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4 tramos para disfrutar del ‘Camino de Santiago’ por Rioja Alavesa

 

Una apasionante ruta senderista siguiendo el trazado descrito por el escritor Salvador Velilla Córdoba –natural de Lapuebla de Labarca– en su obra ‘A Santiago de Compostela por Rioja Alavesa’

 

Como cada verano, sea o no ‘año jubilar’ –cuando la festividad del Santo Apóstol cae en domingo–, el ‘Camino de Santiago’ cobra especial protagonismo entre los amantes del turismo activo senderista, por aunar espiritualidad, naturaleza y cultura. Rioja Alavesa forma parte de esta ruta alternativa, en un trayecto que cruza gran parte de la comarca, de este a oeste; desde Oyón-Oion hasta Samaniego. Un total estimado de 9 horas para disfrutar –sosegadamente– de un peregrinaje emocional pasando también por pueblos de singular belleza medieval como Laguardia. Una excelente excusa para descubrir y admirar iglesias, murallas, casas solariegas, ermitas, joyas prehistóricas o bodegas e inhalar la más pura esencia de Rioja Alavesa y su mar de viñedos. Estas son las cuatro etapas del periplo.

 

Esta ruta –descrita por Salvador Velilla Córdoba– se enmarca históricamente en el camino realizado a finales del siglo XIV por el infante Carlos, posteriormente nombrado rey de Navarra como Carlos III, el Noble. Liberado de su cautiverio en Francia, emprendió peregrinación a Santiago de Compostela por el llamado ‘Camino francés’, desviándose del mismo en Viana que es precisamente donde arranca esta ruta de singular belleza –sin pasar por Logroño– por Rioja Alavesa…

 

         1– De Viana a Oyón-Oion (1 h 15 mins)

         La localidad navarra de Viana –inicio de ruta– llama la atención del viajero por su ayuntamiento, aupado por gruesos soportales; su iglesia parroquial, el antiguo hospital de peregrinos (hoy Casa de la Cultura) y la bella plaza de El Coso. Esta etapa continúa por la ermita de Cuevas, el arroyo Puentecillo y la antigua aldea de Perizuelas, donde se localizaron cerámicas romanas de los siglos I al IV. Desde allí se entra ya en tierras de Rioja Alavesa, donde empiezan a visionarse viñedos… hasta Oyón-Oion.

 

         2– De Oyón-Oion a Laguardia (4 h 25 mins)

         Oyón-Oion, que acogió recientemente –el 22 y 23 de julio– la V edición de ‘Entorno a la mesa’, Encuentro Gastronómico Sostenible de Rioja Alavesa, tiene como gran joya patrimonial la iglesia de Santa María de la Asunción, con una torre barroca cuya figura de la veleta que la corona es conocida como ‘el Giraldón’. Una localidad situada estratégicamente en los caminos que comunicaban ambas orillas del Ebro. La ruta sigue por Assa –con los restos de un antiguo castillo–, que hoy día es un barrio de Lanciego; la zona de viñedos de Las Cañas, la antigua finca Los Monjes y la Sierra Carbón, donde antes había encinas y robles… y ahora viñedos. El camino bordea luego la laguna de Carravalseca hasta llegar a Laguardia, sobre un cerro que controla los alrededores.

 

         3– De Laguardia a Samaniego (2 h 15 mins)

          Laguardia, capital de Rioja Alavesa, forma parte de la Asociación de Pueblos más Bonitos de España. Una villa medieval amurallada con cinco puertas que protege maravillas como la iglesia de Santa María de los Reyes (con su pórtico policromado), la de San Juan, la Torre Abacial, la Plaza Mayor porticada … y un subsuelo plagado de bodegas subterráneas. Desde allí, el nuevo recorrido pasa por la aldea de Páganos, con su rehabilitada ermita de Santiago, la iglesia de la Asunción, la Casona del Inquisidor y, a las afueras, el dolmen de San Martín. Continúa por Leza, con la iglesia parroquial de San Martín de Tours (santo de las rutas jacobeas) y, en sus alrededores, los dólmenes de El Sotillo y Lazaya o el Balcón de La Rioja (mirador) hasta Samaniego.

