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Formentera: San Valentín en el paraíso

 

Para celebrar el Día de los Enamorados… ¿qué mejor que una escapada al paraíso? Levitando sobre el Mediterráneo y rodeada de playas de cristalinas aguas, Formentera es el lugar perfecto para seguir avivando la llama del amor y perderse junto a la persona amada dedicándole todo el tiempo deseado pero que la vida cotidiana nos resta a diario. Es coger la bici y brujulear por un laberinto de Rutas Verdes de salvaje belleza. Es compartir con tranquilidad una deliciosa comida o cena con productos de proximidad. Es sentarse juntos para ver cómo el sol se acuna dulcemente en el Mare Nostrum dejando el cielo teñido de su mágica estela rojiza en las románticas puestas de sol de Cala Saona o Cap de Barbaria. Es mirarse a los ojos y susurrarle a la pareja: Te quiero

 

 

Pequeña en tamaño –apenas 83,2 km2– pero grande, infinita en emociones, Formentera sigue manteniendo intactas sus señas de identidad: esa salvaje belleza que la ha convertido en ‘el último paraíso del Mediterráneo’. El lugar donde desconectar del mundo… para conectar con la persona amada. Y a dos semanas vista de San Valentín, el lugar idílico para sorprender a la pareja con una escapada de enamorados… o regalarle una ilusión para el próximo verano.

Lejos de la vorágine estival, pero con una temperatura templada que hace agradable la estancia, Formentera permite disfrutar de sus playas de una manera distinta a la veraniega: sin chapuzones ni baños de sol… pero paseando con los pies descalzos por la arena de Ses Illetes o Llevant, de Es Pujols o sa Roqueta, de Ses Platjetes o de la casi infinita Migjorn… Inhalando la más pura esencia Mediterránea y perdiendo la vista en el horizonte marino. Pero también hacer senderismo o coger un par de bicicletas para recorrer los entrelazados caminos de sus 32 Rutas Verdes perfectamente señalizadas; o pasear escuchando el celestial canto de los pajaros por el Camí des Brolls, su Ruta Birding que rodea el perímetro del Estany Pudent.

 

 

Para cualquier pareja de enamorados, Formentera es sentarse a la mesa para descubrir una cultura culinaria amparada en productos de la tierra que –transmitida de generación en generación– ofrece autenticas tentaciones para el paladar, como la Ensalada payesa, el Frit de polp o los Calamars a la bruta, maridadas con los vinos de sus dos bodegas: Terramoll y Cap de Barbaria. Y al caer la tarde, nada mejor que un baño de romanticismo en Cala Saona o sobre los acantilados de Cap de Barbaria, con su majestuoso faro, para poner la guinda crepuscular a una inolvidable escapada de enamorados. San Valentín… ¡en Formentera!

 

Más información en: https://www.formentera.es

 

Tres parques naturales para respirar 2022 en Roses

 

Entre tres paraísos verdes y un mar. ¿Se puede estar mejor arropado que Roses por un entorno natural? Al norte, el Parque Natural de Cap de Creus, primer lugar de la España peninsular por donde ver cada día amanecer. Al sur, los Aiguamolls de l’Empordà, segundo humedal más importante de Catalunya. Al oeste, el paraje natural de l’Albera. Y al este… ¡el Mediterráneo!, por donde entraron a España las grandes civilizaciones de la antigüedad, como la griega o la romana. Y es que Roses, haciendo honor a su nombre de aromática flor, es naturaleza en estado puro.

 

     Está considerada como un referente del ‘sol y playa’ en la Costa Brava. Y presume de ello con orgullo. Pero Roses es más, muchó más. Agazapada en una majestuosa bahía –integrada en la selecta Asociación de Bahías más Bellas del Mundo, como la de San Francisco– Roses es también el destino soñado por todo amante de naturaleza, para perderse por ella, oxigenar el cuerpo y despejar la mente en espacios abiertos y seguros. El lugar donde empezar a respirar la esencia del recién estrenado 2022 por los tres parques naturales que le dan cobijo terrestre. Estas son las características de cada uno de ellos.

