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Turismo de la Diputación de Cáceres confía su Comunicación a RV EDIPRESS

El Grupo diseñará y ejecutará una estrategia integral 360º para posicionar esta provincia extremeña con alma, un gran legado histórico y patrimonial, tradiciones centenarias, fiestas, una gastronomía increíble e infinitos parajes naturales

 

Tiempos de crisis, tiempos de oportunidades. RV EDIPRESS sigue sumando y liderando proyectos turísticos incluso en tiempos de dificultades. Es el caso de la provincia de Cáceres que se une al prestigioso porfolio de clientes del Grupo liderado por Fernando Valmaseda. Una tierra de descubridores –como Francisco Pizarro o Francisco de Orellana– y de emperadores –como Carlos V–; de Reservas de la Biosfera –Monfragüe, Tajo Internacional– y de Patrimonios de la Humanidad –Monasterio de Guadalupe, Cáceres– que enamora al visitante. Una tierra que deslumbró al gran Miguel de Unamuno… y ha sido escenario de la televisiva ‘Juego de Tronos’.  

 

 

Desde el Festival de la Magia más importante de Europa hasta las playas paradisíacas de Formentera o Menorca, pasando por la ría más salvaje de Galicia, Muros Noia, o la Ruta del Vino Ribera del Guadiana, un largo etcétera de clientes que –de uno en uno– han contribuido a la consolidación del liderazgo del Grupo RV EDIPRESS en el sector de la Comunicación especializada en Turismo en España. Un prestigioso porfolio al que ahora también se une Turismo de la provincia de Cáceres.

 

 

El Grupo liderado por Fernando Valmaseda –recientemente galardonado con el Premio al Mejor Director de Comunicación Estratégica de España– ha dispuesto un gran equipo multidisciplinar experto en las áreas de Comunicación, Social Media, Marketing, Eventos, RR.PP., Fotografía, Diseño y Área de AA.VV, que trabajará en una ambiciosa estrategia para posicionar un destino cargado de historia, patrimonio, naturaleza, tradiciones y gastronomía, como referencia en el Sector.

 

Sumergirnos en la provincia de Cáceres es emprender una paseo por la historia a través de la Ruta de Carlos V o de la romana Vía de la Plata; es inhalar el aroma que destilan espacios naturales que son Reservas de la Biosfera, como Monfragüe, la Transfronteriza Tajo-Tejo Internacional o el Geoparque Mundial UNESCO Villuercas-Ibores-Jara, donde podemos conocer La Historia de la Tierra; es quedar absorto ante el espectáculo primaveral de los cerezos en flor del Valle del Jerte teñido de blanco… o ante la caprichosa y pronunciada curva que el río Alagón forma en el meandro El Melero.

 

La provincia de Cáceres son también Patrimonios de la Humanidad por la UNESCO, como el de la Ciudad Monumental de Cáceres, mágico laberinto de calles plagadas de edificios únicos, o del Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, que este 2020 celebra su Año Jubilar, que arrancó el 2 de agosto y se extenderá hasta septiembre de 2021. Pero también es gastronomía de profundas raíces y productos de proximidad, con una decena de denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas, como las Cerezas del Jerte, el Pimentón de la Vera, el Queso Ibores, el Aceite Gata-Hurdes o los Vinos de Ribera del Guadiana.

 

RV EDIPRESS, que va camino de celebrar su 19 aniversario, lleva una década liderando el sector de la Comunicación especializada en Turismo en España, como así lo avalan los Medios de Comunicación, los profesionales de la información de este Sector y los diferentes premios recibidos, entre ellos el Premio a la ‘Mejor Agencia de Comunicación Española especializada en Turismo’, en 2007; el Premio a la ‘Mejor Trayectoria, Proyección y Evolución Empresarial; en 2011; el Premio a la ‘Mejor Agencia de Comunicación Española especializada en Turismo’ y el ‘Premio a la Mejor Estrategia de Comunicación para un destino Internacional’, ambos en 2014; el ‘Premio a la Mejor Agencia de Comunicación Española especializada en Turismo’ en los años 2015 y 2016; y el ‘Premio Estrella del Turismo 2017’ a la mejor Agencia de Comunicación, en 2017.