 

         4– De Samaniego a Ábalos (1 h 5 mins)

         Samaniego, ubicado a los pies de la Sierra de Toloño, invita a otro viaje de regreso al pasado por las tranquilas calles de su casco histórico, admirando la iglesia de la Asunción o edificios civiles como la Casa de los Diezmos o el Palacio de Samaniego (hoy día hotel). La ruta, en este tramo, pasa por un cerro donde estaba la ermita de Valdesantiago, otro con la restaurada ermita de San Felices –con restos de una necrópolis en su entorno– y, sobre lo alto de un monte, las ruinas del Santuario de Nuestra Señora de Rosa. Esta etapa concluye en Ábalos.

 

 

Este trazado del ‘Camino de Santiago’ descrito por Salvador Velilla Córdoba continua posteriormente con otras dos etapas –‘De Ábalos a Santa María de la Piscina’ (40 mins) y ‘De Santa María de la Piscina a San Vicente de la Sonsierra’ (1h) – ya por tierras de La Rioja, para –tras cruzar el Ebro– enlazar con el ‘Camino Francés’ rumbo a Santiago de Compostela.

 

Para más información:
https://www.rutadelvinoderiojaalavesa.com/es/rioja-alavesa/30/senderismo

5 claves en la apuesta de Menorca por la protección de sus playas

A menos de un año de su 30 aniversario como Reserva de Biosfera (2023), Menorca cuida y protege su valioso patrimonio natural

 

Con una superficie de unos 700 km2 y cerca de 200 km de costa, Menorca atesora de 119 playas y calas que suponen un 9% de su línea de costa. La ampliación en 2019 de la delimitación de su zona protegida hacia el mar convirtió a la isla balear en la Reserva de Biosfera con más superficie marina del Mediterráneo. Menorca lleva casi tres décadas trabajando para mantener este reconocimiento. Una isla con acantilados rutilantes y con sistemas dunares y humedales costeros que constituyen uno de los ecosistemas más ricos de la isla, en cuanto a diversidad y singularidad de las especies que los habitan. Mantenerlos de forma sostenible y protegerlos es su gran apuesta. Y estas son 5 claves para ello

        

 

         1–Calidad del agua purificada por la Posidonia óceanica

           Esta planta endémica del Mediterráneo forma auténticas praderas submarinas en la costa menorquina que juegan un importantísimo rol como productoras de vida y oxígeno. Entre sus hojas y rizomas se aloja una elevada diversidad de organismos integrando una cadena en la que unos se alimentan de otros. Estas praderas fijan los fondos de arena gracias a las raíces de las plantas, con un importante efecto amortiguador del oleaje impidiendo tanto la erosión de la costa como la regresión de las playas arenosas. Además, tienen un importante efecto de depuración de las aguas costeras al limpiarlas de sedimentos. La actividad del secuestro de CO2 y producción de oxígeno de las praderas de Posidonia contribuye a la mitigación del cambio climático.

 

 

         2–Recuperación de los sistemas dunares

         Otra de las ‘joyas naturales’ de Menorca como Reserva de Biosfera son los sistemas dunares de muchas de sus playas y calas. Para conservarlos, Menorca lleva quince años adoptando medidas para protegerlas, como el desplazamiento de los aparcamientos fuera de esos sistemas dunares y medidas de conducción de los usuarios. Un estudio presentado en mayo pasado concluye que se aprecia una recuperación general, tanto en vegetación como en morfología, con viales cerrados y primeras líneas dunares regeneradas, reestructuradas, densificadas e incluso ganando terreno a la propia arena libre. Este estudio analizó para ello nueve sistemas dunares de los 28 que hay en Menorca: dos en la zona de Migjorn (Son Saura y Son Bou) y siete en la zona norte, de tramontana (Algaiarens, Pregondó, Binimel.la, Cavalleria, Tirant, Arenal de Son Saura del Nord (Son Parc) y Es Grau).