 

1– Parque Natural de Cap de Creus

     Al norte de Roses, que es la puerta de entrada a este parque creado en 1998; tan singular que fusiona montaña y mar en sus 13.844 hectáreas… y cuyo faro fue inmortalizado por el cine. Fue hace medio siglo, en un filme de piratas –‘La luz del fin del mundo’, inspirado en una novela de Julio Verne– que llevó hasta allí a mitos de Hollywood como Yul Brynner y Kirk Douglas. La parte terrestre está divida en tres parajes. El primero va del cabo Norfeu a Cala Jóncols pasando por la emblemática cala Montjoi, antiguo hogar de El Bulli de Ferran Adrià. Más al norte se halla el propio paraje del cabo de Creus, abrupto promontorio a 672 metros de altitud, con una gran terraza-mirador. Esta parte incluye las islas de la Maça Major y s’Encalladora. Y en el interior, el tercer paraje, la Sierra de Rodes, con una joya del románico catalán: el monasterio de Sant Pere de Rodes. Un conjunto monumental del siglo IX al XI integrado por una iglesia, una torre-campanario y otra de defensa.

La reserva marítima oscila entre 0,2 y 1,3 millas mar adentro, destacando los espacios cercanos a los dos cabos –Creus y Norfeu–, los farallones –rocas altas y escarpadas que sobresalen del mar–, y la zona norte de la isla de s’Encalladora, de una gran riqueza subacuática visible practicando submarinismo. Un fascinante litoral que puede admirarse desde el mar con excursiones en catamarán o velero que parten desde Roses o en una pequeña barca tradicional desde Port Lligat, cala que acoge casa-museo de Salvador Dalí. https://parcsnaturals.gencat.cat/ca/xarxa-de-parcs/cap-creus/inici/

 

2– Parque Natural de los Aiguamolls de l’Empordà

     En la parte central de la bahía. Consta de 4.722 hectáreas, fue creado en 1983 y es el segundo humedal más importante de Cataluña después del Delta del Ebro. Refugio de más de 300 especies de aves –cigüeñas, patos, flamencos, perdices, cuervos, gaviotas, cucos…–, que se pueden admirar desde diversos miradores, Aiguamolls de l’Empordà está ubicado entre las desembocaduras de los ríos Muga y Fluvià y aglutina una gran variedad de ecosistemas bien diferenciados.

El parque está dividido en tres zonas: la reserva de los estanys (estanques), con grandes extensiones de carrizales, balcas y prados inundables; la reserva de las lagunas, litorales, prados salobres y dunas; y la reserva de la isla de Caramany, en medio del río Fluvià, donde nidifican gran cantidad de aves. Este parque es ideal para una escapada familiar y puede visitarse a través de 9 rutas o itinerarios en las que admirar sus principales puntos de interés, como los observatorios del Matà, Senillosa, Closa del Puig, El Gall Marí, El Bruel o Les Arpelles, además del estanque de El Matà o la playa de Les Llaunes. https://aiguamollsdelemporda.cat/

 

 

3– Paraje Natural de Interés Nacional de l’Albera

     Al oeste de Roses, abarca 4.207 hectáras y fue creado en 1986. Este parque está estructurado en dos partes. La occidental (Requesens-Baussitges) tiene una importante superficie arbolada y gran diversidad de vegetación de montaña media. Aquí pueden admirarse especies de flora propias de ambientes húmedos como el acebo, el tejo y numerosas orquídeas. La otra zona (Sant Quirze de Colera-Balmeta) es más seca y baja, con claro predominio de la vegetación de arbustos –el llamado matorral mediterráneo– como la aliga negra o las estepas. En cuanto a fauna, cabe destacar una especie emblemática: la tortuga mediterrénea, ya que está solo aquí, junto con el cabo de Creus y el Garraf.

