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“BAJO LA LUNA” DE ISLANTILLA… EL CINE SE DISFRUTA MEJOR

Islantilla celebra la decimosexta edición del festival de cine “Bajo la Luna” en los meses de julio y agosto.

 

 

 

 

 

La ciudad onubense acoge una vez más su esperada edición de cine “Bajo la Luna”, una cita para los amantes del séptimo arte de la mano de la Mancomunidad de Islantilla, en colaboración con el Ayuntamiento de Lepe e Isla Cristina, la Universidad Internacional de Andalucía y Huelva, además empresarios de Islantilla.

 

 

 

La decimosexta edición del Festival Internacional de cine “Bajo la Luna” es una ocasión perfecta para los más cinéfilos de disfrutar de una gran selección de largometrajes y cortometrajes. La cita tendrá lugar entre los meses de julio y agosto, en los que se proyectarán una selección de las propuestas más vanguardistas en un entorno de ensueño. Durante la última semana de agosto, se llevará a cabo un calendario especial con la exhibición de las obras finalistas y una gala de clausura en la que se entregarán los premios Luna de Islantilla.

 

 

 

Para todos aquellos amantes del cine que quieran venir a disfrutar de unas proyecciones inolvidables a la luz de la luna, el Puerto Antilla Grand Hotel es una experiencia para todos los sentidos. Descanso y gastronomía serán la combinación perfecta para disfrutar de una estancia de película. Un establecimiento en primera línea de playa, ubicado en un entorno privilegiado de la costa de Huelva, rodeado de parajes protegidosy enmarcado en el Océano Atlántico. En este alojamiento podrás deleitarte con una variada propuesta gastronómica con los productos más selectos de la zona, y relajarte en el Prestige Club Sport Wellness& Spa, de 1.000 m2, que cuenta con un circuito de aguas terapéutico, piscina climatizada, jacuzzi, sauna finlandesa, baño turco, ducha de cubo, nebulizada, de aromaterapia, entre otras.

 

 

 

En definitiva, un plan en un territorio paradisiaco sin salir de la península te espera para regalarte un verano de cine en un festival plagado de estrellas, tanto de cine… ¡como del cielo!

 

 

 

 

Más información y reservas:www.puertoantilla.com

 

 

 

 

 

 

 

 

UNA FORMENTERA QUE HUELE DIFERENTE

Aromas que cautivan. Estampas únicas que la pequeña de las Islas Pitiusas ofrece al viajero para conquistarle de una forma singular: por el olfato.

 

 

 

 

 

 

Visualmente, la isla es un espectáculo capaz de sorprender hasta al más escéptico. Son esos pequeños matices, como sus olores reconocibles, los que convierten una visita a Formentera en una verdadera experiencia sensorial. Sus varaderos, su ‘peix sec’, sus salinas, la fresca brisa que corre de lado a lado en la península de Es Trucadors… olores cargados de sensaciones que hacen que recorrer la pequeña de las islas Pitiusas sea un itinerario obligado.

 

 

 

 

Ya desde que se vislumbra el puerto de La Savina cuando nuestro ferry se aproxima, los sentidos entran en una especia de trance mediante el cual se empieza a disfrutar Formentera de una forma diferente. Todo cambia, todo se ve diferente. La gente de fuera aminora, en parte influenciados por el ritmo tranquilo de los locales, que viven su isla como sólo ellos saben .

 

 

 

 

Los paseos son un despliegue de imágenes, de postales en los que los elementos que la componen equilibran el conjunto al que el visitante asiste como espectador de lujo. Color, luz, texturas, sonidos y… aromas. Esos olores en los que, si ponemos atención, nos da una nueva perspectiva de lo que nos encontramos en nuestra visita a la isla.

 

 

 

 

Las sabinas que pueblan Formentera, con su penetrante a la vez que agradable olor resinoso, invitan a cerrar los ojos en nuestro paseo por cualquiera de sus rutas verdes. Este árbol, ‘primo’ del enebro, desprende un aroma que ahuyenta a los insectos y cuya madera es codiciada por carpinteros y ebanistas para la elaboración de pequeños muebles y utensilios de cocina.

