LA REALIDAD VIRTUAL CONQUISTA EL CASTILLO DE SANTIAGO

Una innovadora experiencia inmersiva con realidad virtual transforma la visita a este castillo, en un viaje al corazón de la historia andaluza.

 

 

Ubicado en el corazón de la provincia de Cádiz, se encuentra una fortaleza con más de 500 años de historia que destaca por su imponente arquitectura edificada por la ilustre Casa de Medina Sidonia. El Castillo de Santiago combina legado histórico con innovación tecnológica posicionándose como un destino turístico de vanguardia gracias a una experiencia inmersiva que, mediante realidad virtual, permite revivir los hechos históricos acontecidos en esta emblemática fortaleza. Esta iniciativa pretende impulsar nuevos formatos de interpretación patrimonial, incorporando itinerarios interactivos que enriquecen la experiencia del visitante y transforman la manera de descubrir el destino.

 

El Castillo de Santiago situado en la localidad de Sanlúcar de Barrameda, en la provincia de Cádiz, es un tesoro histórico que se encuentra incluido en la Red de Patrimonio Histórico de España. Esta fortaleza fue construida entre 1468 y 1492, a finales de la Edad Media, por el II Duque de Medina Sidonia, Don Enrique Pérez de Guzmán y Fonseca.

 

Dicho recinto no fue diseñado para el control de la desembocadura del Guadalquivir, ni como fuerte para la guerra contra los ya casi diezmados nazarís. El motivo real no era otro que la lucha aristocrática como símbolo de poder frente a una posible intervención monárquica. Desde su construcción hasta 1645 la edificación funcionó como fortaleza ducal, en la que ilustres personajes como Isabel la Católica, Cristóbal Colón, Magallanes y Juan Sebastián El Cano, se dieron cita.

 

Su diseño responde a una estructura gótico-militar, con una planta irregular adaptada al terreno, muros de piedra y una torre del homenaje que ofrece vistas panorámicas privilegiadas del entorno.

 

Hoy en día, el Castillo de Santiago se ha convertido en un referente cultural y turístico. Restaurado y adaptado para visitas, alberga exposiciones permanentes y temporales, así como eventos culturales y recreaciones históricas que enriquecen la experiencia del visitante.

 

Entre sus actividades más destacas está la inclusión de la realidad virtual como un nuevo modelo de visita inmersiva que revive hechos históricos sucedidos en esta fortaleza, desde el rigor histórico y traducidas a diferentes idiomas.  De esta forma se busca acercar la historia y sus personajes ilustres al visitante, con un modelo más atractivo y actual. Este proyecto viene de la mano de Imageen, una empresa que da vida virtual al monumento, quienes tras un proyecto de investigación y documentación han sido capaces de virtualizar un castillo de 500 años de antigüedad.

 

Esta experiencia es 100% inmersiva, y se trata de un viaje en el tiempo que se consigue a través del uso de gafas de realidad virtual, a hechos históricos sucedidos hace más de 300 años. De esta forma dejamos de contar la historia al usuario, para que este la viva en primera persona. Los niños podrán disfrutar de una actividad especialmente para ellos, ya que existirá una versión que adecuará la historia a los más pequeños de la casa.

 

Su combinación de historia viva, patrimonio monumental y ubicación privilegiada frente al Guadalquivir y Doñana lo convierten en una visita obligada para quienes deseen conocer la riqueza histórica de Andalucía.

 

Información de contacto

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PUERTO ANTILLA GRAND HOTEL REFUERZA SU COMPROMISO CON LA SOSTENIBILIDAD

Este resort de cuatro estrellas implementa una política alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, promoviendo un entorno responsable, ético y transparente.

 

 

Puerto Antilla Grand Hotel lleva varios años implementando una política de sostenibilidad alineada con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Esta iniciativa, que tiene como pilares fundamentales la mejora continua y la transparencia, busca maximizar los impactos positivos en el ámbito social, económico y medioambiental. Con esta política, el hotel consolida su papel como referente en turismo responsable en la Costa de la Luz.

