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Javier Gándara, Presidente de la ALA: «El avión es el medio de transporte más seguro, con diferencia»

JAVIER GÁNDARA, presidente de la ALA (Asociación de Líneas Aéreas), entrevistado hoy viernes en ‘MIRADAS VIAJERAS TV’ (Negocios TV, Canal 125 de Movistar +)

 

¿Qué papel juegan las líneas aéreas como garantes de la movilidad? ¿Cómo les ha afectado la pandemia? ¿Cuáles son sus principales demandas para salir adelante? ¿A qué retos se enfrentan? ¿Cuál ha sido su evolución? ¿Cómo afrontan FITUR? Todos estos interrogantes han tenido respuesta en la figura de uno de los principales representantes del sector aéreo, Javier Gándara. El Presidente del ALA (Asociación de Líneas Aéreas) ha sido hoy protagonista en Miradas Viajeras TV. Entrevistado por Fernando Valmaseda en la T4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas –y la colaboración del personal de AENA– Gándara ha puesto en valor un sector que “con las low cost se ha democratizado, haciendo accesible a todo el mundo algo que antes era un lujo al alcance de muy pocos”. Y se ha mostrado orgulloso de pertenecer a “una industria que aporta felicidad, porque viajar es algo inherente a la naturaleza humana”, y que durante la pandemia operó en un 5% para “seguir dando el gran servicio que damos a la sociedad”.

 

Creada en 1952 –por lo que el próximo año celebrará su 70 aniversario– la ALA es la decana de las asociaciones de líneas aéreas de España y en 2020 afianzó su liderazgo tras su fusión con ACETA (Asociación de Compañías de Transporte Aéreo). “Ahora somos una sola, tenemos cerca de 80 asociados y representamos al 85% del tráfico aéreo en España, contando con las diez principales compañías. Dado que son de todo tipo [línea regular, low cost, cargueras…] tenemos una visión transversal de lo que es el sector”, afirma su presidente, Javier Gándara. Y añade: “Nuestra misión es apoyar a la industria del transporte aéreo en general y a nuestros asociados; y tener una fuerte voz para defender este sector, que es el principal ariete en el que se basa el turismo. El 85% de los turistas que nos visitan lo hacen por vía aérea”.

 

Como todo el sector turístico, las líneas aéreas también se han visto tremendamente afectadas por la pandemia. “Hace un año nadie podía pensar que esto iba a ser tan largo… y aun queda camino por recorrer. Tanto por su magnitud como geográficamente esta pandemia no tiene precedentes. Hasta ahora hemos intentado sobrevivir estando en cero ingresos. Ahora estamos con unos ingresos del 10 o 20% pero si no tenemos un apoyo adicional es inviable”. Gándara quiere aclarar que “cuando se habla de rescate de las líneas aéreas mucha gente piensa que es a fondo perdido y no es así; son créditos que habrá que devolver a futuro con sus intereses. Será entonces cuando veremos aquellas compañías que van a poder subsistir”.

 

El presidente de la ALA confiesa que en marzo pasado, cuando comenzó esta pandemia “sentí mucha preocupación y aun la tengo porque más del 80% de los empleados del sector que estaban en ERTE durante el confinamiento lo siguen estando. Lo único ‘positivo’ ha sido habernos dado cuenta de lo importante que es viajar con nuestras líneas aéreas”. En cuanto a las medidas para salir adelante han de ser “para que podamos depender lo antes posible de nosotros mismos. AENA está asumiendo una serie de costos adicionales por todos los controles, en nombre del Ministerio de Sanidad, que luego deberá recuperar. Son gastos que pueden ascender a alrededor de 100 millones, entre 2020 y 2021, pero que deberían cargarse a los fondos públicos, no a los usuarios a través de las tarifas. Ellos son quienes nos dan los ingresos con los que cubrir nuestros costes y seguir sobreviviendo. El cliente es el rey; lo era antes… y lo seguirá siendo. En cuanto a nosotros, vamos a ver nuestra capacidad de adaptación… pero al final estaremos ahí. Probablemente de otra forma pero seguiremos dando el gran servicio que damos a la sociedad”.

 

La mejor prueba ha sido que, en el peor momento de la pandemia, han estado operativos para atender al 5 % de la demanda que necesitaba a los aviones para la repatriación, el reparto de mercancías o los servicios asistenciales. “Es un orgullo pertenecer a este sector que contribuye a las duras y a las maduras; una industria que aporta felicidad porque el viajar es algo inherente a la naturaleza humana”.