 

Tres fortines para admirar el legado militar de Menorca

La fortaleza de La Mola, el fuerte Marlborough y el castillo de Sant Felip dan vitalidad cultural al puerto de Maó, el segundo natural mayor del mundo

 

Aunque se la conoce y reconoce como un paraíso natural –por su condición de Reserva de la Biosfera desde hace un cuarto de siglo– Menorca atesora también un gran patrimonio arquitectónico militar, fiel reflejo del devenir de la historia en esta isla de ubicación estratégica en el Mediterráneo. La isla balear ofrece una treintena de edificaciones –entre castillos, fuertes y torres defensivas– pero tres son las que acaparan el mayor interés, por su grandeza y estado de conservación, todas ellas en el puerto de Maó. ¿Preparados para un paseo militar? ¡En marcha!

 

 

1 – Fortaleza de La Mola. De las tres es la más reciente, pues data del siglo XIX, pero también la más espectacular. Aprovechando los cimientos de una antigua fortificación británica del siglo XVIII, entre 1850 y 1870 se construyó justo en la entrada norte del puerto de Maó la llamada fortaleza de Isabel II en la Mola, una de las mayores de Europa en su época, rodeada por un foso de 1.500 metros lineales y con seis espectaculares miradores con magnificas vistas panorámicas.

 

Se tardan 2 o 3 horas en recorrerla con detenimiento pero, para facilitar la visita, se pueden alquilar 4×4. En ella destacan varias zonas empezando por la majestuosa Puerta de La Reina. La Mina ofrece un laberinto subterráneo donde se ubicaban los polvorines, almacenes y casamatas. El Hornabeque, con su enorme plaza de armas, era la primera línea de defensa contra ataques terrestres y acogía las principales piezas de artillería. La Cortadura era un último reducto defensivo caso de que hubieran tomado el anterior. Y la Galería Aspillerada, un corredor para fusilería de medio kilómetro que defendía el foso. Pero hay otras curiosas zonas, como los Frentes 9-10 (de defensa marítima), la Caponera, los Aljibes, la Torre de la Princesa, la Penitenciaria, las Canteras, la batería Vickers (dos enormes cañones navales) o el Polvorín de la Reina.

 

 

  2 – Fuerte de Marlborough. Construcción británica que data del siglo XVIII (1720-26) aunque fue reconstruido entre 1789-1802. Ubicado en cala Sant Esteve, en la orilla sur, debe su nombre al general Sir John Churchill, duque de Marlborough. Un fortín con un recinto central heptagonal donde se ubicaban diversas piezas de artillería, creado a partir de un gran foso con una galería de contraescarpa excavada en la roca. Desde su parte superior hay una excelente panorámica de la zona histórica del puerto de Maó.

 

 

3 – Castillo de Sant Felip. El más antiguo de los tres, pues data de mediados del siglo XVI, y está ubicado en la localidad de Es Castell –también en la orilla sur– que toma precisamente su nombre de este fortín. Constaba de cuatro baluartes unidos por cuatro cortinas, rodeados por un estrecho y profundo foso excavado en la piedra. Su superficie es la más castigada pero el gran atractivo está bajo tierra, con diversos niveles de galerías realizadas por españoles e ingleses en sus distintas ocupaciones. En esas galerías vivieron nada más y nada menos que tres mil ingleses –entre soldados y civiles– durante seis meses, hasta que fue conquistado por los españoles en 1782.

 

                             Más información en:  www.menorca.es, www.fortalesalamola.com y www.museomilitarmenorca.com

 

Castrum visigótico, la joya arqueológica menos conocida de Roses

Ubicado en la cima del Puig Rom, a unos 230 metros sobre el nivel del mar, era un poblado fortificado erigido en el siglo VII d.C.

 

Roses da la bienvenida al visitante con su espectacular Ciudadela y lo despide con el Castillo de la Trinitat. Pero un poco más arriba, sobre una loma que la protege, reposan los restos de un asentamiento visigótico integrado por dos torres cuadrangulares y una muralla con dos muros, de gran valor arqueológico y declarado en 1963 Bien Cultural de Interés Nacional. Subir hasta él es emprender un viaje en el tiempo de 14 siglos; y una vez allí, disfrutar del regalo visual de la mejor vista panorámica de Roses y su majestuosa bahía.

 

 

     Roses atrapa por el potente imán de sus playas y calas pero, una vez en ella, seduce por su patrimonio cultural. Un patrimonio arqueológico y arquitectónico muy diverso, fiel reflejo de su historia, marcada por una situación geográfica estratégica dentro de la España mediterránea. Por ello la hicieron suya griegos, romanos… ¡y visigodos! El legado de estos es un Castrum o poblado amurallado gestado en el siglo VII d.C desde el que los visigodos apoyaban al ya decadente imperio romano de la invasión de los alanos.