 

 

 

 

 

Si hablamos de cocina, nada sintetiza mejor la esencia de Formentera que su característico ‘peix sec’. Este manjar, símbolo de la tracición de la isla, obedece a una búsqueda por conservar el pescado para poder consumirlo en un período más longevo de tiempo. Hoy en día, en cuaqluier restaurante de la isla se puede disfrutar de una suculenta ensalada payesa, plato insignia de la gastronomía local. Encontrarse estos peces secándose al sol con la brisa salina es una suerte, porque nos permite captar ese aroma previo a su tostado y desmenuzado para tenerlo listo para comer.

 

 

 

 

Si es de brisa de lo que hablamos, nada más puro y limpio que dejar que nuestros pulmones queden henchidos por la brisa que va de lado a lado de la isla en la península de Es Trucadors. Ese aire, fresco y ligero, recoge la sal del mar, junto con los aromas de los arbustos que crecen en el conjunto dunar, conformando un olor sutil que invita a cerrar los ojos para percibir aún mejor sus matices.

 

 

 

 

Pero desde luego, si hay un olor que a menudo es pasado por alto es el de sus varaderos. Son, junto con el inconfundible azul Formentera, imagen icónica de las playas de la isla. Pequeñas contrucciones de madera destinadas a proteger las embarcaciones pesqueras y que constituyen un Bien De Interés Cultural. Esa madera, tratada y debidamente ensebada para perdurar por décadas, recoge años y años de vientos bravos del Mediterráneo y hace que sea toda una experiencia acercarse a ellos, notar su textura y el olor a sal.

 

 

 

 

Formentera es bella a la vista. Indudablemente cautivadora en los sabores de su cocina. Pero además, sus aromas, sus olores, terminan de conformar una idea nítida de lo que espera a quien quiere encontrar un paraje del que quedar prendado para siempre.

  

 

 

 

 

 

 

Más información: formentera.es

 

 

 

 

‘HOCES DE SEGOVIA’ CONQUISTA MADRID CON SU PATRIMONIO, GASTRONOMÍA Y NATURALEZA

El proyecto se enmarca en la categoría de ‘Destinos rurales y/o en espacios naturales protegidos’ del Programa de Sostenibilidad Turística en Destinos.

 

 

 

 

 

 

 

Ayer tuvo lugar en Madrid la presentación de ‘Hoces de Segovia’, el nuevo Plan de Sostenibilidad Turística que trae la Diputación Provincial con el objetivo de fomentar el desarrollo turístico de la zona del Nordeste de la provincia de Segovia. Un proyecto que busca detener el proceso de despoblación a través del tejido productivo y los valores ambientales y culturales, además de revitalizar la zona con turismo sostenible y que atienda la diversidad, el empleo no estacional y procure asentamiento poblacional.

 

 

 

Entre el vasto patrimonio cultural, histórico, natural y gastronómico del que dispone la provincia de Segovia, hay un rincón, un paraje en el que conceptos como el tiempo o los colores son vistos desde otro prisma. Es fácil abstraerse cuando frente a uno se erigen pueblos de piedra con siglos de historia en cada una de sus fachadas. Donde los tonos rojizos, amarillos y negros, conforman junto al azul del cielo y los distintos tonos de verde de sus impresionantes bosques una paleta de colores inimitable.

 

 

 

 

A esa paleta de color, podemos añadir otra paleta de sensaciones. Como la sensación de pérdida de la noción del tiempo mientras que se sigue con la mirada serpenteantes hoces de agua y desde cuyas paredes los buitres arrancan su vuelo pasando cerca de nosotros, intimidantes y altivos. O la sensación de completo asombro al comprobar cómo se pasa de un pueblo negro que dejamos a un lado de la carretera, para a escasos kilómetros encontrarnos uno amarillo, y, un poco más allá, unos cortados en la tierra rojiza que por momentos nos hacen sentir que estamos tan lejos… como en otro planeta. Una sensación de total sobrecogimiento cuando nos asomamos a las hoces del rio Riaza y vemos un rio… ¡de árboles! Pinos, sabinas, encinas o álamos que han crecido sobre el riachuelo y que se nutren del subsuelo para crecer imponentemente altos y poder ser contemplados desde la distancia. Y por último la sensación de sobria solemnidad que transmiten los conjuntos históricos de pueblos como Sepúlveda, Maderuelo o Riaza, prácticamente inamovibles con el pasar de los siglos, confiriéndole un aura de autenticidad.