 

         3–Fomento del acceso a las playas con transporte público

         Menorca atesora playas vírgenes de inmensa belleza, como Macarella, en la costa sur, que tanto menorquines como foráneos desean visitar –¡y disfrutar!– especialmente en los meses veraniegos. Y la mejor manera de conseguir que todos puedan acceder por tierra a la playa soñada, salvaguardando el medio ambiente, es mediante un servicio público de transporte. Así, en los últimos años se han puesto en marcha ‘autobuses lanzadera’ a entornos playeros como Macarella/Macarelleta o Favàritx (Cala Tortuga, Cala Presili) para evitar atascos y ayudar a la conservación del equilibrio natural de playas únicas. En estos casos, llegar en vehículo particular no está permitido. Para acceder a más de 25 playas en bus: http://mout.cime.es/Contingut.aspx?IdPub=8394

 

         4–Limitación al acceso con vehículo privado

           Hay otras playas vírgenes de gran belleza, como Cala en Turqueta o Son Saura (en la costa sur, municipio de Ciutadella) o Algaiarens (al noroeste) en las que no está prohibido en acceso en vehículo particular… pero sí con aparcamiento de aforo limitado. Estas playas disponen de paneles luminosos que advierten del aforo del aparcamiento. Y también otras, como Cala Mitjana (municipio de Ferreries), que disponen de controladores para evitar colapsos de coches en entornos naturales que puedan verse perjudicados.

 

         5–Iniciativas ciudadanas para la reducción de plásticos

Una es ‘Plastic Free Menorca’ (https://www.plasticfreemenorca.org/es/inicio), alianza de varias entidades menorquinas con importante trayectoria en la protección y preservación del entorno, para luchar contra el plástico de un solo uso con un claro objetivo: Menorca libre de plásticos. Para ello, han implementado dos certificaciones: ‘Compromiso Plastic Free Menorca’, para empresas fuera del sector Horeca; y ‘Plastic Free Balearics’, para miembros del sector Horeca. Y entre sus proyectos está el ‘PescaArt Menorca’, basado en la economía circular, para la reutilización creativa de las redes de pesca descartadas por los pescadores.

 

Otra iniciativa es la del movimiento 0 Plastic Menorca’ (https://www.0plastic.es/) cuya misión es concienciar y sensibilizar sobre la reducción y reutilización de los plásticos, educar sobre el problema y soluciones concretas; y promover el turismo sostenible en Menorca como ejemplo de éxito en el Mediterráneo, involucrando a personas y organizaciones tanto de la isla como de fuera. Entre los proyectos desarrollados hasta la fecha está el de ‘Kilómetros de plástico por iris’ (para estudiantes, con el objetivo de recorrer 10.000 kms recogiendo esos residuos) o el concurso ‘1 minuto por tu isla’ (también para estudiantes, consistente en crear un vídeo de 1 minuto con el que contar cómo ganarle la batalla al plástico).

Más información de destino en: www.menorca.es

Las 7 tentaciones para un verano de ‘sol y playa’ en Formentera

En sus 69 km de perímetro costero la menor de las Pitiusas ofrece
playas y calas para todos los gustos

 

¿Os apetecería disfrutar del verano en playas paradisíacas… sin tener que hacer interminables y kilométricos viajes en avión? Muy cerca de nosotros aguarda ‘el último paraíso del Mediterráneo’: ¡Formentera! Y es que sus cristalinas aguas –purificadas por la Posidonia oceánica, que le otorga ese color azul tan singular– son toda una tentación para mecer el cuerpo en ellas y relajar la mente. Y lo mejor es que, dependiendo de por donde sople el viento, se puede escoger una u otra zona de la isla. Una de sus playas, la mítica Ses Illetes, está siempre posicionada entre las top del mundo. Pero hay otras seis más, dignas de verse… ¡y bañarse en ellas! Aunque para poder disfrutar de todas no vale con una simple jornada de ida y vuelta desde Ibiza –su único acceso marítimo– sino una escapada de weekend o varios días de vacaciones. Estas son las siete tentaciones estivales de Formentera…

 

         1–Ses Illetes, entre las top beach del mundo

         Es el gran icono playero de Formentera; la playa soñada… ¡y la más deseada! Casi ‘diseñada’ por la naturaleza para enamorar con esos cinco islotes que le dan su nombre (‘illetes’): Tramuntana, des Forns, Escull des Pou, Redona y Escull d’en Palla. Situada al norte de la isla, lado poniente, sus 450 metros de arenal están divididos en dos por una zona rocosa. De aguas tranquilas y poco produndas, con zonas dunares protegidas por pasarelas de madera. Caminando hacia su extremo norte, en la península des Trucadors, se observa la cercana isla de s’Espalmador, a la que se puede acceder solo en barca.