Quienes visiten l’Albera podrán descubrir lugares de gran interés ecológico como el bosque de la Maçana (en la zona francesa del Rosellón); los estanques de la Jonquera, zona de pequeñas lagunas en el extremo meridional de la Jonquera; o el Centro de Interpretación de las Tortugas, al lado de la ermita de la Mare de Déu del Camp (Garriguella), creado para la reproducción y conservación de la tortuga mediterránea. Y también importante patrimonio histórico, como sus monumentos megalíticos (110 dólmenes, 19 menhires, 7 cistas y un poblado neolítico), el antiguo monasterio benedictino de Sant Quirze de Colera (siglo X) o restos de castillos de los siglos XIV-XV, como los de Rocabertí, Requesens o Canadal. https://parcsnaturals.gencat.cat/ca/xarxa-de-parcs/albera/inici/

Más Información: http://ca.visit.roses.cat

 

6 pueblos con encanto para perderse estas Navidades en León

 

Hay otra manera de vivir las Navidades distinta a la tradicional: la de quienes prefieren dejar de lado el atrezzo típico de las Pascuas –mercadillos, luces, villancicos, belenes…– y optan por aprovechar estos días festivos de otra forma; más tranquila, menos masificada… Y la provincia de León es el destino perfecto para ello. Dotada de un cautivador encanto rural, pueblos como Peñalba de Santiago, Castrillo de los Polvazares, Balboa, Molinaseca, Riaño o Colinas del Campo de Martín Moro Toledano son ideales para una escapada navideña en la que perderse… para reencontrarse con uno mismo –en pareja, en familia o con amigos–, descansar, relajar la mente, respirar aire puro… y cargar las pilas emocionales para afrontar 2022 con ganas y renovadas ilusiones. Vamos a descubrir cada uno de estos 6 pueblos leoneses con encanto.

  

1– Peñalba de Santiago. Ubicado cerca de Ponferrada, en la comarca de El Bierzo y a 1.100 metros de altitud, entre los Montes Aquilanos. Destila ese aire rural con sus casas de piedra, madera y teja, y sus callejuelas empedradas por las que pasear recreándonos en los pequeños detalles que cobijan puertas y ventanas. Es digna de admirar su iglesia de Santiago, una joya del arte mozárabe del siglo X. Desde el pueblo pueden realizarse excursiones al Valle del Silencio o a la Tebaida berciana y visitar la Cueva San Genadio o el molino. Está integrado en la Asociación de ‘Pueblos Más Bonitos de España’ y, además, fue declarado Bien de Interés Cultural por su Conjunto Etnológico.

 

2– Castrillo de los Polvazares. Cerca de Astorga, en la comarca de La Maragatería. Lugar de peregrinaje en el Camino de Santiago por su parte leonesa, cautiva al visitante por su casas de piedra rojiza y tejas de cerámica, algunas de ellas luciendo escudos nobiliarios. A destacar su iglesia de San Juan Bautista y dos puentes sobre el río Jerga: el viejo y el nuevo. También cuenta con varios mesones en los que saborear el delicioso y potente cocido maragato. Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1980, forma parte –asimismo– del Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 2015.

 

     3– Balboa. Perteneciente también a la comarca de El Bierzo, cuenta entre su patrimonio con los restos de un castillo del siglo XIV (su torre del homenaje y parte de sus muros), la iglesia románica de Santa Marina (siglos XIII-XVI) y sus pallozas, construcciones tradicionales de planta circular u ovalada, paredes bajas de piedra y tejado cónico de paja. Y un lugar muy curioso: la Casa de las Gentes que –además de un museo con preciosas tallas de madera– acoge la Oficina de Turismo y es un foro reivindicativo de la cultura rural. Y para relajarnos y meditar, nada mejor que un paseo por su castañar.

 

4– Molinaseca. Otro precioso pueblo de El Bierzo integrado en el Camino de Santiago. Llama la atención del viajero, en primer lugar, por su puente romano de los Peregrinos, sobre el río Meruelo, y sus fotogénicos reflejos en el agua. Antes de penetrar en el casco histórico es digno de admirar el Santuario de Nuestra Señora de las Angustias (siglo XVII), de estilo barroco, erigido sobre una antigua ermita del siglo IX que servía de albergue a los peregrinos. La principal vía del pueblo es la Calle Real, plagada de restaurantes y tiendas. Cabe resaltar las ‘callejas’, pequeños espacios entre las casas a modo de cortafuegos y –según cuentan– origen del apellido Calleja. Paseando por Molinaseca también son de admirar la Plaza García Rey, con su fuente de piedra en el centro, y la plaza de Santo Cristo, con un crucero, un Monumento al Peregrino y un curioso monolito conocido como Buda de Molinaseca.

