EL CORPUS CHRISTI EN CASTILLA-LA MANCHA: ARTE EFÍMERO Y TRADICIÓN VIVA

 

 

 

En Castilla-La Mancha, el Corpus Christi trasciende lo religioso para convertirse en un lienzo vivo donde tradición, arte efímero y devoción se entrelazan. Desde las alfombras de serrín de Hellín y Elche de la Sierra —verdaderas obras maestras fugaces— hasta la solemnidad dorada de Toledo, donde la custodia de Arfe brilla entre tapices flamencos y balcones engalanados, cada pueblo escribe su propia página de esta celebración. En Porzuna, la danza y la música elevan el rito, mientras en Camuñas, Pecados y Danzantes reviven autos sacramentales con fuego y simbolismo. Y en Lagartera, los bordados centenarios salen de sus arcas para vestir las calles de colores y fe. Un viaje por una fiesta que no se contempla: se vive, se pisa y, en un suspiro, se convierte en memoria.

 

Elche de la Sierra: La cuna de las alfombras de serrín

El Corpus Christi en esta localidad es Fiesta de Interés Turístico Nacional. Considerado el origen de esta tradición en la región, Elche de la Sierra despliega 30 alfombras en tres plazas y veintisiete tramos de calle. Desde 1964, cuando Francisco Carcelén y doce mozos tiñeron viruta de serrín en secreto, inspirándose en una alfombra de pétalos vista en Tarrasa, esta tradición se ha asentado de lleno en la localidad. Las peñas alfombristas compiten cada año por crear diseños más elaborados, como el célebre «Cristo del Huevo Frito» (1965), que marcó el inicio de esta rivalidad artística. as alfombras de serrín de Elche de la Sierra debieron existir con anterioridad a su recuperación en 1964, ya que la tradición fue llevada a América por los conquistadores. Actualmente muchas localidades de Guatemala elaboran también este tipo de alfombras con serrín teñido.

Hellín: El arte que se entrega al viento

Declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, en Hellín, el Corpus Christi se vive con las manos en el serrín. Calles como Juan Martínez Parras o Benito Toboso se transforman en galerías de arte efímero, donde vecinos, cofradías y hermandades crean alfombras multicolores que solo durarán unas horas. Desde el sábado, la noche previa a la celebración, los hellineros trabajan en silencio bajo la luz de las farolas, colocando meticulosamente el serrín teñido sobre plantillas de cartón. La procesión, escoltada por niños de primera comunión, avanza desde la Plaza de la Iglesia por un camino de belleza fugaz, pisando las obras que tanto esfuerzo han costado. Un detalle singular: Los balcones se engalanan con colchas bordadas y arreglos florales, creando un dosel vegetal sobre las alfombras.

 

El Corpus de Porzuna: Danza y Efímera Belleza

En Porzuna, la solemnidad del Corpus Christi se viste de música y color, con dos tradiciones que elevan la celebración a rito artístico: los danzantes, guardianes del cortejo que abren camino a lo sagrado, y las alfombras de sal y serrín, obras maestras fugaces que la procesión consagra con su paso.

Al amanecer del domingo, doce danzantes avanzan al compás de una rondalla, donde guitarras, laúdes y bandurrias entrelazan sus notas con el repique de castañuelas. Les escoltan jinetes sobre monturas engalanadas, como un eco de antiguas cabalgatas. Todo en ellos habla de devoción y arraigo: los mantones de Manila, los bordados que atesoran siglos de destreza, las lentejuelas que brillan al ritmo del fandango local. Y, sobre todo, el cántico de «Los Buenos Días», una plegaria cantada que parece nacer de la tierra misma.

Al caer la tarde, cuando el sol dora las fachadas, la procesión se pone en marcha. Los niños de primera comunión, con rostros solemnes, esparcen pétalos como ofrenda ligera. Tras ellos, los danzantes tejen figuras en perfecta sincronía, cuatro en cuatro, mientras la custodia —resguardada bajo palio— avanza entre altares vecinales. Cada parada es un regalo para los sentidos: romero y cantueso perfuman el aire, y sobre los altares, mantones de puntillas y cojines bordados hablan de un patrimonio textil que solo en estos días sale a la luz.