 

 

         2–Playa de Llevant, arenal salvaje paralelo a Illetes

         Menos frecuentada y famosa que su ‘vecina’… pero igual de tentadora. Ubicada en la zona este de Es Trucadors, es tres veces más larga –1.450 metros– con una amplitud media de 90 metros. Al igual que Ses Illetes, presume de una extensa zona dunar protegida, con pasarelas de madera para acceder a su fina arena blanca. Y en su parte norte, la más estrecha, casi se une a Illetes por lo que –en apenas 50 metros– de puede disfrutar de ambas sin mover la toalla y caminando solo unos pasos. Ofrece espectaculares vistas de la costa este de Formentera –hacia la costa de Tramuntana– y es ideal para dar largos y relajados paseos vespertinos, con temperaturas mucho más suaves que durante la mañana.

 

         3–Cavall d’en Borràs, agradable sorpresa entre sabinas

         Es la primera que podemos encontrar al entrar en el Parque Natural de las Salinas de Eivissa y Formentera… aunque muchos pasen de largo atraídos por el potente imán de Ses Illetes. Resguardada por un frondoso bosque de sabinas, sus aguas poco profundas y sin apenas oleaje la hacen ideal para las familias con niños. Un poco al norte tiene el tramo rocoso de la playa des Carregador; y hacia el sur, sa Sequi, canal que se construyó para dar salida al mar a las aguas del Estany Pudent. Otra ventaja es que está a solo 2 km del puerto de La Savina, por lo que se puede ir andando desde allí sin necesidad de transporte, para quienes carezcan del mismo.

 

         4–Es Pujols y Sa Roqueta, una playa urbana y su tranquila vecina

           Es Pujols es la única playa urbana de Formentera por lo que también aporta su valor diferencial para quienes no desean desplazamientos por la isla y optan por estar cerca de su hotel o apartamento. Un arenal de 690 metros que se extiende a lo largo del Paseo Marítimo de esta localidad. Alterna tramos de arena con zonas rocosas que cobijan los ‘escars’, típicas casitas-varadero para las barcas de pesca. Otro factor a destacar es que se trata de una de las dos playas adaptadas de la isla (junto a Es Arenals, en Migjorn) para que personas con movilidad reducida puedan disfrutar de un buen baño, entre las 12:00 y las 17:00 horas. Muy cerca, a unos 10 minutos andando hacia el oeste, está la coqueta playa de Sa Roqueta, muy poco frecuentada y con un sistema dunar que la separa del estany Pudent.

 

         5–Ses Platjetes, las tres ‘conchas gemelas’ de Tramuntana

           Tres coquetas y acogedoras playitas en forma semicircular son la antesala de la localidad de Es Caló de Sant Agustí… y de los rutilantes acantilados de La Mola. Antiguamente eran conocidas como ‘Platgeta de prop’, ‘Platgeta d’Enmig’ y ‘Platgeta de més enllà’, en función de su proximidad a Es Caló. Se llega a ellas por pasarelas de madera que atraviesan una zona dunar y bosque de sabinas bajas. Sus zonas rocosas las hacen ideales para la práctica del snorkel. Entre las tres suman 600 metros de arenales.

 

         6–Cala Saona, la ‘piscina natural’ del oeste de la isla

        Con apenas 140 metros de longitud, pero muy amplia hacia su zona interior boscosa, la protección que le proporcionan los acantilados bajos le da un aire de tranquila piscina natural. Y sus aguas turquesa contrastan con la tierra rojiza de las zonas rocosas. A destacar tambien como seña de identidad un único hotel instalado en ella… pero perfectamente integrado con el paisaje. Y atesora también una zona dunar. Es ideal para practicar deportes acuáticos como el paddle surf, kayak o snorkel… o hacer una excursión acuática hacia los acantilados de Punta Rasa, con sus curiosas cuevas submarinas. Junto al cercano Cap de Barbaria, es el mejor lugar para admirar las románticas puestas de sol de Formentera.

