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¡Al agua, Cáceres! Seis refrescantes planes acuáticos de interior

 

¿Turismo de interior… con chapuzones? Pues, sí,… ¡Por qué no! Cáceres, reconocida tierra de descubridores, con un gran legado patrimonial y natural–dos Reservas de la Biosfera y un Geoparque Mundial– es también un ‘paraíso de agua dulce’. Numerosas piscinas naturales y gargantas, embalses y un gran río –el Tajo–, con sus afluentes, convierten a esta provincia extremeña en un destino veraniego de primer nivel donde practicar turismo fluvial, turismo activo acuático, turismo termal… o simplemente disfrutar relajadamente del sol y los baños sin masificaciones. ¡Al agua, Cáceres!

 

 

1 – Chapuzones y pesca en piscinas naturales (Valle de Ambroz)

     Esta comarca, al norte de la provincia, ofrece piscinas naturales para todos los gustos a lo largo del río Ambroz, alimentado por sus gargantas; como la Ancha (Casas del Monte), ubicada en la zona más alta del pueblo, con área infantil. Aunque la mayor del valle es la de Abadía, que dispone también de merendero y zona de aparcamiento. Segura de Toro ofrece dos piscinas naturales sobre la garganta Grande, con servicios de ocio. Y en la localidad de Gargantilla hay una piscina con aguas cristalinas procedentes de la sierra. Los amantes de la pesca (sin muerte de trucha, con mosca artificial) tienen varios arroyos por todo el valle, y en el embalse de Baños de Montemayor puede practicarse la pesca de carpa.

 

 

2– Entre pozas… y la ‘Garganta de los Infiernos’ (Valle del Jerte)

         El Jerte es mucho más que el ‘valle de las cerezas’. Al margen de su gran seña de identidad (gastronómica y paisajística), también cautiva por sus pozas. La comarca cuenta con numerosas zonas de baño y hay reconocidos hasta once ‘caminos del agua’, paseos a cascadas, fuentes y arroyos. Pero llama especialmente la atención su ‘Garganta de los Infiernos’, única Reserva Natural de Extremadura. Casi 7.000 hectáreas (entre los 600 y 2.000 m), con ocho rutas de dificultad diversa, algunas de las cuáles llevan a los famosos Pilones, pozas abiertas (marmitas) por la erosión de las aguas de la garganta durante miles de años.

 

3 – Un relajante paseo fluvial navegando por el Tajo

    Atesorar una Reserva de la Biosfera como Tajo Internacional –con el río más largo de la península ibérica, 1.092 metros, cruzando de este a oeste la zona norte de la provincia– permite a Cáceres ofrecer una experiencia de turismo fluvial única. Una manera diferente de admirar esta Reserva de la Biosfera desde otra perspectiva. Hay diversas empresas que realizan travesías desde cuatro embarcaderos ubicados en Alcántara, Cedillo, Ceclavín y Serradilla. Alguna de estas travesías incluso son transfronterizas, por la vecina Portugal y visitando aldeas históricas.

 

4 – Barranquismo en gargantas naturales (La Vera)

     Si os van las emociones fuertes, esta comarca ofrece seis gargantas especialmente aptas para la práctica de este deporte, con el premio final de un relajante chapuzón en sus aguas dulces. Chorrea de la Mora (Aldeanueva) y garganta de la Hoz (Madrigal) son las que tienen un recorrido más largo, de unas seis horas. Pero hay otros barrancos de menos dificultad como La Desesperá (Arroyomolinos), El Gargantón y Vadillo (Losar) y la garganta Mayor (en Garganta la Olla). Esta actividad puede realizarse por cuenta propia… pero para principiantes se recomienda practicarlo con el apoyo de alguna de las empresas que los organizan. La Vera dispone también de numerosas zonas de baño autorizadas en las gargantas de Alardos, Jaranda, Minchones, Río Moro, Vadillo y, muy especialmente, Cuartos (Losar de La Vera), cada una de ellas con diferentes pozas y piscinas naturales.

 

5 – Esquí acuático en el embalse de Alcántara (Tajo Salor-Alcántara)

    Este embalse ofrece la posibilidad de practicar esquí acuático en todas sus modalidades. Su club náutico dispone de cursos sobre este deporte y también de navegación a vela ligera. Las excelentes condiciones meteorológicas de la zona y disponer de una buena masa de agua durante todo el año favorecen la práctica de todo tipo de actividades acuáticas y náuticas. Otras alternativas acuáticas son el piragüismo y kayak… o dar un paseo en barco turístico. Los amantes de la pesca podrán disfrutar, desde una embarcación o desde la orilla, pescando carpas, barbos, siluros… Un pez muy especial es la Tenca, que se cría en las numerosas charcas de la zona y es protagonista de un evento gastronómico: la ‘Fiesta de la Tenca’ que se celebra el último fin de semana de agosto y es Fiesta de Interés Turístico de Extremadura.

 

6 – El reconfortante (y terapéutico) placer del agua termal

     El agua, en Cáceres, también puede disfrutarse de forma relajante vinculada al termalismo. Y después de intensas jornadas practicando deportes acuáticos, nada mejor que mimar el cuerpo y relajar la mente en alguno de los balnearios que ofrece la provincia. En la comarca del Valle de Ambroz, el balneario Baños de Montemayor atesora unas termas romanas que son la combinación perfecta entre historia y modernidad; y el balneario El Salugral (Hervás) es un resort termal con tratamientos de belleza, masajes y fisioterapia. Otra interesante opción es el balneario Valle del Jerte (Valdastillas), con su patio de aguas, rituales de belleza y relajación, o tratamientos dermatológicos y afecciones respiratorias.

 

Más información: www.turismocaceres.org

 

Marta:
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