 

 

Puerto Antilla Grand Hotel, situado en la Costa onubense, lleva años consolidándose en el mercado del Turismo de la región. Una de sus grandes apuestas es la sostenibilidad como arco argumental de su trabajo diario y la implementación de una nueva política que se alinea plenamente con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), tal como recoge la Agenda 2030.

 

Conscientes de la responsabilidad que implica su actividad en el entorno social, económico y natural, el hotel ha definido una estrategia que busca satisfacer las necesidades de todas las partes interesadas. Esta política es revisada anualmente por la dirección y se comunica de forma activa a través de canales accesibles, involucrando a todo el personal en su cumplimiento. Por ejemplo, en las pantallas informativas del hotel repartidas por diferentes estancias, los huéspedes podrán encontrar información sobre el cambio de toallas de piscina.

 

Entre los principios fundamentales de esta política destacan la sostenibilidad ambiental, el comportamiento ético, la transparencia en la comunicación con los grupos de interés y la creación de un entorno laboral digno y justo. Asimismo, el hotel promueve una mejora continua mediante la evaluación constante de su desempeño en relación con los ODS.

 

Con esta iniciativa, Puerto Antilla Grand Hotel se posiciona como un establecimiento comprometido con el turismo sostenible, demostrando que el desarrollo económico puede y debe ir de la mano del respeto por el entorno y por las personas.

 

 

 

 

Más información y reservas:www.puertoantilla.com

 

HUELVA SE CITA CON LOS PRINCIPALES TOUROPERADORES DE GOLF EUROPEOS EN EL IAGTO EUROPEAN CONVENTION

 

 

La Agencia Destino Huelva junto con la Asociación de Campos de Golf de Huelva, se encuentra participando estos días en este evento profesional que se está desarrollando en Gran Canarias y que supone un encuentro entre más de 800 profesionales del sector de golf europeo entre touroperadores y oferta existente.

 

Representantes de los campos de golf de Isla Canela Golf, Double Tree by Hilton Islantilla Golf Resort, Precise Resort y Golf El Rompido, Golf Nuevo Portil y Bellavista Golf Club, junto con la Agencia Destino Huelva participan en este evento profesional en el que tendrán lugar más de 250 reuniones mediante agendas cerradas que permitirán reforzar las negociaciones y contrataciones de cara a la próxima temporada de Golf.

 

Esta iniciativa se enmarca en el Plan de Acción aprobado por la Agencia Destino Huelva para el segmento de Golf, producto consolidado en la provincia y principal segmento desestacionalizador, puesto que su temporada alta de touroperación es totalmente inversa a la temporada alta de Sol y Playas durante los meses de verano, desarrollándose principalmente la operativa de golf desde Otoño a Primavera por los distintos mercados emisores europeos que encuentran en Huelva una oferta excelente que combina buena relación calidad precio, buena climatología, facilidad de tee times durante todo el año y todo ello combinado con una gastronomía excelente y una oferta alojativa de calidad.

 

Respecto al público final y también en el marco del Plan de Acción de Golf aprobado por la Agencia Destino Huelva en colaboración con las Asociación de Campos de Golf de Huelva, el pasado fin de semana tuvo lugar en Lisboa, la primera prueba del Circuito Golf Huelva la Luz y que continuará con 7 pruebas más que se desarrollarán hasta el próximo mes de octubre en Pontevedra, Oporto, Barcelona, Gijón, Santander, Pamplona y Zaragoza. Este Circuito espera acoger en torno a un millar de jugadores que tendrán la oportunidad de conocer de primera mano no solo la oferta de Golf sino también toda la oferta turística del Destino.