 

Descubierta hace algo más de siete décadas, en 1946, esta fortificación tenía una superficie de 0,9 hectáreas y 125 metros de anchura máxima de norte a sur, y 110 metros de este a oeste. En su origen, constaba de dos torres cuadrangulares ubicadas a los lados de la única puerta de acceso y estaba protegida por una muralla muy singular. Con un grosor de 2 metros, estaba construida por una doble pared: dos muros con un relleno interno de tierra y piedras. Y tiene una altura máxima de 3 o 4 metros en los sectores este y sur, los mejor conservados de todo el conjunto. En su interior, los arqueólogos hallaron monedas visigodas y romanas, diversos herramientas de hierro con fines agrícolas, cinturones visigodos, ornamentos bizantinos y diversa cerámica.

 

 

     El perímetro del Castrum tiene una forma ovalada y el terreno muestra la existencia de calles y casas de planta cuadrangular adosadas a la muralla. La ausencia de restos de armas induce a pensar que no se trataba de un asentamiento militar sino de un poblado civil habitado por labradores, artesanos y pescadores.

 

Llegar hasta esta joya arqueológica rosense es fácil, siguiendo una amplia pista que transcurre entre viñas y olivos enmarcados por paredes bajas de piedra seca y, posteriormente, admirando un paisaje típico mediterráneo de pinos y alcornoques hasta llegar a la cima del Puig Rom. Y una vez allí, tras cruzar todo el Castrum visigótico, la guinda final: la espectacular vista panorámica de Roses y su majestuosa bahía, que forma parte del selecto club de las más bellas del mundo.

 

                   Más información en: http://es.visit.roses.cat/

ME QUIERO IR A VIVIR A UN PUEBLO… ¿Y AHORA QUÉ? A{2h}de TE DA LAS CLAVES

La vuelta al pueblo es tendencia, está de moda. Por necesidad o porque nos apetece un cambio de vida. Los motivos van desde la búsqueda de espacios seguros para escapar de la pandemia o para disfrutar de la tranquilidad y estar más en contacto con la naturaleza; también puede provocarlo un ajuste del presupuesto derivado de la incertidumbre laboral o un replanteamiento vital hacia un modelo menos estresante.  La decisión es personal y cada uno debe sopesar sus motivaciones, lo que es cierto es que hay una serie de cuestiones a tener en cuenta que son comunes a la hora de elegir (y acertar) que están relacionadas con 5 aspectos fundamentales: vivienda, (tele)trabajo, conectividad, economía y servicios ¿Qué tengo que tener en cuenta para tomar la decisión? ¿Por dónde empiezo? ¡A{2h}de te da las claves!

 

¿De verdad me puedo ir a vivir a un pueblo sin renuncias? ¿Hay futuro para mí y mi familia en el pueblo? ¿El retorno a la vida rural es algo pasajero o el nuevo modelo de vida plena sostenible? Estas son algunas de las cuestiones que se plantean los que quieren dejar la ciudad e irse a vivir al pueblo.

La marca de desarrollo rural y turismo responsable de proximidad A{2h}de, leído “a dos horas de”, está viviendo en primera persona la experiencia para dar respuesta a estas cuestiones a través de su Director Ejecutivo y fundador, Pedro Aizpun Alonso se ha trasladado a vivir y trabajar a la localidad de Covarrubias (Burgos) desde donde ha puesto en marcha el proyecto “A{2h}de se va al pueblo” para ir relatando sus vivencias y recopilando información de primera mano que ofrezca respuestas sobre que tener en cuenta para dar el paso y cambiar el estilo de vida urbano por uno más rural.

A la hora de elegir pueblo, sobre todo si no tenemos uno “heredado” ya de familia, la primera pregunta trascendental que nos surge es: ¿dónde me voy a vivir?, para Pedro Aizpun Alonso la decisión se basó en el criterio “a dos horas de”, por temas personales y profesionales quería seguir bien conectado con Madrid y además tener cerca una capital de provincia para asegurar nivel de servicios… Covarrubias cumple con ambos requisitos de ubicación con Burgos a 40 km y Madrid a 230 por la autovía A1.