 

     5– Riaño. El pueblo más ‘joven’ de la provincia de León… ya que el antiguo fue sepultado por las aguas al construirse el embalse del mismo nombre. Pertenece a la Montaña de la Cantábrica Leonesa, antesala de los Picos de Europa. Su actual iglesia parroquial, Santa Águeda –con valiosas tallas religiosas– era la antigua de San Martín de Pedrosa del Rey (siglo XVI), trasladada piedra a piedra a Riaño. El pueblo también alberga un interesante Museo Etnográfico, un Monumento al Silencio y un típico hórreo leonés. A sus afueras cuenta con diversos miradores –Las Hazas, Valcayo…– y una senda peatonal de 1 km llamada Paseo del Recuerdo. Acoge el llamado ‘banco más bonito de León’ –desde el que admirar relajadamente el embalse– y bordea el pantano hasta el embarcadero, punto de partida de románticos cruceros por el mismo, con las montañas reflejadas sobre sus aguas como en un mágico espejo. Otra joya patrimonial de Riaño es la Ermita de Quintanilla, junto a las aguas del embalse y rodeada de montañas.

 

     6– Colinas del Campo de Martín Moro Toledano. Pequeña pedanía del municipio de Igüeña, en la comarca de El Bierzo, que atesora el nombre más largo de España. Pero no solo por ello vale la pena ir a descubrirlo. También está reconocido como Conjunto Histórico-Artístico desde 1994 y entre sus joyas patrimoniales destacan la ermita del Santo Cristo, la Fuente de San Juliano o el puente medieval sobre el río Boeza, que comunica las dos partes del pueblo. Pasear por su coquetas calles es descubrir rincones de gran belleza, como el Arco de la Ermita del citado santo. Y, cómo no, disfrutar de sus platos típicos, como el Botillo berciano o el Cocido maragato… o de rutas senderistas en las que admirar flores silvestres y bellos ejemplares de robles, abedules, acebos o avellanos.

Las 6 conclusiones de las Jornadas sobre ‘Reses Bravas’, en Cáceres

La localidad cacereña de Moraleja acogió esta importante cita en la que se debatió sobre ‘La situación de las ganaderías de reses bravas y sus retos de futuro’

 

La provincia de Cáceres –que cuenta con 67 ganaderías y 17.000 reses bravas– ha sido la anfitriona de este foro nacional en el que se han dado cita alrededor de un centenar de representantes de las ganaderías de toda España. En el marco del mismo se ha analizado la situación de este sector tan vinculado a nuestra cultura de la tauromaquia y de notable repercusión económica por ser clave para fijar la población en el mundo rural y como herramienta necesaria para preservar las dehesas y su biodiversidad.

 

 

Dar voz a los ganaderos y exponer la situación del sector de las ganaderías de reses bravas, establecer un diagnóstico de la misma y abordar los problemas con los que se enfrenta para reflexionar sobre posibles soluciones ha sido la esencia de las Jornadas sobreLa situación de las ganaderías de reses bravas y sus retos de futuro’ organizadas por la Diputación Provincial de Cáceres y que se desarrollaron el pasado 27 y 28 de noviembre en el Centro de Formación del Medio Rural de Moraleja.

 

En las mesas redondas y debates se abordaron temas como: ‘Situación de la cabaña en España y provincia de Cáceres: presente y futuro, y retos de las reses bravas’, ‘Importancia de las reses bravas en la conservación de la dehesa y su biodiversidad’, ‘Sellos de calidad de productos agroalimentarios derivados de las reses bravas’, ‘Oportunidades de negocio derivadas de las reses bravas: el agroturismo’, ‘El futuro de la ganadería de reses bravas’ o ‘El papel del mundo de las reses bravas en el reto demográfico’.

 

Estos debates se complementaron con una visita a la ganadería de Victoriano Martín en la finca ‘Las Tiesas de Santa María’ (Portezuelo), incluyendo una cata de vino y aceite de la ganadería, maridados con productos extremeños, y un tentadero de cuatro vacas por los toreros Luís Bolívar, Gómez del Pilar y el becerrista Manuel León.