 

Más información: www.destinohuelva.org

SABORES DEL CAMINO: GASTRONOMÍA JACOBEA ENTRE EL BIERZO Y GALICIA

Porque el Camino de Santiago es esfuerzo y sacrificio, pero también hay espacio para dejarse maravillar por los sabores de los productos de la tierra…

 

 

Hay caminos que se miden en pasos y otros en bocados. El Camino Francés, a su paso por El Bierzo y Galicia, es una ruta gastronómica disfrazada de peregrinación. Aquí, cada pueblo es un altar donde se veneran quesos dorados, pulpos ceremoniosos y vinos que huelen a piedra húmeda. Un viaje donde la mochila pesa menos que la tentación.

 

El Bierzo en la mesa: de castañas a truchas, un mosaico de sabores auténticos

Antes de cruzar a Galicia, la gastronomía berciana despliega su festín de productos únicos. Las castañas locales, pequeñas y dulces, inspiran delicias como la tarta de castaña, mientras el queso de cabra de Ambasmestas —con sus variedades de rulos y yogur— demuestra la maestría quesera de la zona. El caldo de berzas, hermano del caldo gallego pero con berzas en lugar de grelos, gana profundidad al cocerse con el agua del botillo.

La ternera del Bierzo, con Denominación de Origen, rivaliza con la gallega en terneza y sabor, aunque su escasez la convierte en un tesoro. Las truchas del Valcarce, hoy protegidas, evocan nostalgia por su carne blanca, mientras la miel oscura —teñida por el polen de castaño y digital— ofrece un toque relajante. Completan esta carta los cachelos, patatas harinosas que acompañan embutidos, y la caza, donde el jabalí reina. En Camponaraya, el Magosto celebra esta herencia con castañas asadas, bollo preñao y vinos locales, cerrando el círculo de una tradición que une tierra, historia y paladar.

 

Los altares del queso: de Arzúa al Cebreiro

En Arzúa, el queso de Denominación de Origen Arzúa-Ulloa despliega su manto de leche fresca. Es un queso que se derrite con la dignidad de un suspiro: notas de vainilla y nata, un punto de acidez elegante, una textura que parece seda al paladar. Los maestros queseros ofrecen tres evangelios: el clásico, el de granja —donde las vacas ordeñadas tienen nombre— y el curado, un desconocido de carácter fiero y aroma picante.

Más adelante, en Piedrafita do Cebreiro, otro queso escribe su historia. El Queso do Cebreiro, con su forma de sombrero de gnomo, lleva siglos alimentando a peregrinos. Los monjes medievales lo enviaban a la corte portuguesa; hoy, su versión protegida —elaborada con leche de rubia gallega— sigue siendo un tributo al frío de las montañas lucenses.

 

Melide: la dulce herejía

Quien llega a Melide debe rendirse a los melindres, rosquillas bañadas en almíbar que brillan como relicarios. Pero la verdadera tentación son los ricos, bastardos del bizcocho y el almendrado, perfumados con anís y mantequilla. En los hornos de leña, junto al pan gallego de corteza gruesa, también nacen cañas rellenas de crema y empanadas que desafían la abstinencia.

 

De Monterroso a Sarria: el reino del cerdo y el pulpo

En Monterroso, las truchas del Ulla —de carne blanca y nervio— comparten mesa con el jamón de cerdo celta, curado entre brumas. Pero es en Sarria donde el cerdo alcanza su apoteosis: lacones ahumados, chorizos que son poemas de pimentón, y el cocido del cerdo celta, un festín que justifica solo la peregrinación.

Mientras, en Paradela, el pulpo se sirve como liturgia: «á feira» sobre madera, con patatas y pimentón, o en cremosas emulsiones con patata. Aquí, los vinos de la Ribeira Sacra —criados en bancales vertiginosos— bajan el telón con elegancia mineral.

 

Portomarín: licores y tartas al borde del Miño

Portomarín guarda dos secretos: la tarta de almendra, prima hermana de la de Santiago pero con un alma más delicada, y el aguardiente, ese licor de bagazo que pasó de ser «bebida de pobres» a protagonista de queimadas rituales. No hay que olvidar las empanadas de anguila, pescadas en «caneiros» como en tiempos de los abuelos.