 

         7–Migjorn, 5 kms de ‘infinito’ arenal para perderse

         Ocupa practicamente toda la zona del sur de la isla. Una sucesión de playas y calas separadas por zonas rocosas intercaladas, cada una de ellas con nombre propio y acceso directo: Mal Pas, Ca Marí, es Racó Fondo, es Codol Foradat, playa des Valencians, es Arenals y es Copinar. Resguardada de los fuertes vientos de la tramuntana en la zona norte, es ideal para las familias con niños. También cuenta con diversos restaurantes donde saborear los platos típicos de la isla… y chiringuitos donde tomar una copa al atardecer.

Más información en: https://www.formentera.es/explorar/playas/

 

 

 

 

 

 

5 Reservas de la Biosfera para un verano senderista por la Cantábrica Leonesa

 

León es la provincia española con mayor número de Reservas de la Biosfera –siete– y cinco están en esta zona ubicada al norte: Los Argüellos, Alto Bernesga, Omaña y Luna, Babia y Laciana

 

A punto de arrancar la temporada veraniega, bueno es refrescar la memoria para agendar esas escapadas –de weekend o vacacionales– que nos permitan unos días de relax, desconexión… y reencuentro con nosotros mismos. Y para quienes huyen del calor estival y la masificación playera, nada como oxigenar el cuerpo y despejar la mente respirando naturaleza en estado puro. Como la que ofrece la provincia de León en su Montaña de la Cantábrica Leonesa. Un tentador repóker de Reservas de la Biosfera en las que practicar senderismo… y descubrir joyas naturales y patrimoniales, como las cuevas de Valporquero y Llamazares, las hoces de Vegacervera y Valdeteja, los abedulares de Omaña, el sabinar de Mirantes de Luna, el Conjunto Histórico-Artístico de Riolago de Babia o el Centro de Interpretación del Urogallo. Aquí los chapuzones son en ríos, para un verano distinto; natural y refrescante… ¡en la provincia de León!

  

         1– Reserva de la Biosfera de Los Argüellos

               Es la más oriental de todas y ocupa las cabeceras de los ríos Torío y Curueño. La acción del agua ha gestado algunas de las hoces más renombradas de León, como las de Vegacervera y Valdeteja, así como un complejo subterráneo que tiene su máximo exponente en la Cueva de Valporquero, una auténtica obra de arte geológica del subsuelo, donde quedar cautivados por formaciones de estalactitas y estalagmitas de formas diversas en salas como ‘La gran rotonda’ o ‘Hadas’. También es digna de admirar –en la parte más alta del valle de Curueño– la Cueva de Llamazares, con un camino senderista de 1 km –desde la recepción a la entrada de la cueva– y un recorrido interior de 700 metros. En esta reserva, una de las rutas más recomendables es la ‘De Matallana de Torío a Vegacervera’ cruzando el macizo calcáreo y accediendo a los puertos de la cordillera Cantábrica –como el de Vegarada–, con sus bosques y pastizales.

 

 

         2– Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga

              El río Bernesga articula esta reserva integrada por los municipios de La Pola de Gordón y Villamanín, valles de la montaña leonesa central, con bosques de hayas y encinas. A la ganadería se le unió en el siglo XX una gran actividad minera que dejo huella en un gran patrimonio en el que destaca el Pozo de Ibarra. A nivel senderista son especialmente recomendables la ‘Ruta del Pico Fontañán’, que conserva en su cima restos de trincheras y un búnker antiaéreo de la Guerra Civil española, señalizada desde La Pola de Gordón; el Faedo de Ciñera, espectacular bosque de hayas –algunas de ellas centenarias– y las hoces del Villar. A continuación, antes de cruzar el famoso puerto de Pajares (1.378 m), que delimita León y Asturias, con sus espectaculares vistas, se llega a la Colegiata de Santa María de Arbas del Puerto, justo a los pies del mismo, declarada Monumento Nacional en 1931 y uno de los ejemplos más representativos del románico rural leonés. Esta colegiata, al igual que el Santuario de Buen Suceso (s. XVIII), Patrimonio Histórico desde 1983, está ubicado en pleno Camino del Salvador, que enlaza León con Oviedo cruzando la Cantábrica Leonesa. Muchos peregrinos del Camino de Santiago se desviaban para visitar la catedral de San Salvador.