Posiblemente aparezcan varias zonas o localidades y será necesario profundizar en el análisis, es obvio que vamos a necesitar una vivienda, la casa debe adecuarse a nuestras necesidades y presupuesto, lo habitual es que existan oportunidades de alquiler o compra, a este respecto los ayuntamientos están tomando la iniciativa y generando bolsas de vivienda, y también de locales para negocios, facilitando la labor al potencial nuevo vecino, algo muy importante de cara a atraer gente y talento.

¿Y a la hora de trabajar?

Lo habitual hasta hace poco era mudarse a la ciudad en busca de una oportunidad laboral, pero ahora el éxodo se está invirtiendo… si me voy a un pueblo, ¿a qué tipo de trabajo podría optar? además de lo relacionado con actividades agrícolas o ganaderas, hay empleos que tienen mucha conexión con el mundo rural en caso de que quieras crear tu propio negocio. Por un lado, todo lo relacionado con el turismo: casas rurales, actividades y deportes al aire libre, ocio y cultura etc. Se trata de un sector que ha animado a muchos emprendedores a abrir negocios de este tipo aprovechando pueblos con encanto y sus recursos. Pero es que cada vez hay mayor demanda de oficios (albañil, fontanero, carpintero…) y trabajos relacionados con servicios de primera necesidad (sanidad, educación, alimentación…).

Desde las instituciones se está promocionando el emprendimiento con reducción de tasas y trámites burocráticos a nivel municipal y con financiación a proyectos por parte de los Grupos de Acción Local que gestionan fondos europeos y suelen organizarse a nivel comarcal, conoce a cuál pertenece tu nuevo lugar de residencia e infórmate.

Otra opción que ha surgido para quedarse y que favorece claramente el salto a la vida rural es el teletrabajo, una fórmula a la que cada día se suman más empresas y profesionales, especialmente tras lo vivido durante el confinamiento. Si tu actual trabajo te permite realizarlo desde cualquier sitio, ¿por qué no iba a ser ese sitio un pueblo? Y aquí surge otra de las claves, si antes hemos hablado de conexiones a núcleos urbanos ahora toca hablar de conectividad tecnológica: wifi funcional y asequible en forma de wimax, fibra, 5G… es prioritario para aquellos que llevan el negocio “a cuestas” y para nómadas digitales. Si vas a teletrabajar necesitas estar conectado y con cobertura.

¿Te preocupa el bolsillo?

Vivir en un pueblo es significativamente más barato que hacerlo en una ciudad. Aunque el coste del teléfono o de la electricidad sean los mismos, hay una serie de gastos que desaparecen o se reducen notablemente, por ejemplo, los gastos de transporte, de ocio, las tasas si te empadronas, la cesta de la compra si plantas tu huerto eco… tu cuenta corriente lo notará para bien y en cualquier caso el ratio calidad de vida/coste siempre va a ser más ventajoso que en la ciudad… además pasan muchas cosas buenas en un pueblo que no se pueden medir en dinero.

¿Y qué ocurre con el nivel de servicios?

Especialmente importante para familias o personas de edad más avanzada el contar con acceso a servicios básicos cerca es una prioridad. Disponer de atención sanitaria (centro de salud o médico rural); tener resuelto lo referido a la educación de los más pequeños (guarderías, colegios, institutos); bancos, farmacias, estancos… sin olvidar la parte de alimentación y hostelería, permiten disfrutar de una cómoda vida “de barrio” en el pueblo y si además hay escuela de música y dan clases de ukelele como en Covarrubias, ¿qué más se puede pedir?

A{2h}de Una solución para la España rural a través del TURISMO RESPONSABLE

España se está enfrentando a una infinidad de nuevos retos, y muchos de ellos tienen como denominador común el mundo rural. Durante los últimos años hemos visto que algunas zonas han ido perdiendo población de forma paulatina, los servicios se han ido resintiendo y parecen no tener un futuro. Pero gracias a iniciativas corresponsables como la que propone A{2h}de, este paradigma puede ser frenado y revertido.

La marca de turismo responsable en proximidad promueve que estos #paraisoscercanos sirvan de destino como herramienta clave en el desarrollo rural. A{2h}de trabaja en cuatro pilares fundamentales que ponen en valor y que se adaptan a medida de cada territorio:

  • La generación de contenidos con una mirada diferente que capte y defina la esencia del destino y que atraiga al viajero.
  • El diseño, creación y comercialización de miniviajes, escapadas de 1 a 3 días que permitan al viajero conocer e interactuar con el destino de primera mano.
  • La promoción del destino y de los miniviajes, campañas en medios y rrss que den visibilidad al destino y fomente las visitas a través de los miniviajes.
  • Planes de acción y desarrollo de destino para mantener la visibilidad, conseguir posicionamiento y consolidar una oferta competitiva.