 

Toledo. Calles engalanadas para recibir a la Custodia

En el corazón de Toledo, la custodia de Enrique de Arfe —joya del siglo XVI y tesoro de la Catedral Primada— recorre las calles en el día más solemne y brillante del año. El Corpus Christi no es solo una fiesta; es un legado vivo, una tradición que desde 1418 convierte el laberinto medieval toledano en un escenario de devoción, arte y color. Su reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico Internacional no hace sino rubricar lo que los toledanos saben desde hace siglos: aquí late el alma de España.

Toledo no espera al día grande para comenzar su transformación. Desde jornadas antes, los toldos antiguos de los gremios de tejedores despliegan su sombra sobre las calles, mientras balcones y fachadas se cubren de reposteros y banderas. La propia Catedral, majestuosa, luce en sus muros ocho tapices flamencos del siglo XVII, tejidos con la misma fineza con la que se teje esta celebración. Hasta los patios de las casas particulares, normalmente ocultos tras sus muros, abren sus puertas en un gesto de hospitalidad efímera y generosa.

Un día antes, el aire se impregna de cantueso, romero y tomillo, esparcidos sobre el empedrado. La Tarasca y los Gigantones desfilan entre música y algarabía, anunciando lo que vendrá. Pero es al caer la noche cuando un detalle callado revela la solemnidad del acto: el pertiguero, vestido de negro, recorre el itinerario marcando con su vara la altura de la custodia, asegurando que nada —ni un alero, ni un toldo mal puesto— enturbie su paso al día siguiente. Las calles, ya entonces, bullen de expectación.

El día del Corpus amanece con el toque de dianas y el estruendo de bombas reales. La Tarasca desfila una vez más, escoltada por la charanga, los gigantones y los cabezudos. La guarnición militar se despliega a lo largo del recorrido para custodiar el paso. A las once, una salva de morteros anuncia la salida de la procesión desde la catedral, por la puerta Llana. El cortejo mantiene su orden tradicional, aunque desde hace años se ha incorporado el grupo de niños de primera comunión, que avanza tras los gremios.

 

Camuñas y Lagartera, dos formas antiquísimas de vivir el Corpus

Dos grupos toman la localidad de Camuñas en el Corpus. Pecados (rojo y negro, con caretas y varas, representando el mal) y Danzantes (blancos, símbolo de alegría y bien), protagonizan esta singular representación sin palabras, inspirada en los autos sacramentales del Siglo de Oro. Tras esperar fuera durante la misa, los Pecados atacan con fuego y alaridos en la procesión hasta ser vencidos, mientras los Danzantes ejecutan la danza del cordón al son de la música. Cada máscara encarna virtudes o vicios (demonio, caridad, esperanza…), y los participantes, hombres de todas las edades, mantienen viva esta tradición declarada Bien de Interés Cultural y Fiesta de Interés Turístico Regional.

El Corpus Christi de Lagartera, declarado Fiesta de Interés Turístico Regional, despliega desde 1590 un espectáculo único donde arte, fe y tradición se entrelazan. Las calles, alfombradas con hierbas aromáticas, lucen altares y trajes típicos bordados con maestría, mientras la custodia recorre el mismo itinerario desde el siglo XIII. Colchas, frontales y piezas textiles de incalculable valor —guardadas el resto del año— salen al sol en esta procesión que convierte el pueblo en un museo efímero de artesanía y devoción.

 

                                                                                                                   

 

 

Más información: https://www.turismocastillalamancha.es/

AEDH LLEGA A CARTAGENA PARA PRESENTAR UNA NUEVA JORNADA DE NUEVAS HERRAMIENTAS PARA UN TURISMO DE EXPERIENCIAS

 

 

La Asociación Española de Directores de Hotel organiza el próximo 3 de junio en el hotel Alfonso XIII un encuentro para profesionales del sector en el que debatir y conocer las últimas tendencias en hotelería y turismo. La Jornada contará con expertos a nivel nacional que compartirán herramientas y experiencias con los asistentes en búsqueda de mejorar e inspirar al empresariado local con herramientas y experiencias clave para el futuro del sector.