 

El presidente de la Diputación Provincial de Cáceres, Carlos Carlos, puso especial énfasis en destacar que “la cultura de la tauromaquia, de las reses bravas, es patrimonio de la ciudadanía y nadie se puede arrogar la defensa de la misma sino las propias tradiciones del mundo rural, porque forma parte de la seña de identidad de los pueblos”.

 

Las 6 conclusiones de estas Jornadas

 

1–La pandemia ha perjudicado al sector, con importantes pérdidas económicas debido a la parálisis de fiestas, festejos y eventos asociados al mismo, así como por el incremento de costes ligados al aumento de estos animales en las fincas.

 

2–En peligro el valioso patrimonio genético que aporta esta actividad y la labor mediambiental del toro bravo en el sostenimiento del ecosistema de la dehesa y el mantenimiento de un tejido socioeconómico rural asociado a estas ganaderías. Un sistema de producción ganadera muy particular pues la gestiona de manera sostenible al utilizar raza autóctona bien adaptada a las condiciones de las dehesas.

 

     3–Importancia de las ganaderías de bravos en la fijación de la población, al generar riqueza y empleos directos e indirectos en zonas rurales. La crianza de reses bravas es ya pieza insustituible del paisaje, defensora de la dehesa y arma contra la despoblación.

 

4–Diversificación de las ganaderías para hacerlas más viables económicamente buscando otras fuentes de ingresos como ofrecer otros productos consumibles que la sociedad demanda por su singularidad y alta calidad. O también las visitas a las ganaderías como oportunidad de negocio para el turismo rural.

 

5–Impulsar los productos cárnicos derivados de la carne de lidia ya que son reses criadas en un hábitat natural de gran calidad, donde se alimentan de productos naturales, pastan con tranquilidad y no viven privadas de libertad. Potenciar su consumo a través de campañas promocionales y la creación de un ‘sello de calidad’ diferenciador que permita que la gente conozca y reconozca el producto.

 

   6–Colaboración público-privada, fundamental para hacer más viables y sostenibles económicamente las explotaciones de ganaderías bravas.

 

Más información: www.turismocaceres.orghttps://www.jornadascaceresganaderiabrava.es/

6 Rutas Verdes para una escapada senderista a Formentera

 

De los chapuzones… ¡A las caminatas! Formentera es un destino para todo el año y lo pone de manifiesto en otoño, cuando sus paradisíacas playas y calas ceden su protagonismo a las Rutas Verdes. Sin las elevadas temperaturas estivales resulta de lo más agradable oxigenar el cuerpo y relajar la mente practicando senderismo o cicloturismo… admirando la interesante flora y el singular paisaje del considerado como ‘último paraíso del Mediterráneo’. Este próximo Puente de la Constitución, preludio vacacional de las Navidades, es una excelente oportunidad
para descubrir ‘otra’ Formentera.

 

 

Seguro que muchos de los asíduos a Formentera en la temporada veraniega, atraídos por la irresistible tentación de sus playas –Ses Illetes, Llevant, Migjorn, Cala Saona…–, conocen a la perfección todos y cada uno de los rincones costeros de los 67 km de litoral de la menor de las Pitiusas. Pero… ¿Y del interior de sus 83,2 km2 de superficie? Otoño, la estación de la reflexión y la melancolía, es la época perfecta para admirar la salvaje belleza paisajística (bosques de pinares y sabinas, plantas, flores…), practicar birding o descubrir elementos patrimoniales (molinos, torres de defensa, aljibes, cisternas…). Por su cercanía con la península, cualquier weekend es bueno para una ‘escapada express’. Pero tratándose de un Puente como el de la Constitución, la oportunidad para disfrutarla unos días más es única.

De sus 32 Rutas Verdes, hemos seleccionado estás seis ¿Preparados para conocerlas?