A{2h}de cubre las expectativas del turista que busca disfrutar del entorno, el patrimonio y las costumbres locales de una manera diferente, al mismo tiempo que representa un importante soporte a los planes establecidos por las instituciones públicas.

Castelló tienta al paladar con sus X Jornadas del ‘Arroz a banda’

Desde el pasado 6 de noviembre y hasta el 6 de diciembre, 12 restaurantes del distrito marítimo del Grau proponen menús basados en este plato tradicional

 

Hay infinidad de arroces –de mar y montaña, de marisco, negro, de verduras… ¡Y luego está el ‘Arroz a banda’, que viene a ser un ‘dos x uno’! Un guiso marinero típico de la cocina levantina que Castelló pone en valor con unas Jornadas Gastronómicas que llegan a su 10ª edición. Una docena de restaurantes proponen sus propias versiones de este ‘plato doble’, con menús entre 25 y 35 €, bebida aparte. Una sabrosa excusa para una escapada culinaria a la capital de la Plana.

 

 

     Qué poco podían imaginar los pescadores castellonenses de antaño que ese sencillo guiso marinero con el que se alimentaban en plena faena se acabaría convirtiendo en un selecto manjar, uno los más singulares de la variada gastronomía del levante mediterráneo. La receta era bien simple: con los pescados menos cotizados en lonja y patatas elaboraban un guiso. Cuando estaba listo, se retiraba el pescado y las patatas –en una bandeja– y con el caldo se cocinaba el arroz. Ambos platos se servían por separado; habían creado …¡El arroz a banda!

 

Castelló puso en valor este ‘plato doble’, delicioso y contundente, gestando hace una década las Jornadas del ‘Arroz a banda’. En la edición de este año, una docena de los más importantes restaurantes del Grau, el distrito marítimo, se han unido proponiendo menús entre 25 y 35 euros (IVA incluido y bebida aparte) en los que el plato principal es su particular versión del ‘Arroz a banda’, variando los pescados utilizados para elaborar el guiso, enriquecido con especies más selectas que la morralla de otros tiempos, como el mero, la raya, el pulpo o el rape. Eso sí, siempre aderezado con el toque de una salsa potente y sabrosa: el alioli.

 

 

Las jornadas dieron comienzo el pasado 6 de noviembre y durarán justo un mes, hasta el 6 de diciembre. Estos son los 12 restaurantes participantes: Casa Santiago, La Trocha, Nou Escull, Casa Lola, La Ola, Brisamar, Casa Juanito, La Tasca del Puerto, La Ballena, Mediterráneo, Ri&Co Bistro y Hotel del Golf Playa. Todos ellos garantizan las normas de seguridad e higiene marcadas por la Consellería de Sanidad de la Comunidad Valenciana para evitar la propagación del coronavirus.

 

                Planifica tu escapada: https://www.castellonturismo.com

 

Juan Molas, presidente de la Mesa del Turismo: «Ha faltado capacidad de negociación e influencia política en Bruselas»

 

Entrevistado hoy viernes en ‘MIRADAS VIAJERAS TV’ (Negocios TV, Canal 125 de Movistar +)

 

A los 22 años ya era director de hotel, lleva más de 45 en el sector turístico y, como presidente de la Mesa del Turismo en España, es una voz más que autorizada para analizar desde otra perspectiva, la empresarial, cuál es la situación del Sector en plena pandemia. En un hotel de referencia, el Meliá Castilla de Madrid, Juan Molas ha sido protagonista esta mañana en ‘Miradas Viajeras TV’, respondiendo a las preguntas de Fernando Valmaseda. Se ha mostrado muy crítico con el Gobierno español, reclama un Ministerio único para el Turismo y alza la voz para defender: “No somos un contrapoder sino que pretendemos que se nos escuche”.

 

 

Creada en 1986, la Mesa del Turismo es la Asociación de profesionales y empresarios más antigua de España, que reúne en torno a 70 altos representantes de empresas turísticas, con 17 sectores y todos los subsectores representados. Y su principal misión en esta crisis –según su presidente– es “trasladar a los medios de comunicación y presionar a las instituciones públicas que es necesario crear conceptos claros de función del turismo”. Juan Molas defiende la actitud de crítica constructiva de su Asociación: Hay que tener criterio, voluntad e inteligencia para unificar criterios no dividir, que es lo que más les gusta a los políticos: el divide y vencerás”.