 

El próximo 3 de junio, Cartagena acogerá uno de los eventos más innovadores del sector turístico nacional: la jornada ‘Nuevas herramientas para un Turismo de Experiencias’, organizada por la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH). La cita tendrá lugar en el reconocido Hotel Sercotel Alfonso XIII, punto de encuentro de directores de hotel, expertos del sector, empresarios turísticos y profesionales de la Región de Murcia.

 

Este evento —que forma parte del circuito nacional de jornadas #ExperienciasAEDH— reunirá a más de una docena de ponentes de alto nivel en áreas como tecnología, distribución, sostenibilidad, marketing y rentabilidad hotelera. A través de ponencias, micropresentaciones y mesas redondas interactivas, se debatirá sobre las nuevas herramientas que están transformando la experiencia del viajero y la comercialización en la era digital.

 

 La inauguración correrá a cargo de Manuel Vegas, presidente de AEDH. Le tomará la palabra Javier Jiménez, CEO de FORST Escuela de Negocios Turísticos para ofrecer su inspiracional charla ‘Cuando haces cosas, pasan cosas’. Posteriormente, Jaime Chicheri, Mentor y Coach de Emprendedores y Hoteleros, hablará de ‘Del GOP al GOPPE: la nueva rentabilidad del hotelero feliz’. Antes de la parada para tomar un café y hacer networking, Fernando Gallardo, secretario general de la Alianza Hotelera, presentará a los asistentes este gran proyecto.

 

Tras la pausa será el turno de las micropresentaciones y las mesas redondas. La primera, ‘Nuevas Herramientas para mejorar la experiencia del Viajero’, estará moderada por Ginesa Martínez del Vas, Vicedecana de Turismo de la UCAM, con Ricardo Estremera de Salix Energía; Antonio Fernández de REHAU; y Manolo Diaz, de Canary Technologies. Después vendrá ‘Tecnologías aplicadas a la comercialización directa’, moderada por Daniel Pérez Rovira de The Revenue Run Rate, con Marta Anego, de Profitroom; Harley Araujo, de RoomPriceGenie; y Pablo Couso de Datisa.

 

Entre los asistentes se sortearán una Experiencia AEDH: dos entradas para el show WAH Madrid. Finalmente, la cita concluirá con un almuerzo-networking, incluye la participación de algunos de los ponentes que han acompañado a los asistentes a lo largo de la Jornada. Una gran ocasión de poner punto y final a una intensa sesión.

 

Las inscripciones están abiertas a través del siguiente enlace: https://bit.ly/AEDHCartagena25 Aquellos hoteleros que lo deseen pueden asistir de forma gratuita, contactando directamente a la organización (info@aedh.es), y cuenta con la colaboración del Instituto Tecnológico Hotelero (ITH), el Centro de Alto Rendimiento Turístico (CART) y el propio Hotel Sercotel Alfonso XIII, consolidado como uno de los referentes en la celebración de eventos profesionales en la Región.

 

Esta cita refuerza el papel de Cartagena como destino estratégico para el turismo profesional y de congresos, en un año en el que la ciudad también se prepara para acoger el XX Congreso Nacional de Hoteleros Españoles en noviembre.

 

Más información: www.aedh.es

¿QUÉ TAL UNA HAMBURGUESA CON VISTAS AL TEATRO REAL?

El buen tiempo invita a saborear los primeros rayos del sol, quedar con amigos y disfrutar de conversaciones en las que mirar el reloj está prohibido.

 

Por fin los días empiezan a tener más horas de sol y cualquier momento es ideal para hacer planes diferentes. Las terrazas son el reclamo principal cuando la temperatura comienza a subir, ya que un refresco o una copa de vino entre amigos o con familiares es una cita ineludible cualquier fin de semana. Sin olvidarnos de un plan de lo más carnívoro disfrutando de Ópera Burger. Es por eso que El Café de la Ópera te invita a un momento de distensión en su espacio al aire libre.

 

No busques más. A pie de calle y en pleno centro de Madrid, frente al Teatro Real, está la terraza perfecta para todos tus planes. Un oasis en medio del frenético trasiego de la ciudad. Un espacio donde poder disfrutar con tranquilidad de un café, un aperitivo o una extraordinaria carta llena de sabor y contrastes, en horario de comida y cena.