 

1– Ruta 3: ‘La Savina–Cala Saona. El trayecto arranca en la localidad que es puerta de entrada a la isla para bordear luego la laguna del Estany des Peix y seguir por un entorno rural jalonado de campos, paredes de piedra seca y casas típicas hasta Cala Saona. Una bahía natural agazapada entre acantilados bajos y con varaderos que cobijan las barcas. Es ideal para ver la puesta de sol. Distancia: 5,5 km. Tiempo: 95 min (a pie) o 35 min (bicicleta).

 

     2– Ruta 10: ‘Sant Francesc–Ses Bardetes­–Faro de Babaria. Caminata que transcurre paralela a la carretera por la apacible zona de Can Parra y se desvía a medio camino por la antigua senda que se dirigía al Cap de Barbaria, finalizando en el famoso faro y la torre de guardia de Es Garroveret. En esta ruta se pueden ver también los yacimiento prehistóricos de Es Cap de Barbaria; tres en concreto, de la veintena pertenecientes a la Edad de Bronce (1600-1000 a.C). Distancia: 9,4 km. Tiempo: 2 h, 45 min (a pie) o 35 min (bicicleta).

 

3– Ruta 25: ‘Es Caló de Sant Agustí–El Pilar de la Mola’. Se parte de este fotogénico pueblo de tradición pesquera –con un conjunto de vetustos varaderos de madera declarados en 2002 Lugar de Interés Cultural– para subir por el histórico Camí de Sa Pujada, con las mejores vistas panorámicas de la isla, del Racó de Sa Pujada y del Pous des Verro. Ya alcanzado el altiplano, se pasa por los viñedos de Terramoll –una de las dos únicas bodegas de la isla– para llegar a El Pilar de la Mola. Distancia: 4 km. Tiempo: 1 h, 20 min (a pie). No apta en bicicleta.

 

4– Ruta 27: ‘El Pilar de la Mola–S’Estufador–Es Ram’. Nos adentra por un paisaje boscoso y, en algunas zonas, atípico; un conjunto de muchos paisajes en un solo recorrido. Parte de la iglesia parroquial de El Pilar para continuar por el Molí Vell, por una zona llana con campos de cultivos, un bosque con desnivel y torrentes naturales que llevan el agua de lluvia al mar. Tras salir del bosque mediterráneo se llega a S’Estufador, cambiando a un paisaje de color tostado, con rocas de curiosas formas de un material usado en la construcción, típico de las Baleares: el marés. Y andando en paralelo al mar se accede a un estrecho camino que lleva hasta Es Ram. Distancia: 4,2 km. Tiempo: 1 h, 25 min (a pie). No apta en bicicleta.

 

5– Ruta 31: ‘El Pilar de la Mola–Sa Cala’. Recorrido marcadamente agrario, con paredes de piedra seca, ganado y viviendas tradicionales, pudiendo observarse también viñedos, aljiges y cisternas. Todo ello en el altiplano de La Mola que, al llegar a sus vertiginosos acantilados, ofrece espectaculares vistas panorámicas de la Pitiusa Mayor, Ibiza; de la isla de s’Espalmador –continuación natural de la punta noroeste de Formentera– y de los islotes de Espardell y Espardelló. Distancia: 1,5 km. Tiempo: 20 min (a pie) u 8 min (en bicicleta).

 

6– Ruta 32: ‘Pla de la Mola’. La más larga de las 32 Rutas Verdes señalizadas en la isla permite recorrer toda la planicie de La Mola y está pensada para hacerse en bicicleta, al ser apta para todos los niveles. Alterna muchos y diversos paisajes: campos de cultivo, terrenos de interior, viñedos, bosques y accesos al mar con sobrecogedoras vistas. Algunos tramos son caminos históricos jamás modificados y otros nunca transitados por coches. Esta ruta permite admirar los principales atractivos de La Mola: el faro, la iglesia de El Pilar, el Molí Vell, la Bodega Terramoll y –los miércoles y domingos, de mayo a octubre– el Mercado Artesanal de El Pilar. Porque La Mola tiene una personalidad propia que la convierte en una especie de ‘isla dentro de una isla’. Distancia: 12,3 km. Tiempo: 3 h 5 min (a pie) o 1 h (en bicicleta).