 

Samos y O Pino: el claustro y el gallo

El monasterio de Samos legó al mundo los bizcochos de Samos, esponjas doradas que llevan 250 años endulzando las meriendas. Mientras, en O Pino, el gallo piñeiro —ave de plumas lustrosas y carne firme— recuerda que los celtas también eran gourmets.

Comer en el Camino Francés no es nutrirse; es comulgar con una tradición que huele a horno de leña, a hierba mojada, a mar. Aquí, hasta el pan —como el del Museo del Pan de Sarria— tiene alma. Y cada bocado es una flecha amarilla que señala el mismo destino: Santiago, pero con los sentidos despiertos.

 

Buen provecho, buen camino.

 

Nace un proyecto histórico. Un proyecto que queremos contarte despacio, para que cale bien hondo y no olvides nunca. De entre el extensísimo Camino de Santiago Francés, que recorre todo el norte de España, queremos contarte una experiencia única, diferente. Queremos que descubras el Camino de Santiago Francés de Galicia. La Mancomunidad de Pueblos Gallegos del Camino Francés, en alianza con cuatro ayuntamientos de la provincia de León, quieren crear un relato unificado que te sobrecoja y te enamore. Un relato que hable de la naturaleza, de los paisajes, de la gastronomía, su patrimonio… de sus gentes. El Camino de Santiago Francés de Galicia condensa todo lo que un peregrino espera encontrar en su itinerario a través de 15 pueblos que viven y sienten este camino, esperando al viajero cansado con los brazos abiertos… Permanece atento, porque esta historia que te contamos, dará mucho que hablar…

 

Más información: www.caminofrances.org

SALINAS DE VADOFRESNO, EL LATIDO BLANCO DE LA CAMPIÑA DE BAENA

Situadas en la pedanía baenense de Albendín, estas salinas son un reclamo para el turismo ávido de historias sobre oficios antiguos que perduran a día de hoy…

 

 

En la campiña baenense, entre campos de olivos bañados por el sol, se extiende un paisaje marcado por un legado milenario: la sal. Baena ha vivido siempre bajo su influjo, un recurso que brota de la tierra como testimonio de antiguos mares desaparecidos. Aquí, el blanco de las salinas no es solo un color, sino el reflejo de un oficio que ha moldeado la identidad de esta tierra, sostenido por generaciones de salineros.

 

La sal, herencia de un mar desaparecido

Bajo la campiña de Baena yace la huella de un antiguo océano. La sal surge aquí de forma natural: en lagunas brillantes, arroyos salobres y ecosistemas únicos donde plantas y animales se han adaptado a este medio hostil. Pero en Baena, la sal no es solo un recurso, sino un legado. Un saber ancestral que transforma el agua en cristales mediante un proceso que mezcla paciencia, sol y trabajo manual.

En las salinas, el salinero —último eslabón de una cadena generacional— supervisa la evaporación del agua en pozas de piedra, donde la salmuera se convierte lentamente en escamas blancas. Es un oficio que ha resistido al tiempo, manteniendo viva una tradición que une al ser humano con la tierra.

 

Vadofresno: Donde la historia y la sal se encuentran

Junto al río Guadajoz —el Salsum Flumen de los romanos—, las salinas de Vadofresno destaca por su valor histórico y natural. Aquí conviven vestigios de norias árabes, huertas centenarias y un paisaje donde el agua dulce y salada crean un equilibrio singular.

Visitar Vadofresno es adentrarse en el mundo de la sal. El recorrido muestra el proceso artesanal de extracción, desde el manantial salino —rico en minerales— hasta la obtención de sales gourmet, cada una con su propio carácter. Pero lo más llamativo es su huerto salado, donde cultivos como la Salicornia (conocida como «espárrago de mar») crecen en un entorno inusual, demostrando cómo la agricultura puede adaptarse incluso a terrenos salinos.