 

Con el tema de la seguridad por bandera, lo que más le duele a Javier Gándara es que “a nivel político no haya habido el consenso para tomar médidas únicas a nivel europeo que sí ha habido a nivel técnico. La seguridad siempre ha sido la piedra angular de nuestro sector. Y tanto la EASA (Agencia Europea de Seguridad Aérea) como el ECDC (Centro Europeo de Prevención de Enfermedades) establecieron unas normas de actuación comunes a todas las compañías aéreas europeas y aeropuertos garantizando que los riesgos de contagio a bordo fueran mínimos. Según un estudio norteamericano había que estar 54 horas en una nave al lado de una persona infectada para contagiarse del COVID-19”. Y asegura: “Hoy día la aviación ha logrado unos niveles de seguridad incomparables. El avión es el medio de transporte más seguro, con mucha diferencia”. Para garantizar esta seguridad, se tomaron medidas como los filtros HEPA (purificadores del aire) y, posteriormente, otras como “el uso de mascarillas a bordo, la limitación del servicio, de los movimientos en la cabina e incluso en tierra para minimizar los contactos personales; y también se han agilizado otras que llevaban tiempo en desarrollo como la biometría, reconocimiento facial para evitar contactos persona a persona y hacerlos de forma automatizada”.

 

Las vacunas ayudarán a poner solución a la pandemia pero hay que tomar otras medidas “como decisiones coordinadas a nivel político, que los test sean obligatorios durante un tiempo para volar –más asequibles y rápidos que los PCR– y que eso lo complementen los certificados sanitarios. Estamos ante varias opciones pero a nadie se le va a obligar a vacunarse para poder volver a viajar de forma segura”. Gándara afirma que no debemos caer en el error de acelerar los tempos y desea que “de cara al verano vuelva esa recuperación pero que, aunque lenta, sea constante no con el bajó que sufrimos en septiembre pasado por las primeras restricciones del Reino Unido. Pero soy positivo porque cada vez que se relajan las restricciones está latente las ganas de volar. La pasada semana, tras el anuncio de Boris Johnson de no descartar que los británicos vuelen, se multiplicaron por cinco las reservas hacia nuestro país. Pero debemos poner los cimientos para que se haga de forma segura”.

 

El Presidente de ALA explica las cuantiosas perdidas de las aerolíneas en el mantenimiento diario, aunque la flota esté parada, que supone “un 30 % de gastos en las compañías low cost y un 50% en las compañías de red. Cuesta mucho dinero pero lo que no puede ser es que cuando empiece la recuperación no estemos preparados”. Y ha escrito un libro ‘Revolución en los cielos’ en el que da las claves del éxito de las aerolíneas de bajo coste. “La revolución de las low cost fue hacer accesible algo que era un lujo al alcance de muy pocos. La accesibilidad al transporte aéreo se ha democratizado y las diferencias entre las compañías low cost y las de líneas de red se han ido diluyendo, sobre todo en viajes de corto y medio radio. Habrá que ver si el modelo tiene éxito en las de largo radio”. Una accesibilidad económica que también quieren trasladar a la física, a los discapacitados: “Somos conscientes que las aeronaves no son los medios más cómodos pero se trabaja para hacerlas accesibles, como figura en un documento europeo datado en 2004 que detalla de qué forma se puede hacer para personas con movilidad limitada, no solo dentro de la nave sino también desde que llegan al aeropuerto”.

 

Javier Gándara también se refiere a las tarifas aeroportuarias. “Vamos a pedir que sean lo más bajas posibles, si bien es cierto que hay que garantizar la rentabilidad y supervivencia de la red de aeropuertos que tenemos. Eso se realiza por periodos quinquenales y este 2021 termina del primero del llamado DORA (Documento de Regulación Aeroportuaria). Ahora estamos en proceso de fijar las tarifas para los próximos cinco años (2002-2026). Nuestra postura es que, manteniendo los ratios de rentabilidad de AENA, pueda haber rebaja de tarifas”.

 

Dos son para el Presidente de la ALA los grandes retos de las compañías aéreas a nivel europeo y mundial. “Hay uno nuevo, que es garantizar que lo conseguido en los últimos años a nivel de accesibilidad económica de todos los consumidores siga en el futuro. Y otro anterior es el de la sostenibilidad. Aunque la aviación representa menos del 3% de las emisiones de gases efecto invernadero aun no hay una alternativa obvia. Respeto a quien no quiera volar, por la razón que sea; otra cosa es querer imponer a título colectivo una forma de viajar. El dilema no debe ser volar o no volar. Hemos de lograr que volar, que es bueno, sea lo más sostenible posible”.