Más información en: https://www.formentera.es/planifica/folletos-mapas-y-guias

 

5 rutas guiadas para disfrutar del entorno natural de Roses a pie

Un sábado al mes –de noviembre a marzo– la 3ª edición de ‘Roses a pie’ es ideal para los amantes del senderismo. La salida más inminente: el próximo 20 de noviembre

 

Calzado de montaña adecuado, gorra o sombrero, bastón… y comenzar a andar. Así de sencilla, oxigenante y natural es la propuesta de Roses para descubrir y disfrutar del privilegiado entorno que rodea a esta localidad, referente de la Costa Brava. Son excursiones de diferente niveles –entre 3 y 5 h de duración– acompañadas por guías oficiales del Parc Natural de Cap de Creus. Y, sin duda, la mejor excusa para una escapada activa –otoñal o invernal– con el posterior ‘premio’ de saborear la excelsa gastronomía rosense… y enamorarse con las más espectaculares puestas de sol desde su majestuosa bahía, inhalando pura esencia mediterránea.

Ser un referente veraniego del ‘sol y playa’ no es –¡ni mucho menos!– el único atractivo turístico de una localidad como Roses. A su historia y patrimonio –Ciudadela, Castillo de la Trinitat, Ruta Megalítica, Castrum visigótico– se une un entorno natural digno de ser admirado y disfrutado sin prisas, paso a paso… y sin las altas temperaturas estivales.

 

Con esta premisa se gestó la propuesta senderista ‘Roses a pie’ que este año llega a su 3ª edición. Y un sábado al mes, durante otoño e invierno, propone excursiones para admirar ese entorno natural con guías oficiales del Parc Natural del Cap de Creus. Estas son las 5 rutas previstas para los próximo meses:

 

    

     1– 20 noviembre: Ascenso al Pic de l’Àliga: la cara norte. Excursión de dificultad media-alta hasta este pico de 463 metros, desde el que disfrutar de la más espectacular vista panorámica de la localidad y su majestuosa bahía. Con salida en la bassa d’en Ponac (ctra. de les Arenes), a lo largo de la ruta se pueden admirar masías, cultivos, piedra seca, vegetación mediterránea y el llano del Empordà. Duración: 3h 30 mins. Distancia: 9,6 km.

 

2– 18 diciembre: De Roses a la Mar d’Amunt (la mar de arriba). Ruta de dificultad media-alta con salida en el Pabellón Polideportivo Municipal (regreso en bus) hasta Llançà, por el Coll del Perer. Principales elementos de interés: geología, paisaje, piedra seca, vegetación mediterránea, la ermita de Sant Onofre, masías y cañadas. Duración: 5h 30 min Distancia: 15,2 km.

 

3– 22 enero 2022: Cadaqués-Roses, por el Camí de les Dones. Salida en barca desde el puerto pesquero rosense hasta Cadaqués para realizar esta ruta senderista regresando hacia Roses y admirando su paisaje, piedra seca, vegetación mediterránea y masías. Dificultad media-alta. Duración: 5h 30 min Distancia: 10,7 km.

 

4– 19 febrero 2022: Pla de Gates, por el valle de Montjoi. Ruta senderista de dificultad media con salida hacia Montjoi con el tren Roses Express para regresar andando. Pasa por el pla de Gates, admirando masías, dólmenes, mehires y otros elementos megalíticos, zonas de cultivo, piedra seca y vegetación mediterránea. Duración: 3h 30 min Distancia: 8,3 km.

 

5– 26 marzo 2022: Ruta circular Cala Montjoi-Cap Norfeu. El punto de partida es el parking de la cala (donde se ubica elBulliFoundation) para iniciar esta ruta de dificultad media-baja por un paraje de gran interés geológico, piedra seca, vegetación mediterráneo y la reserva integral del Cap Norfeu. Duración: 3h 30 min Distancia: 9,3 km.

 

Todas estas rutas guiadas son con plazas limitadas por lo que es necesario hacer inscripción previa (disponible 10 días antes de cada salida) en: inscripcions.roses.cat. El precio es de 2 euros/persona y cada senderista deberá llevar consigo su almuerzo, agua y ropa y calzado adecuados.

 

Más Información: http://ca.visit.roses.cat