 

         3– Reserva de la Biosfera de Omaña y Luna

               Abarca un amplio territorio que marca la transición entre las cumbres de la Cordillera Cantábrica, de clara influencia atlántica, y los páramos meridionales, de carácter mediterráneo. Los ríos Omaña y Luna vertebran el territorio antes de unir sus aguas para conformar el Órbigo. En el Valle de Omaña podemos escoger la ‘Ruta de La Magdalena a Las Omañas’, que permite admirar uno de los más bellos valles de noroeste leonés y el que mejor conserva su sabor tradicional, con lugares como Riello, la ermita de Pandorado y El castillo. A destacar también el tramo circular por los abedulares de Murias de Paredes, unos de los más extensos de España. Y en el Valle de Luna, la ‘Ruta de Los Barrios de Luna a Riolago de Babia’, por la que descubrir el sabinar de Mirantes de Luna, el más occidental de toda Europa y una auténtica reliquia de bosque más propio de otras latitudes.

 

         4- Reserva de la Biosfera de Babia

Agrupa los municipios de Cabrillanes y San Emiliano y destaca por sus elevadas cumbres, amplios pastizales y el macizo de Ubiña, una de las mayores cotas calcáreas de la Cantábrica Leonesa. Babia es conocida también por una expresión muy popular –‘estar en Babia’– sinónimo de distraído y ausente; tal era la sensación de desconexión de la realeza y clases altas que acudían allí como lugar de reposo. A nivel patrimonial, atesora uno de los conjuntos rurales leoneses más impresionantes: el Conjunto Histórico-Artístico de Riolago de Babia, con sus casas blasonadas exhibiendo escudos de armas, los palacios y también las casas tradicionales construidas de piedra. Una tierra de pastores trashumantes con otra leyenda: la de que Babieca, el caballo del Cid, era originario de estas montañas.

 

         5– Reserva de la Biosfera de Laciana

              El más occidental de los valles cantábricos leoneses. Un territorio montañoso avenado por el río Sil, que se precipita con energía hacia El Bierzo, y con una importante cuenca carbonífera, Villablino. Precisamente la ‘Ruta de Villablino a La Cuneta’ es la que mejor aúna toda la esencia del valle. En ella es de obligada visita el Centro de Interpretación del Urogallo, en Caboalles de Arriba, para descubrir esta emblemática especie de ave y también la vida tradicional, con especial atención a las Brañas, donde el ganado aprovecha los pastos de puerto tardíos en época estival. En Sosas de Laciana se conserva una lechería hidráulica donde se transformaba la leche obtenida precisamente en sus brañas, en mantequilla.

 

Información web: https://leon.es/ ,
Facebook: @turisleonesp   Twitter: @turisleonesp
Instagram: @turisleon   Youtube: turisleon

De Roses a Cadaqués… por tres relajantes y senderistas ‘Caminos de Ronda’

 

¿Qué tienen de especial los llamados ‘Caminos de Ronda’?
Que permiten disfrutar de un senderismo distinto: sin perder de vista el mar. Este es uno de los múltiples atractivos turísticos que ofrece Roses, poniendo en valor esas sendas que antiguamente utilizaban los turnos de guardia que patrullaban por la línea de costa para vigilar el contrabando y el tránsito de embarcaciones. Hoy día, son la mejor manera de practicar turismo activo –a lo largo de 18 km repartidos en tres tramos– inhalando la más pura esencia mediterránea mientras descubrimos las coquetas y (algunas) salvajes calas agazapadas al norte de la Costa Brava, muchas de ellas en pleno Parque Natural de Cap de Creus.

 

        

Agazapada en un bellísimo rincón de la Costa Brava –con una majestuosa bahía que este año celebra el 10º aniversario de su integración en la Asociación de Bahías más Bellas del Mundo, apenas una cuarentena– Roses es un destino ideal para los amantes del senderismo. Y el último mes primaveral, antes que suban las temperaturas y apetezcan más los chapuzones, es un excelente momento para practicar un senderismo muy especial: por sus Caminos de Ronda.