 

En su menú podréis encontrar una amplia variedad de entrantes, fríos y calientes, platos principales entre los que elegir pastas y arroces, o saborear las mejores carnes y pescados.

 

Y si lo que te apetece es darte un capricho con mucho sabor, no puedes dejar de probar su Ópera Burger: una deliciosa hamburguesa con huevo frito, bacon crujiente, mayonesa trufada y patatas gajo, disponible en su versión clásica o smash. Una auténtica experiencia gourmet en el corazón de Madrid. Sin olvidarnos, claro, de una maravillosa selección de postres.

 

El Café de la Ópera ofrece un entorno único, ideal para comidas informales, citas afterwork o planes de fin de semana con familia y amigos. Su terraza, equipada con toldos permite disfrutar del aire libre sin preocuparse por la temperatura. Un plan redondo para los que buscan combinar el sabor con la experiencia en una de las zonas más emblemáticas de la ciudad.

 

Esta primavera-verano, el epicentro de los encuentros más sabrosos está cerca de la Plaza de Isabel II. Porque hay muchas formas de vivir Madrid, pero pocas tan placenteras como hacerlo desde la terraza de El Café de la Ópera.

 

Para más información y reservas: www.elcafedelaopera.com

VILA GALÉ PORTO: ELEGANCIA CINEMATOGRÁFICA EN EL CORAZÓN DE LA CIUDAD ‘INVICTA’

 

 

En la bulliciosa y encantadora ciudad de Oporto, donde el Duero serpentea entre puentes de hierro y fachadas azulejadas, se alza el imponente Vila Galé Porto, un hotel que combina modernidad, cultura y sofisticación en el marco de uno de los destinos más vibrantes de Europa.

 

Un icono en la altura

Dominando el skyline de la «ciudad invicta», este establecimiento —renovado en 2015— no solo presume de ser el edificio más alto de Oporto, sino también de una ubicación privilegiada: a apenas diez minutos a pie de la emblemática calle Santa Catarina, epicentro comercial y cultural, y a solo 100 metros de la estación de metro Campo 24 de Agosto, que conecta con el aeropuerto y los principales puntos de interés.

Un homenaje al séptimo arte

El cine es el hilo conductor de su diseño. Las zonas comunes rinden tributo a grandes directores, actores y escenas memorables del celuloide, creando una atmósfera que mezcla nostalgia y glamour. Cada rincón parece susurrar historias, invitando a los huéspedes a sumergirse en un mundo donde la elegancia y la creatividad se dan la mano.

Habitaciones con estilo y confort

El hotel ofrece habitaciones estándar y superiores, todas ellas diseñadas para garantizar estancias placenteras. Pero si hay un espacio que captura la esencia del Vila Galé Porto, es su spa en la planta superior. Desde la piscina cubierta o la piscina de hidromasaje, los huéspedes pueden disfrutar de vistas panorámicas que abrazan toda la ciudad, mientras el gimnasio —equipado con tecnología moderna— invita a mantener la rutina sin sacrificar el placer.

Gastronomía y versatilidad

Con dos restaurantes y dos bares, el hotel satisface paladares exigentes, desde desayunos abundantes hasta cenas refinadas. Además, sus salones polivalentes lo convierten en un escenario ideal para eventos corporativos o celebraciones privadas, siempre con un toque de distinción.

Oporto a tus Pies

Más allá de sus paredes, el Vila Galé Porto es la puerta de entrada a los tesoros de la ciudad: el barrio de Ribeira, declarado Patrimonio de la Humanidad; las Cavas de Vino de Porto al otro lado del río; o joyas arquitectónicas como la Casa de la Música (obra de Rem Koolhaas) y el Museo de Serralves (firmado por Álvaro Siza Vieira). Tampoco hay que perderse la Avenida de los Aliados, la Sé Catedral o la Torre de los Clérigos, testimonios de un pasado lleno de esplendor.

El Vila Galé Porto no es solo un lugar donde dormir; es una experiencia que combina arte, confort y ubicación privilegiada. Perfecto para viajeros que buscan autenticidad sin renunciar al lujo discreto, este hotel se erige como un testigo excepcional de la magia de Oporto. Para quienes aprecian los detalles y la elegancia, quedarse aquí es, sin duda, el primer paso para enamorarse de la ciudad.