 

 

 

 

Rutas de senderismo como el Camino de las Fuentes o la Senda de la Hocecilla. Travesías a caballo “entre hoces”, con las que recorrer más de 270 kilómetros entre los Parques Naturales de Hoces del Río Duratón y Hoces del Río Riaza, pasando por Grado del Pico, Ayllón o Sepúlveda. Recorridos de alto valor geológico y un cielo de una calidad excelente que le proporcionará la certificación como Destino Starlight, potenciando su valor como lugar idóneo para practicar el astroturismo.

 

 

 

El Plan de Sostenibilidad Turística ‘Hoces de Segovia’ es un proyecto que pone de relieve una realidad: la zona del Nordeste de Segovia es un paraíso natural con tesoros ya descubiertos, pero con una cantidad de joyas no tan conocidas que desde hoy van a abrir un amplio abanico de experiencias, sensaciones y emociones que acompañarán a los visitantes que se adentren a descubrir un rincón mágico.

 

Más información: www.segoviaturismo.es

 

 

SENDERISMO ENTRE VIÑEDOS, RIOS Y PUEBLOS MEDIEVALES DE RIOJA ALAVESA

Una forma fantástica de practicar deporte al aire libre en uno de los parajes más emblemáticos de la península, disfrutando de cultura, historia y gastronomía.

 

 

 

 

La primera vez que un visitante llega a Rioja Alavesa no puede más que asombrarse por lo auténtico del paisaje que se encuentra. Viñedos hasta donde alcanza la vista. Pueblos medievales que conservan intacta su esencia y encanto. Ríos, montañas y cientos de senderos para recorrerlos todos y atesorar cada detalle, cada momento que haga que la visita a esta comarca sea una experiencia inolvidable.

 

 

Como lugar privilegiado que es, Rioja Alavesa cuenta con kilómetros y kilómetros de rutas y sendas para recorrerlas de arriba abajo. Conociendo lugares que con el paso de los años han mantenido su atractivo debido a su incuestionable belleza, su inmejorable ubicación y por la sensación que generan de estar en un sitio en el que te apetece quedarte a descubrir más.

 

 

Desde rutas más técnicas a otras más accesibles. Etapas más exigentes o paseos agradables para recorrer en familia. La práctica de senderismo en Rioja Alavesa es una de las actividades más buscadas y frecuentadas por aquellos que quieren asomarse a conocer este rincón de Euskadi.

 

 

 

Hay a quien le apetece una ruta con una extensión amplia y que le permita recorrer campos de cereal, viñedos, olivares y bosques, junto con las poblaciones más características de la zona. Esta ruta es un resumen perfecto de la comarca. Es la Ruta Verde Cultural, de 29,2 kilómetros y que comprende los pueblos de Elvillar/Bilar, Kripan, Lanciego/Lantziego y Viñaspre/Binasperi. Senderos en los que no perder detalle de lo que nos encontramos. Dólmenes, chozos-guardaviñas, puentes, fuentes, lavaderos, corrales, tejeras, regaderas, caminos históricos, rollos-picotas, molinos… Un recorrido por la naturaleza y el tiempo.

 

 

 

No todo son rutas largas. Hay itinerarios más cortos, pensados para realizarlos en familia, como por ejemplo la Senda Verde de Bencijana, un tranquilo paseo de 3,8 kilómetros, que se puede hacer en menos de una hora. Parte desde Yécora/Iekora, de una hermosa fuente medieval-renacentista, la Fuente Vieja. Discurre por una pista sencilla en la que los senderistas podrán disfrutar de la gran riqueza floral, como los lirios azules y los geranios de roca. También de la preciosa Ermita de Nuestra Señora de Bercijana, de los siglos XIII y XIV, como de la vista del ‘León Dormido’ desde un mirador que nos regala una panorámica espectacular del monte, junto con los campos de labranza.