 

Estos son los tres tramos que, partiendo de Roses, llegan hasta Cadaqués pasando por el Parque Natural del Cabo de Creus.

 

1 – De Roses a l’Almadrava. Un corto itinerario de unos 4 km que parte del faro de Roses, a los pies del Castillo de la Trinitat, y lleva a una de las mejores zonas playeras rosenses: L’Almadrava. El recorrido transcurre por bellísimos lugares como la playa de Canyelles Petites, el islote de Els Brancs y las puntas de Omella y Ullastrell.

 

2 – De l’Almadrava a Cala Montjoi. Otro itinerario de casi 4 km que transcurre también por espacios naturales de gran belleza, como punta Falconera, cala Lledó, cabo Trencat, cala Murtra, cabo Blanc y cala Rostella. Y también por un tramo de costa plagado de rocas sumergidas a escasos metros de la superficie llamadas baus; un lugar especialmente atractivo para la práctica del submarinismo. Este Camino de Ronda finaliza en la mítica cala Montjoi, que hasta 2011 acogió al famoso restaurante El Bulli, que Ferran Adrià llevó a la cima de la gastronomía mundial. Tras una profunda remodelación, reabrirá sus puertas en junio de 2023 reconvertido en museo, El Bulli 1846 (número que coincide con las recetas catalogadas que realizó el equipo del restaurante), uno de los pilares creativos de la Bulli Fundation y constará de una actividad para grupos reducidos de unas tres horas.

 

 

3 – De Cala Montjoi a Cadaqués. Esta ruta es la más larga –unos 10 km–, transcurre por la GR92 y consta de dos partes. La primera sigue siendo un Camino de Ronda que permite admirar algunas de las más espectaculares y salvajes calas de la Costa Brava, como Calitjàs, Pelosa o Jóncols, hasta el impresionante cabo Norfeu. Allí la ruta continúa por el interior del Parque Natural de Cap de Creus hasta llegar a Cadaqués.

 

Más Información en: http://es.visit.roses.cat

 

 

‘Menorca Activa Plus’ propone un intenso mayo de actividades al aire libre

 

Del 1 al 31 de mayo, 14 empresas han elaborado 31 packs para disfrutar de la isla balear con las más variadas propuestas, en un entorno natural que es Reserva de Biosfera

 

Excursiones a caballo hasta calas, vuelos tándem,
excursiones en kayak, moto de agua o catamarán, bautizos de buceo, observación astronómica, demostración de elaboración de queso artesano… Todo un universo de experiencias para disfrutar en familia, en pareja o con amigos… con un ‘plus’ añadido en cada una de ellas. Una tentadora campaña que llega a su 2ª edición, ideal para una escapada primaveral a esta isla balear en la que, además, disfrutar con el paladar de la que es Región Europea de Gastronomía 2022

 

 

Tranquila de espíritu… pero inquieta de carácter, así es Menorca. Y al amparo de su privilegiada naturaleza –como Reserva de Biosfera que es desde 1993– la isla balear ha puesto en marcha por segundo año consecutivo una campaña inspirada en el turismo activo y ecoturismo que se desarrollará durante todo el mes de mayo. En ella, 14 empresas de la isla has elaborado un total de 31 packs diferentes pero con un denominados común: ese ‘plus’ o valor añadido que lleva cada uno de ellos… y un Bono Regalo del 10% de descuento a canjear del 1 de septiembre al 31 de diciembre en cualquiera de las empresas participantes en esta campaña.

 

 

Excursiones a caballo hasta Cala Fontanelles (3 h) o por Cala Mitjana (1 h 30); excursiones kayak+snorkel (3 h 30), de moto de agua (1 hora o ½ hora), o en catamarán (3 h 30); ruta de las cuevas en kayak (3 h 30); vuelo tándem (15-40 mins), observación astronómica (1 h 30 o 2 h), bautizo de buceo (2 h), vuelta al puerto de Maó con comentario histórico y visión submarina (1 h), visita a las casas y museos de Binissuès, demostración de elaboración de queso artesano… Un sinfín de variadas experiencias por tierra, mar y aire para que este mayo primaveral sea la más apasionante antesala activa de las vacaciones veraniegas.

 

Más información en:
www.menorca.es y www.menorcaactiva.com