 

 

 

 

 

 

 

Más información: www.vilagale.com

MENORCA: LA ISLA QUE SE DEFENDIÓ CON ELEGANCIA

Vive un viaje por castillos, torres y fortalezas que narran, piedra a piedra, los siglos de historia militar de esta isla Reserva de la Biosfera

 

 

Hay islas que se rinden al sol y al mar. Menorca, en cambio, decidió resistir. Con elegancia, con firmeza, con esa sobriedad mediterránea que la hace única. Aquí, cada torre vigía es un verso en piedra, cada castillo un capítulo de una epopeya escrita entre invasiones y mareas.

 

Tres castillos. Quince torres. Dos bastiones. Un portal. Cuatro museos. Menorca despliega su historia militar como un mapa de batalla, pero hoy, en lugar de estrategias de guerra, ofrece itinerarios de belleza. La isla, reconocida como Reserva de la Biosfera, siempre fue codiciada: su posición en el Mediterráneo la convirtió en un tablero de ajedrez donde jugaron británicos, franceses, otomanos y españoles. De aquellos siglos de tensión quedan joyas como:

 

Castillo de Santa Águeda (s. X): Los restos de una atalaya árabe que domina desde las alturas de Ferreries, donde el viento aún parece susurrar historias de almorávides. Un magnífico mirador desde el que admirar las vistas y apreciar el legado musulmán de la isla.

 

Fuerte Marlborough (s. XVIII): Una obra maestra de la ingeniería británica, tallada en la roca de Cala Sant Esteve, con túneles que serpentean como raíces de piedra.

 

Torre d’en Quart (medieval): La mejor conservada, cerca de Ciutadella, donde el tiempo se detuvo entre sus muros de marés. La torre, fue el dispositivo de defensa inmediato con que contaban los habitantes de las zonas más expuestas a las incursiones de los piratas. Cuando esta función estratégica dejó de ser necesaria, ya no tenía que permanecer aislada y podía iniciarse la incorporación de su espacio a la zona habitada.

 

Hay varias torres que recorren la costa menorquina y que en los últimos años se han reconstruido en algunos casos… Ya que permite hacerse una idea al viajero de cómo se comunicaban entre ellas cuando había una invasión o acercamiento no grato. Algunas fueron levantadas por los españoles en los siglos XVI y XVII, como la Talaia de Bajolí, la Talaia d’Artrutx, Torre d’Alcalfar o la Torre de Punta Prima. Todas ellas cumplían la misión de proteger la isla de las incursiones piratas y otomanas. Con la llegada de los británicos en el siglos XVIII, se reforzó la defensa del litoral con construcciones de la talla de la Torre de Sa Nitja, la Torre Des Castellar o la imponente Torre de Fornells.

 

Detalles que enamoran (y que solo un menorquín notaría)

Para pasar como todo un ocal que lleva toda su vida en la isla, aquí unos tips:

 

  • En Fornells, la torre vigía reflejada en las aguas tranquilas parece un cuadro de Dalí.
  • El Lazareto, la «fortaleza sanitaria» del s. XVIII, es un testimonio único de cómo la isla se blindaba contra epidemias. Conviene reservar previamente para visitarlo en la web de Menorca.
  • Las aspilleras de la Mola, perforadas como encaje de piedra, donde los cañones apuntaban al horizonte.

Esta ruta no es para correr. Es para perderse en sus miradores, para admirar la piedra erosionada por el viento, para imaginar a aquellos soldados que, entre guardia y guardia, también se enamoraron de este cielo azul.

 

«Las fortalezas son nuestro legado de piedra. No hablan de guerras, sino de cómo supimos proteger la belleza» (Un artesano de marés, en un taller de Maó).

 

Menorca no necesita murallas para defenderse ahora. Su patrimonio es su mejor escudo. Y, para el viajero, un regalo.

Más información: www.menorca.es

KALMA PRESENTA SU NUEVA CARTA DE PRIMAVERA VERANO CON PROPUESTAS DE LO MÁS SUGERENTES

Platos de autor, cocina vanguardista y sabores únicos que disfrutar en el Madrid Marriott Auditorium Hotel & Conference Center.