 

 

 

Una ruta imprescindible nos lleva hasta Labastida/Bastida. Desde este precioso pueblo se puede recorrer la Ruta del Ebro, un itinerario circular muy simple, de unos 8,8 kilómetros en el que descubrimos el centro urbano de Labastida/Bastida y en una suave bajada nos lleva hasta la ribera del Ebro, donde tomarse un tiempo y disfrutar del icónico paisaje, desde el meandro de Gimileo, volviendo después con calma por el camino de Solagüen y tal vez disfrutar de un homenaje con los mejores productos típicos regionales en un almuerzo agradable que ponga el broche a una jornada de senderismo fantástica.

 

 

 

Tantos senderos como viñedos, parajes y lugares por descubrir. Rioja Alavesa encierra estos y muchos más rincones por los que perderse y dejarse llevar entre los cientos de kilómetros de pistas y caminos. Prepara el calzado y… ¡en marcha!

Más información: www.rutadelvinoderiojaalavesa.com

Compra de experiencias: www.visitriojaalavesa.com

 

 

PLAYAS PARA PERDERTE EN LA RÍA DE MUROS-NOIA

La más alta de las rías Baixas esconde kilómetros y kilómetros de playas en las que perder la noción del tiempo y relajarte oteando el Atlántico durante horas

 

 

 

 

 

 

 

La ría de Muros y Noia dispone de un elevado número de playas. Desde grandes arenales a pequeñas calas, playas familiares con muchos servicios y playas naturales, abiertas al océano o recogidas en la Ría, también algunas muy adecuadas para la práctica de deportes náuticos como el surf, la vela, el submarinismo, etc. Las hay para todos los gustos: abundan las kilométricas de fina arena blanca y naturaleza casi virgen; las de aguas tranquilas o de oleaje moderado, ideales para el baño; las más ventosas, perfectas para la práctica del surf, el kitesurf o el windsurf; las ubicadas en un entorno urbano… También playas paradisíacas y cálidas, equipadas con embarcaderos, en las que el visitante podrá disfrutar de las inigualables puestas de sol gallegas.

 

 

 

De norte a sur, la primera playa que nos encontramos es la de Ancoradoiro (Muros), un precioso arenal de 1000 metros que parte desde el Faro de Lariño hasta las proximidades de otra playa paradisíaca: Areia Maior, que junto con la laguna de Xelfas y el mítico monte Louro forman uno de las referencias fotográficas del turismo gallego. Desde este punto hasta el final en Porto do Son, tendremos un enorme número de arenales de todo tipo: playas urbanas como la de Coira en Portosín o la del Cruceiro en Porto do Son; playas familiares y suaves como la de Broña en Outes o la de San Francisco en Muros; playas ventosas adecuadas para actividades deportivas como Queiruga; playas de aspecto caribeño como Aguieira; playas con rocas, playas salvajes…

 

 

 

No podemos citarlas todas, ya que solo Porto do Son cuenta con más de 20 arenales, lo que le convierte en el concello gallego “más playero”. Con algo de pena nos vamos a dejar alguna en el tintero, pero a continuación te contamos 4 playas imprescindibles para disfrutar este verano en la Ría de Muros-Noia.

 

 

 

PARA LOS AMANTES DEL SURF: PLAYA DE LOURO – AREA MAIOR.

 

 

Se encuentra en el Concello de Muros. En concreto, la playa de Louro está considerada como una de las mejores playas de Galicia. Se trata de una playa larga de arena fina casi virgen, situada en un entorno de lagunas, con unas vistas increíbles al ‘Monte Louro’. Su disposición hacia el Atlántico hace que tenga oleaje, pero no es peligrosa y el baño está asegurado. Cuenta con un parking amplio, pasarela de madera hasta la costa y duchas públicas.

 

 

UNA PLAYA PARA FAMILIAS: PLAYA DE BROÑA.

 

Situada en Outes. Accesible y tranquila, este arenal de unos 500 metros de largo es un reclamo excelente para acudir con los más pequeños de la casa y pasar una jornada estupenda. Con unos 20 metros de ancho, esta playa semiurbana es de fácil acceso para personas con movilidad reducida y cuenta también con zonas de sombra y merenderos donde retirarse a descansar de un baño de sol.

 

 

 

CON ALMA MARINERA: PLAYA TESTAL.

 

También en el Concello de Noia, se trata de una playa donde conviven la zona de bañistas con la zona de marisqueo. En momentos de marea baja los visitantes podrán ver a los mariscadores faenando de pie. Durante el resto del día, la playa se convierte en un lugar tranquilo y familiar. Apenas hay olas ya que la zona está abrigada y metida en la ría. También dispone de servicios básicos y bares cerca.