 

La Mesa del Turismo cifra en 135.000 millones de euros las pérdidas del sector, además del coste social que representa. Y su presidente tiene claro que “por parte del Gobierno español ha faltado una actuación a alto nivel diplomático. Teníamos que haber ido a Bruselas a explicar todos los protocolos y medidas que estábamos adoptando a nivel interno. Porque el sector privado ha hecho los deberes, cumpliendo todos los requisitos aprobados por Sanidad”. Y le duele porque “tenemos encuestas en las que millones de europeos están dispuestos a viajar, incluso con todas las prevenciones, a los destinos que están cumpliendo estos protocolos; y nosotros los estamos cumpliendo. Pero ha faltado capacidad de negociación e influencia política para poner sobre la mesa determinadas necesidades que España tenía”.

 

Cuatro son las principales medidas que se reclaman desde la Mesa del Turismo para ayudar al Sector a salir de esta crisis. “Los ERTE parecen una novela por entregas y esto crea inseguridad en el empresario. Creemos que deben llegar, como mínimo, hasta el 30 de junio de 2021. Los ICOS, que vencen en marzo, abril o mayo próximos, deben ser mínimo de dos años, tanto en intereses como en amortización. El IVA reducido al 7% en todo el sector turístico porque mejora la competitividad al suponer un menor coste para el cliente. Y también pedimos una reducción de impuestos de no actividad, en los IBIS que dependen de los municipios”.

 

Para Manuel Molas estas no son unas exigencias desmesuradas “si tenemos en cuenta lo mucho que el turismo ha aportado durante años, incluso en la peor crisis, en la que supimos aguantar con solo un 0,8 % en disminución de empleo”. Y argumenta: Hay un gran desconocimiento del soporte que el turismo ha dado en algunas zonas de España. Qué sería de la ‘España vaciada’ si no pensamos que el turismo puede ser la única actividad que puede desarrollarla social y económicamente”.

 

Molas desvela en ‘Miradas Viajeras’ que van a lanzar en marzo o abril, en Málaga, una gran jornada denominada ‘Spain much more’ “porque España es mucho más en todo: primer país competitivo del mundo, nombrado por el World Economic Forum; tenemos las mejores comunicaciones de Europa, una sanidad pública envidiada por muchos países europeos de altísimo nivel… Pero todo esto hay que ponerlo en valor y comunicarlo. Hemos de saber comunicar, con campañas concretas y reales; comunicar el cambio absoluto de un producto turístico”.

 

El presidente de la Mesa del Turismo también reclama un Ministerio único de Turismo “al más alto nivel, que tenga fuerza, capacidad e influencia y configure un grupo de colaboradores con conocimiento suficiente del Sector. Un Ministerio que debería estar en el núcleo duro del Gobierno, donde se deciden las grandes estrategias, y que tenga la voluntad de escuchar al sector privado. Entre todos, sector público y privado, hemos de encontrar el modelo de turismo que queremos”.

 

En cuanto a los nuevos retos a los que nos vamos a enfrentar, Manuel Molas considera que “el cliente va a cambiar; a decidir los viajes en muy corto tiempo”. Y va a ser vital la aplicación de las nuevas tecnologías y “que España esté digitalizada al 100% porque todo va a ser a través de ellas”. También aboga por un cambio de modelo: Queremos más visitantes… pero mejor repartidos; no concentrados en 90 días que es lo que sucede con el 70 u 80% de los casi 84 millones que nos visitaron en 2019. Y para ello hay que saber comunicar todos los atractivos que tenemos fuera de temporada alta, de ahí la importancia de aumentar el abanico de productos turísticos”.

 

Asimismo, se muestra crítico señalar que hay sectores que deben hacer una reconversión; no cerrar en octubre y que quede todo desértico. Si queremos mantener el liderazgo turístico internacional y repartir la llegada de turistas a lo largo de todo el año hay que hacer un esfuerzo por mantener una serie de negocios que son alternativas a la atracción propia de las zonas donde se hallan”. Y se despide con un mensaje de ánimo y optimismo: “Hemos sido el sector más importante en el cambio económico y social de España en el último medio siglo y lo seguiremos siendo, liderando la transformación de España en un país moderno, más solidario y con fortaleza para transmitir al mundo nuestra capacidad de atracción”.