 

 

Con la temporada de primavera verano en marcha, ‘Kalma’, el restaurante de cocina mediterránea a la carta de Madrid Marriott Auditorium despliega un menú que es, ante todo, un canto a la frescura y a la reinvención de sabores clásicos. Su propuesta, equilibrada entre tradición y vanguardia, seduce desde el primer bocado, pero es en la sección «Pescado nueva línea» donde la cocina alcanza cotas de brillantez especialmente memorables. Carlos Felipe, Director del departamento de F&B, junto con el chef Javier Sáez-Bravo y su equipo han realizado un fantástico trabajo en la elección y desarrollo de platos para acercar al comensal propuestas que no le van a dejar indiferente…

 

Pescado Nueva Línea: El Mar con Acento Contemporáneo

El lomo de bacalao a la puttanesca es una declaración de intenciones: firme, jugoso, coronado por el carácter salino de anchoas y aceitunas, pero con la acidez vibrante del tomate. Un plato que evoca el Mediterráneo sin nostalgia, sino con una técnica impecable.

Más audaz resulta la corvina con salsa de coral de vieira, donde la delicadeza del pescado se realza con el umami de las huevas de salmón y el toque herbáceo del cebollino. Una combinación arriesgada, pero ejecutada con precisión de relojero.

Y en el calamar a la parrilla con demiglace de su jugo, la parrilla aporta ese humo sutil que contrasta con la dulzura de los edamame. Un guiño a la cocina asiática, integrado con naturalidad en el discurso de Kalma.

 

Carnes, jugando con toques de modernidad y tradición

La sección de carnes en Kalma es un ejercicio de equilibrio entre el respeto a las técnicas clásicas y la búsqueda de matices contemporáneos. El wok de solomillo de ternera sorprende por su fusión de influencias: la carne, tierna y rosada, se enriquece con el umami de la salsa de soja y el crujir de las semillas de sésamo, mientras las verduras frescas aportan ligereza. El entrecôte con pimientos de Guernica confitados es un homenaje a la ternera de alta calidad, donde la dulzura de los pimientos contrasta con la intensidad de los pimientos, generando un balance muy interesante.

 

Platos del Día: La Esencia de lo Cotidiano Elevado

Entre los platos rotativos, destaca el jueves de purrusalda con lomos de bacalao a la brasa, donde la sencillez vasca adquiere profundidad gracias a las brasas que ahúman levemente el bacalao. El hummus de remolacha como aperitivo es un acierto: terroso, vibrante, perfecto para abrir boca.

Los viernes de arroz del día son otra joya. En esta temporada, ingredientes como el pollo, las setas shiitake o la calabaza son un ejemplo de cómo un clásico puede renovarse: la calabaza aporta un dulzor sutil, las setas profundidad, y el pollo —siempre complicado en arroces— puede quedar sorprendentemente jugoso. Aunque claro, cada día será una historia distinta que el chef contará a sus comensales.

 

Toques de Originalidad: Del Tartar al Baba Ganoush

Si se busca compartir un plato, hay que detenerse en el tartar de atún rojo con salsa huancaína (¿por qué nadie había pensado antes en esta fusión nikkei-peruana?). O en el baba ganoush (hummus de berenjena) con chipotle y ajonjolí: un homenaje a Oriente Próximo con un guiño mexicano, servido con un pan de pita que cruje en el momento justo.

 

Postres: El Final Perfecto

Aquí, dos opciones son obligatorias: la tarta de tres leches con espuma láctica especiada, una reinvención del clásico latino con toques casi perfumados, y el bizcocho de zanahoria con crema de yuzu, donde la acidez cítrica corta la riqueza de las especias.

Kalma demuestra que la cocina de temporada no está reñida con la personalidad. Su menú de primavera-verano es un mapa de sabores donde el pescado brilla con luz propia, pero sin descuidar el arraigo de sus platos del día. Con una relación calidad-precio excelente, este restaurante se consolida como un refugio para quienes buscan elegancia sin pretensiones, y tradición con sorpresa.

 

 

 

 

 

Más información:

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