 

 

 

LA PLAYA MÁS NATURAL: AREA LONGA (CASTRO DE BAROÑA)

 

Area Longa es una playa nudista en el Concello de Porto do Son. Para acceder a ella hay que dejar el coche aparcado cerca de la carretera y caminar unos 300 metros por un sendero entre el bosque. Sin embargo, la recompensa merece la pena ya que la playa se encuentra en un entorno virgen con vistas al Castro de Baroña. No está urbanizada, no hay chiringuitos ni duchas, a cambio la naturaleza se encuentra en estado puro.

 

 

 

 

¿Cuesta decidirse? Por eso lo aconsejable es acercarse unos cuantos días a esta tranquila ría e ir variando y probando. Un viaje para disfrutar de un paisaje sin masificación, tranquilo, sereno. Un paisaje en el que es difícil no sentirse a gusto.

 

Más información: www.riademurosnoia.com  

 

 

 

 

HOCES DE SEGOVIA, EL PARAÍSO NATURAL EN EL QUE CAUTIVAR A LOS 5 SENTIDOS

Se enmarca en la categoría de ‘Destinos rurales y/o en espacios naturales protegidos’ del Programa de Sostenibilidad Turística en Destinos, de la Sec. de Estado de Turismo.

 

 

 

 

 

‘Hoces de Segovia’ es el nuevo Plan de Sostenibilidad Turística que presenta la Diputación Provincial con el objetivo de fomentar el desarrollo turístico de la zona del Nordeste de la provincia de Segovia. Un proyecto que busca detener el proceso de despoblación a través del tejido productivo y los valores ambientales y culturales, además de revitalizar la zona con turismo sostenible y que atienda la diversidad, el empleo no estacional y procure asentamiento poblacional.

 

 

 

Un entorno natural espectacular; patrimonio e historia; cultura y gastronomía… Los pueblos que componen el Área de Hoces de Segovia gozan de prestigio y reconocimiento. Algunos de ellos figuran entre los pueblos más bonitos de España. Hay, sin embargo, sorpresas escondidas. Lugares que ponen de relieve la importancia de la región como paraíso natural.

 

 

Recorrer la ruta de los pueblos de colores para descubrir auténticos tesoros y dejarse llevar por su insólita belleza y singularidad. El rojo de la arenisca ferruginosa como Madriguera; el negro de la pizarra como Becerril y el amarillo de la cuarcita de Martín Muñoz de Ayllón, componen un cuadro en el que el viajero se adentra para conocer los recovecos escondidos de pueblos en los que tradición, historia y gastronomía son los pinceles que le dan forma.

 

 

 

Flanqueando las cuatro esquinas que conforman pueblos como Sepúlveda, Sebúlcor, Maderuelo y Riaza, están los Parques Naturales de las Hoces del río Duratón y las Hoces del río Riaza. Cuentan con más del 40% de su superficie en la Red Natura 2000, incluyendo zonas de especial protección para las aves y lugares de interés comunitario. Adentrarse en las Hoces del Riaza es quedarse sobrecogido por la belleza de ver como una inmensa hilera de árboles ocupa el antiguo cauce del río y agudizar el oído para escuchar el viento agitar sus hojas, que emulan las ondas del agua. Contemplar desde la Ermita de San Frutos el río Duratón a nuestros pies, sus brillantes y tranquilas aguas es acrecentar y embellecer más si cabe la postal… Ambos parques se unen a través de rutas ciclistas y senderistas que permiten al visitante recoger los amplios matices, texturas, colores, olores y sonidos de una región cautivadora y mágica.

 

 

 

Un paraje, en definitiva, para embelesar y cautivar los cinco sentidos. El tacto de la pizarra de una casita; oír el sonido del viento al mecer los árboles; el sabor intenso de un queso de la zona; el aroma de una cerveza artesanal y la vista sobrecogedora que se graba en el recuerdo de decenas de parajes, rincones y secretos aún por descubrir de este tesoro de la provincia de Segovia.

 

 

 

 

Más información: www.segoviaturismo.es

 

 

 

 

 

 

 

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