El 5 de junio de 1974, el Mesón Cuevas del Vino, que ya llevaba una década en marcha, recibió una visita muy especial y recordada con cariño a día de hoy. Nada más y nada menos que dos de los supervivientes de la tristemente recordada como la tragedia de los Andes. La frase, “vale la pena cruzar Los Andes a pie para llegar a Chinchón y al Mesón”, se puede admirar hoy en día en una de las tinajas del comedor de ’La Bodega’. Una visita imposible de olvidar y que es recordada con sumo cariño por la familia de Narciso García Ortego.
A lo largo de los 60 años de historia del Restaurante – Museo, centenares de personalidades de diferentes ámbitos han disfrutado de la riquísima gastronomía que ofrece su cocina. También han recorrido y se han maravillado con sus comedores, así como sus impresionantes cuevas subterráneas, las más grandes del sur de Madrid. De entre todas ellas, hay una visita que a día de hoy aún conmueve a la gran familia del Mesón Cuevas del Vino, por su gran valor emocional y su significado.
Se trata de Nando Parrado y de Roberto Canessa. Para algunos, estos nombres pasarán inadvertidos en un primer momento, pero, ¿quién no ha oído hablar de la desgarradora historia de la tragedia de Los Andes? Dicho suceso, narrado en 1993 con la película ‘¡Viven!’, y más recientemente con ‘La sociedad de la Nieve’ ha dejado una huella muy profunda en más de un espectador.
Parrado y Canessa pudieron disfrutar de una agradable velada en el Mesón Cuevas del Vino. Ambos quedaron maravillados con un restaurante y museo catalogado de Interés Turístico, situado en una edificación de casi tres siglos y protegida por el Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid. Que después de la dolorosa experiencia sufrida y de las penurias que tuvieron que pasar, dijeran que mereció la pena con tal de llegar a Chinchón y al Mesón, conmueve y estremece el corazón a cualquiera.
Más información: https://cuevasdelvino.com/