantes monumentos patrimoniales ­–como la Ciutadella o el Castillo de la Trinitat– Roses atesora un atractivo turístico natural único: sus puestas de sol. Cuando éste languidece acunándose en el horizonte Mediterráneo, el cielo rosense se convierte en una prodigiosa acuarela de tonos rojizos, amarillentos y azulados, entre las nubes, que lo convierten en el más llamativo de los lienzos naturales.

Amparado en este espectáculo y en la tregua climática del llamado ‘veranillo de San Martín’, Roses puso en marcha un ‘Festivalet’ que este año llega a su 4ª edición, maridando la música indie más ecléctica con la sabrosa gastronomía de esta localidad, auténtico referente de la Costa Brava.

 

Las mañanas del sábado 9 y domingo 10 de noviembre, la plaza de les Botxes, combinará desde las 11.30 horas ‘tastets gastronómicos’ con música chill out de DJ y los conciertos de Carla y de Marcel Lázara y Julia Arrey. Y por las tardes, el escenario se trasladará a la playa de la Perola, con más musica chill out, desde las 16.00 horas, y los conciertos de Marion Harper, Cala Vento y Roger Mas… fusionados ya con el crepúsculo.

El complemento a la música será una campaña gastronómica en la que 12 restaurantes propondrán un ‘Menú Festivalet’, con precios que van desde 14 a 37 euros, y platos como ‘Rape al ajo quemado con boniatos, ‘Dados de pez espada adobado con Parmentier de patata’ o ‘Paella de montaña con boletus y trompetas de la muerte’. Los restaurantes participantes este año son: Àncora, Àsia, Bitàkora, Ca la Valèria, Can Cervera, El Cerdanya, Falconera, Gaia, La Estancia, Rocfort, Taberna las Tablas y Tramonti Platja. Además, de 11.30 a 14.00 horas podrán degustarse ‘Tastets gastronómicos’ delante del mar y postres de Roses a 5,33 €… precio que coincide con la hora de la puesta de sol del ‘Festivalet’.

Preámbulo por Halloween y concurso en Instagram

 

El fin de semana anterior al Festivalet, Roses también propone interesantes alicientes coincidiendo con la ‘castañada’ y el puente de Halloween. Del 1 al 8 de noviembre, a las 16.30 horas, habrá salidas en menorquina para ver la puesta de sol desde el mar (previa reserva); el 1 de noviembre, el Castillo de la Trinitat acogerá un espectáculo teatralizado, y el domingo 3, un concierto meditativo de sonidos armónicos; y el 3, 9 y 10, taitxí gratuito en la playa de la Perola.

 

También habrá un Concurso Fotográfico en Instagran, publicando imagénes de puestas de sol y del Festivalet, los días 9 y 10 de noviembre.

        Más información en las webs: http://es.visit.roses.ca y www.festivaletroses.cat