 

La sal, acompañante de lujo de la gastronomía local

En Baena, la sal no solo sazona, sino que une. Es el vínculo entre el aceite de oliva virgen extra, los vinos de la zona y los productos de la huerta, dando forma a una cocina con raíces profundas. Cada grano guarda siglos de historia, desde los romanos hasta los campesinos que hoy mantienen viva esta tradición. Un viaje, en definitiva, para quienes creen que el lujo no está en el oro, sino en el tiempo detenido.                                                                                                  

 

 

 

 

Más información en:

https://baenaturismo.com/

www.baena.es

MENORCA EN JUNIO: ÓPERA, YOGA, NOSTALGIA Y REGATAS BAJO EL SOL MEDITERRÁNEO

 

 

Junio en Menorca es sinónimo de luz dorada, brisa marina y una agenda cultural que seduce tanto al alma viajera como al espíritu más exigente. La isla, declarada Reserva de la Biosfera, despliega en este mes un abanico de propuestas que van de lo sublime a lo vibrante, invitando al visitante a sumergirse en su esencia más auténtica.

Egipto en el Mediterráneo: Aida en el Teatro Principal de Maó

La 54ª Temporada d’Òpera de Maó (del 30 de mayo al 1 de junio) es un evento que trasciende lo musical para convertirse en una experiencia histórica. El Teatro Principal, joya neoclásica y uno de los más antiguos de España, acoge Aida, la obra maestra de Verdi que narra un amor imposible entre la princesa etíope y el guerrero Radamés. Las voces resonando bajo su cúpula, el drama de celos y lealtad, y el lujo de una producción clásica hacen de esta velada un tributo a la grandeza operística. Un plan imperdible para quienes buscan elegancia y emoción en estado puro.

 

Serenidad en el Lazareto: The Yoga Gallery Menorca Festival

Del 5 al 7 de junio, la isla del Lazareto —un antiguo lazareto del siglo XIX rodeado por aguas turquesas— se transforma en un santuario de bienestar con el The Yoga Gallery Menorca Festival. Más de 50 horas de yoga y meditación, conciertos al atardecer y charlas sobre crecimiento personal se entremezclan con exposiciones de arte en un entorno que invita a la introspección. Ideal para desconectar del mundo sin renunciar a la belleza: aquí, cada saludo al sol viene acompañado del murmullo del mar.

 

Los 90 reviven en Mercadal: nostalgia en mayúsculas

El sábado 7 de junio, el Recinte Firal des Mercadal se teñirá de colores neón con el festival Un Viaje a los 90’s. Alexia, Corona y otros iconos de la época actuarán en un evento que promete ser un flashback generacional. Las pulseras cashless y el ambiente festivo —sin perder el carácter familiar de Menorca— lo convierten en una cita obligada para quienes añoran los ritmos de aquella década irrepetible.

 

La regata de San Juan: tradición náutica y fiesta local

La Regata Menorca Sant Joan-Trofeo Alfonso XIII es mucho más que una competición: es un ritual que une deporte, historia y celebración. Tras surcar 140 millas desde Barcelona, los veleros llegan al puerto de Maó —escenario de batallas navales— para una prueba técnica frente a su imponente rada. Coincidiendo la festividad de Sant Joan en Ciutadella (23-24 de junio), la regata se mezcla con fiestas populares, en una experiencia profundamente menorquina.

Menorca, en junio y siempre

Más allá de estos eventos, junio es el mes perfecto para perderse por calas vírgenes como Macarella, explorar los vestigios británicos de Es Castell o degustar una pomada (ginebra local con limón) en cualquier bar de pescadores. Menorca no necesita artificios: su magia está en la luz que baña sus piedras doradas, en el ritmo pausado de sus pueblos y en su capacidad para ofrecer, en una sola isla, ópera bajo las estrellas, yoga entre fortalezas y regatas que huelen a leyenda.
 

Más información:
www.menorca.es