 

Javier Gándara asegura que se ha contado con las líneas aéreas dentro del Plan de Modernización de la Secretaria de Estado ya que “se tiene muy claro el rol fundamental que tenemos en el turismo. El 85% de los turistas necesitan el transporte aéreo”. Pero le duelen ciertas divergencias con el Ministerio de Consumo “por tener una idea equivocada de lo que hacemos quienes nos dedicamos al turismo en general; no debe minusvalorarse un sector tan importante como el nuestro”. Y aunque no considera necesario un Ministerio de Turismo único, si considera que “haría falta en el Gobierno alguien que realmente tuviera claro cual es el rol del turismo, su papel catalizador. Y que las medidas que están tomando otros ministerios lo tuvieran en cuenta”.

 

Respecto a FITUR 2021, el Presidente de la ALA afirma que “va a ser muy importante; una plataforma para decir que España vuelve a estar abierta y para poner en valor las diferentes medidas de seguridad que se van a implementar”. Y concluye confesando que esta pandemia me ha enseñado a relativizar muchísimas cosas, a dedicar más tiempo a las realmente importantes, a valorar lo que antes no valorábamos y, sobre todo, a que debemos remar todos en la misma dirección”.

 

 

 

Rafael Barbadillo: «Los autobuses somos el transporte colectivo que más viajeros mueve, seguros y sin apenas contagios»

Rafael Barbadillo, Presidente de CONFEBUS (Confederación Española de Transportes en Autobús), entrevistado hoy viernes en ‘MIRADAS VIAJERAS TV’ (Negocios TV, Canal 125 de Movistar +)

 

¿Qué supone el transporte terrestre colectivo para vertebrar la movilidad en España? ¿Cómo le ha afectado esta pandemia? ¿Qué ayudas demanda para poder salir adelante? ¿Cuáles son sus principales retos, de presente y futuro? Todos estos, y otros temas del sector, han sido abordados esta mañana por Rafael Barbadillo, Presidente de CONFEBUS (Confederación Española de Transportes en Autobús), en Miradas Viajeras TV. Entrevistado en el Hotel Only You Atocha, de Madrid, Barbadillo ha contestado a las preguntas de Fernando Valmaseda sobre un sector que aglutina a 3.200 empresas, factura 5.900 millones de euros anuales y da empleo a más de 95.000 personas. “Vamos a jugar un papel determinante en lo que es la movilidad territorial y lo hacemos de forma segura”. Y añade: “El autobús siempre está ahí cuando lo necesitas”

 

Los autobuses, como transporte colectivo, están muy presentes en nuestra vida diaria: líneas regulares, escolares, bodas, celebraciones, eventos MICE, desplazamientos de equipos deportivos… Y aunque están vinculados, por esencia, al Ministerio de Transporte, también tienen una gran incidencia en el turismo. “Unimos diariamente 8.000 poblaciones y recorremos 75.000 kilómetros, lo que permite garantizar y vertebrar el territorio español”, afirma Rafael Barbadillo, presidente de CONFEBUS, la Confederación Española de Transportes en Autobús. “Somos la patronal de los autobuses, organización empresarial donde están representadas todas las actividades de los autobuses, con 3.200 empresas asociadas y 30 organizaciones territoriales repartidas por toda España que dan servicio a cada zona”.

 

Barbadillo afirma que “quitando el vehículo privado, somos el transporte colectivo que más viajeros mueve en España, con diferencia. Dos de cada tres viajeros que se desplazan por nuestro país lo hacen en autobús, lo que pone de manifiesto la gran importancia de nuestro sector para vertebrar el territorio… aunque muchas veces esto es obviado por las administraciones y no merece la atención que precisa nuestra actividad”. Un sector que, sin embargo, es líder en Europa: Nuestra flota de autobuses es la más moderna de la Unión Europea gracias a que somos un país turístico y poseemos un sistema basado en concesiones que permite una renovación constante de la flota. Invertimos más de 600 millones de euros anuales en esta renovación y, además, tenemos un sector carrocero de gran nivel mundial. Todo ello hace que configuremos una industria de transporte en la que España es puntera”.

 

Como el resto de sectores, el del transporte colectivo terrestre se ha visto fuertemente dañado por la pandemia. “Cuando todo empezó, hace un año, no pensábamos que iba a durar tanto. Una situación complicadísima para muchas empresas de nuestro sector que no han facturado practicamente nada debida a una caída de viajeros del 60% en general y del 85% en larga distancia. Estamos en una situación de supervivencia, con dramas personales de familias que han vivido varias generaciones de lo que es el transporte terrestre”. Y para salir adelante necesitan que el Gobierno tome medidas mucho más drásticas que hasta ahora: “Los Ertes y los Icos estaban muy bien al principio pero la situación se ha prolongado tanto que esas ayudas han quedado muy cortas. Hacen falta medidas más duras para que las empresas sobrevivan y que, cuando la actividad arranque, estemos ahí para poder dar servicio a las personas que estamos deseando que vuelvan a España”.

 

Entre estas medidas tan necesarias, Barbadillo apunta a las moratorias de los leasing que se ampliaron de 6 a 9 meses “pero sería ideal llevarlos a un período superior de 12 o 18 meses. Y necesitamos ayudas directas para financiar los costes que supondrán las salidas; es decir, cuando esto termine va a haber que comprar gasoil para dar servicio, dar de alta los seguros de los vehículos, sacar a los trabajadores de los ERTE… En definitiva, necesitamos recursos financieros para reanudar nuestra actividad, que es esencial para dar acceso a los servicios del estado del bienestar: trabajo, educación, sanidad. Hemos recibido algunas ayudas directas pero han sido más bien compensaciones por nuestras obligaciones de servicio público, pues hay personas que necesitan desplazarse. Pero con una demanda tan mínima es inviable porque no son rentables; de ahí estas compensaciones”.

 

Para el Presidente de CONFEBUS los mensajes negativos de los representantes públicos han generado miedo a viajar y afirma que “nuestro transporte es absolutamente seguro. Las cifras de contagio son mínimas, prácticamente cero, no solo en los viajeros sino también en nuestros conductores, que apenas se han contagiado. Haciendo uso de todas las medidas y recomendaciones sanitarias, es seguro. La caída de viajeros ha llegado por restringir la movilidad, porque están confinados muchos municipios; pero éramos un sector viable y lo vamos a volver a ser. Porque donde llega el autobús no llega ningún otro medio de transporte. Somos fundamentales para el turismo regional, el rural y, en definitiva, para el desarrollo de la actividad turística; sin transporte no hay turismo”.

 

Rafael Barbadillo ha hecho mención al Plan de Reconstrucción que “elaboramos el pasado verano y presentamos en septiembre para que muchas de las medidas que pedimos queden reflejadas en el plan del Gobierno español y que se ajustan a lo que demanda Europa”. En este sentido, explica que la descarbonización del transporte supondrá una transformación ecológica importante, y estamos haciendo investigaciones en temas de hidrógeno, haciendo pruebas con vehículos autónomos. Los fondos europeos tienen que ayudarnos a los retos que debemos afrontar con el cambio de tecnología en los motores de cara a la renovación de flotas. Entre un vehículo actual de gasoil y uno eléctrico el precio es el doble. Si las ayudas no van en la línea de compensar esta diferencia difilcilmente se podrá hacer”. Y ha hecho también alusión al Plan Estratégico de competitividad basada en la sostenibilidad del transporte presentado por la comisaria alemana: “Hay países que han establecido ayudas directas para el sector que tenemos recogidas en un documento que hemos facilitado al Gobierno para que vea lo que se está haciendo en otros países. Los fondos europeos son los que nos permitirán dar el salto para afrontar los retos del transporte: la modernización y la descarbonización”.

 

Precisamente esta reconstrucción, la unidad y la estrategia son los tres pilares fundamentales sobre los que se asienta el proyecto actual de CONFEBUS. “La unidad es fundamental porque nos permite tener una interlocución fuerte y mejor con el Gobierno y la estrategia ha sido este Plan de Recuperación, enfocado en la transformación ecológica, la digitalización y también en la formación, porque hemos de adaptar los perfiles de personal que tenemos a este importante cambio tecnológico: un vehículo eléctrico no se conduce igual que uno de gasoil, ni las reparaciones o el mantenimiento son los mismos”.

 

La pandemia afecta también al cambio de mentalidad del viajero, que requerirá mayor seguridad a la hora de viajar. En este sentido, Barbadillo afirma que “todos los protocolos sanitarios han sido avalados por empresas de certificación para que el viajero se sienta seguro. Se ha invertido mucho dinero en ellos; hemos hecho los deberes. Y también hemos escuchado al viajero y sus necesidades con nuestros cuestionarios de valoración del servicio. Otro de los grandes retos del transporte terrestre es la digitalización. “Es fundamental porque el transporte se ha convertido en un sector de tecnología punta y el vehículo autónomo va muy unido a la digitalización”. También ha explicado el Presidente de CONFEBUS que “trabajamos en un tema muy importante como es la intermodalidad para que el tren, el avión y los autobuses estemos interconectados y que el pasajero pueda sacar su billete origen-destino con independencia del medio de transporte que utilice y pueda saber el precio final como el tiempo invertido; llevar en un billete todo el trayecto”.

 

Rafael Barbadillo también ha extraído una conclusión de esta pandemia: “Que somos un sector esencial. Durante el confinamiento, de las pocas actividades que estaban en la calle dando servicio era el transporte en autobús. Y eso, pese al miedo porque desconocíamos cómo se producía la propagación del virus. Pero nuestros profesionales han dado servicio. Somos un sector resistente y vamos a volver a estar ahí, dando lo mejor de nosotros cuando la actividad se recupere”.